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Conocemos el barco, le hemos tomado ya la medida de cómo reacciona a motor al realizar las maniobras en puerto. Y además hemos salido y practicado la maniobra de fondeo.
Ahora viene probablemente lo más apetecible que es desplegar las velas. Pero antes, no está de más familiarizarse del sistema que usa nuestro barco. No es lo mismo que la mayor sea enrollable en el palo que se hice mediante patines en el palo. Qué hizamos primero, ¿la mayor o el Génova? ¿Con la proa al viento? ¿Ligeramente amurados a él?
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Antes de nada, y antes de salir del pantalán, el habilitador nos recomendará dar un repaso a la maniobra. Fijarnos y entender el sistema de “freno” que tienen los sistemas de vela enrollables en el palo es importante. Dar un repaso por donde discurre la escota de mayor reenviada a la bañera y sus salida desde su mordaza del “piano” (batería de mordazas que se asemeja a las teclas de un piano). Visto esto, repasar el funcionamiento de la contra o trapa, que, una vez izada la vela mayor, aplanará según se convenga la vela mayor.
Deberemos repasar y entender el sistema rizos montados que no estén liados para poder reducir el trapo (superficie vélica de la mayor) en caso de necesidad.
Lo mismo haremos con el Génova que habitualmente irá envergada en un enrollador. Entender cómo funciona el enrollador y tener presente por dónde discurre el cabo que los acciona, es importante. Reseguir las escotas, la de babor y la de estribor, a través de los escoteros de las bandas hasta su salida en lo winchs de la bañera, será lo último que haremos antes de izar velas definitivamente. Si nos sentimos inseguros, el habilitador nos hará atracar en el muelle de espera y allí procederemos a izar y arriar las velas tantas veces como sea necesario para tenerlo claro
Ya en marcha, el habilitador de Fanautic Club nos hará izar la vela mayor primero, una vez ya estemos fuera de la bocana del puerto. Probablemente, como siempre se dice en las escuelas para obtener titulaciones náuticas, lo haremos proa al viento. Sí, pero depende. Los consejos del monitor son útiles. A veces ligeramente amurados hacia un costado hará que la vela no nos flamee violentamente. Pero si se tiene el recogedor de vela o “lazy-bag” montado, deberemos poner en consideración la molestia de los cabos que lo sustentan… La práctica nos dará la solución…
Una vez arriba la mayor, nos hará reglar bien la vela. Si nuestro nivel es algo más avanzado, no mostrará cómo usar y para qué la “contra” y el “pajarín”. ¡Apasionante es ver como se embolsa o aplana la vela en función del viento real que tengamos y el rumbo que elijamos!
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