Desde el año 1986, cuando Yamaha lanzaba su primer modelo de moto acuática, la marca nipona se ha postulado líder de un mercado que en estos 30 años ha avanzado mucho estética y tecnológicamente. A través de un programa continuo de diseño vanguardista e innovación en ingeniería, junto a la utilización de lo más avanzado en tecnología electrónica y energética, Yamaha llega a la actualidad con una impresionante gama de WaveRunner.
Esta historia tiene un nombre propio sin el cual nada hubiera sido posible. Se trata de Neil Kobayashi, el “papá de las WaveRunner” , director de diseño de barcos y motos acuáticas, no sólo inventó la primera moto acuática con asiento, sino también la lancha de dos motores Jet Boat. En 1986, Kobayashi era el Gerente de Desarrollo de la compañía,
Pero veamos cómo se desarrolla la historia de las motos acuáticas contada por él mismo
Las primeras motos acuáticas se produjeron en Estados Unidos en los años 70 y eran pequeñas y monoplaza. También eran difíciles de controlar y no podía manejarlas cualquier persona. En 1986, con el objetivo de ofrecer una moto acuática que más gente pudiera conducir y disfrutar con facilidad y confianza, Yamaha creó la primera moto acuática diseñada para dos personas. Era una embarcación desarrollada con la fiabilidad, la funcionalidad y la diversión como atributos clave. Neil Kobayashi recuerda así el camino que llevó al lanzamiento de aquél primer vehículo revolucionario: la WaveRunner.
“Para mí todo empezó al principio de los años 70 en Shonan”
Estaba destinado en Shonan, que era el centro de la industria de la náutica recreativa de Japón en la década de los 70. Por aquel entonces, al no ser necesarias las licencias o certificaciones para pequeñas embarcaciones, la gente tenía la libertad de usar el agua de la manera que quisiera, responsabilizándose de ellos mismos.
Debido a su cercanía con Yokohama y Yokosuka, Shonan era un lugar donde era fácil botar barcos y otras embarcaciones con libertad en el océano. Había muchos tipos de embarcaciones disponibles: versiones a escala reducida de barcos pequeños, tablas de surf equipadas con propulsión y alas submarinas, etc. En aquellos tiempos, se pensaba que las actividades de ocio náuticas no estaban al alcance de todo el mundo y los productos estaban indudablemente dirigidos a la élite. Solía pensar en las posibilidades de proporcionar este tipo de diversión de manera más sencilla y de hacerlo accesible a más personas. Sin embargo, como me acababa de incorporar a la compañía no estaba, a nivel técnico, en posición de ejercer ningún tipo de autoridad. No obstante, sentía que algún día me gustaría fabricar una embarcación de este tipo. Pensaba que era la oportunidad para crear una ‘WaveRunner’.
El desarrollo en tiempos difíciles y el fracaso en Estados Unidos
Tiempo después, el desarrollo de motos acuáticas pequeñas se hizo muy popular en el extranjero, pero con un número muy definido de empresas produciendo embarcaciones de este tipo a un nivel de fabricación restringido. En 1979, un número limitado llegó a Japón. Por entonces, sin embargo, ya era obligatorio poseer una licencia y un certificado incluso para pequeñas embarcaciones. Por esta razón, era necesario establecer una normativa técnica legal y el Ministerio de Transporte (en la actualidad Ministerio de Territorio, Infraestructuras, Transporte y Turismo) solicitó la cooperación de la Asociación de la Industria Náutica de Japón.
En ese momento, yo estaba en el comité técnico de la Asociación de la Industria Náutica de Japón y ya tenía cierto nivel de conocimientos y experiencia. Por ello se me pidió que investigara en el puerto de la compañía y llevara a cabo repetidas pruebas de confirmación de rendimiento sobre el nivel de seguridad en Shonan. Como resultado, el año siguiente (1980) publicamos las “Normas Especiales para Motos de agua” creando el marco legal requerido para que la gente disfrutara de las actividades de ocio náuticas con seguridad. Sin embargo, en lo referente al desarrollo de motos acuáticas de la compañía, la mentalidad imperante en ese momento era que: “Yamaha sólo hace lanchas” por lo que, mientras yo podía ayudar elaborando propuestas en el plano legal, no se me permitía implementarlas.
En torno a 1983, la compañía se veía incapaz de desarrollar el negocio si se centraba únicamente en sus productos clave, por lo que surgió una oportunidad dentro de la compañía de crear nuevos productos con una ventaja más competitiva. Durante este periodo, yo era responsable de experimentación y conseguí que el trabajo diario se finalizara empleando sólo el 80% de nuestra capacidad. La liberación del 20%, nos permitía llevar a cabo el desarrollo de las motos de agua como nuevo producto.
A través de repetidas pruebas de ensayo y error, finalizamos nuestro prototipo, al que llamamos “Power-Ski.” Fue en esta época cuando recibimos una petición de YMUS (YAMAHA MOTOR CORPORATION, U.S.A.), una de las compañías del grupo en el extranjero, para ver una presentación. La petición venía de un amigo y superior con el que había trabajado durante mi época en Shonan y que estaba destinado en YMUS.
En Septiembre de 1984 otras compañías usaban motores de 15CV en sus modelos. Yamaha revisó el barco destinado al mercado estadounidense, cambiando el motor por uno de 25CV. Los resultados, sin embargo, fueron bastante menos exitosos de lo esperado. El “Power-ski”, un modelo pequeño y ligero con un motor pequeño, no se adecuaba a los pilotos estadounidenses que, normalmente, sobrepasaban los 100 kg. El motor de 25CV simplemente no tenía la potencia suficiente, provocando que la mayoría de pilotos potenciales abandonaran en su intento de subirse a la embarcación y ni siquiera la usaran. En las reuniones post-test con los americanos, nos resultaba muy difícil mantener una buena relación con ellos y encontrar puntos positivos de los que hablar!
Nuestro “Power-ski” tenía un peso de 65kg. El pensamiento general de los estadounidenses con los que hablaba era que la embarcación no debía ser tan ligera como para ser transportada por una persona, sino que se tenía que transportar en un remolque. De esta manera, ya no habría ningún problema si pesara unos 130 kg. Yo recordaba mi época en Shonan y estaba convencido de que podía gestionar la petición de los estadounidenses de crear máquinas que proporcionaran una “conducción divertida para una o dos personas”. En febrero de 1985 y con el apoyo de YMUS, el proyecto interno MMV (Mini Vehículo Náutico) empezó formalmente y se inició el desarrollo en los modelos monoplaza y biplaza según las peticiones de YMUS.
“Nos las tendremos que arreglar con 30CV!”
En aquel momento, nuestro desarrollo necesitaba centrarse en la producción simultánea de motores y de sus mecanismos de propulsión a chorro, así que mantuvimos conversaciones con Sanshin Industries que, por aquel entonces, llevaba a cabo el desarrollo de motores fueraborda. Pensamos que si podíamos conseguir un 50CV, podríamos crear una moto de agua fantástica. Pero, entre todos los motores fueraborda que podían funcionar como motor base, el límite superior era de sólo 30CV. Empezamos el desarrollo del motor con una idea en nuestras mentes: “Nos las tendremos que arreglar con sólo 30CV”
Como sólo íbamos a poder ofrecer una potencia de 30CV, se nos ocurrió incorporar dobles cuadernas en el casco en V semi-profunda. Para alcanzar más velocidad con menos caballos, utilizamos dobles cuadernas con una amplitud óptima en la parte interna para cortar bien el agua. De esta manera, creamos un casco que ofrecería simultáneamente estabilidad estática (a través del montaje de cuadernas exteriores), proporcionaría la emoción de los giros a gran velocidad controlados cuando el centro de gravedad avanzaba hacia adelante, pero también permitiría giros bruscos cuando el casco estuviera inclinado hacia un lado.
Tras esta fase, llegó una serie de repetidos ajustes de crucero (casi a diario) que finalmente resultaron en un nuevo tipo de conducción y agilidad que cautivó inmediatamente a usuarios de todo el mundo.
Levantaron los pulgares y dijeron: “Excelente”
En julio de 1985, hicimos una presentación en YMUS que no podía fallar. Los pilotos de prueba asistentes tenían mucha experiencia en motos de carretera y de nieve y ya habían estado en las primeras pruebas. En esta ocasión los pilotos que probaron los modelos biplaza no se querían bajar de ellos. Cuando finalmente lo hicieron, levantaron los pulgares y dijeron: Excelente! Todo el mundo estaba entusiasmado y siguieron haciendo cola para probar los diferentes productos. Apenas tuvimos tiempo suficiente para recibir más reacciones: la acogida fue genial. Pero lo que recuerdo más claramente es cuando un piloto de motos que nos había hecho una crítica muy dura tras nuestra primera prueba en YMUS, diciendo que lo que queríamos producir era imposible con nuestra tecnología, esta vez nos hizo el mayor halago: “Esto es lo que siempre he querido: es perfecto” dijo.
En consecuencia, el modelo biplaza se convirtió en un proyecto de producción provisional y “WaveRunner” fue el nombre escogido para el modelo. Al mismo tiempo, estábamos haciendo presentaciones del prototipo de moto acuática “WaveJammer” a YMUS. Este prototipo tenía la misma estructura en forma de barco que el modelo biplaza, pero estaba diseñado como monoplaza.
A partir de ese momento y con la necesidad de mejorar la comerciabilidad y la fiabilidad, nos coordinamos con los departamentos responsables de diseño, pruebas, calidad y servicio. Casi cada día llevábamos a cabo un programa continuo de pruebas de conducción e inspecciones.
Tras grandes esfuerzos de toda la compañía, se inició la producción del modelo biplaza WaveRunner 500 (Marine Jet 500T) en octubre de 1986 y en febrero de 1987 llegó el WaveJammer 500 (Marine Jet 500S).
Después de estos lanzamientos, hubo un gran número de pedidos de muchos países diferentes y, de repente, se convirtieron en un elemento popular en todas las playas.
Creo que aquellas embarcaciones solo podrían haber sido fabricadas por Yamaha: una compañía con una combinación única de muchos años de experiencia en motores pequeños de motocicletas y fuerabordas y un conocimiento y profunda experiencia en diseño y construcción de barcos.
Desde entonces, Yamaha ha seguido desarrollando y perfeccionando su tecnología para lograr la armonía entre lo que nuestros clientes buscan en una moto de agua moderna y el bienestar de nuestras comunidades locales y el medio ambiente.
30 Años de Yamaha Watercraft
¿Qué esperamos de la nueva generación de ingenieros?
Los 30 años transcurridos desde que empecé en desarrollo han pasado volando y lo que considero más desafortunado es que el concepto fundamental de la moto acuática no ha cambiado.
Mi deseo es que Yamaha mantenga su tradicional actitud de “Espíritu de Desafío” y renueve el concepto utilizado hasta ahora para crear algo totalmente nuevo y divertido que entusiasme a la gente aún más. Tengo grandes esperanzas de que esto suceda!
Neil Kobayashi
En 2016 Yamaha presentado nuevos modelos con mayores niveles de rendimiento y mejor relación calidad/precio que nunca. Visita la página Yamaha-motor.eu para saber más de la nueva gama de WaveRunner y de los colores 1986 Anniversary Tribute disponibles para nuestros modelos FZR SVHO y VX.