General
Probamos la unidad #1 de la recientísima Windy 27 Solano. En aguas de Barcelona, y de la mano de Nautic Luis su importador para España, no hemos podido objetar nada a esta portentosa propuesta. Y es que una vez más Windy… ¡es Windy!
Texto, fotos y clip testimonial: Erik Tarrés Lenneryd
Efectivamente una marca que ha alcanzado hace ya mucho tiempo la excelencia. Pocas marcas europeas navegan tan bien como una Windy. Y nosotros, a la hora de hablar sobre Windy y la unidad en cuestión, la 27 Solano, se nos plantea un pequeño problema profesional: y es que no sabemos qué decir que no sea un halago. Algún lector, sin mucho conocimiento o que sencillamente no haya probado la Windy 27 Solano, puede llegar a pensar que no somos imparciales… Pues no.
Navegación
Windy 27 Solano, un “10” en navegación
Así de claro y contundentes. Y es que los responsables de Windy nos advierten que el diseño de la carena ha sido, una vez más, a cargo de Hans Jorgen Johnsen,un diseñador que aún realiza sus diseños a mano. Esta curiosa circunstancia parece ser el factor diferencial que hace que los cascos realizados por él ofrezcan esas prestaciones y esa inusual suavidad navegando a alta velocidad.
Frente al skyline de Barcelona con un ligero mar de fondo y ola cruzada probamos la 27 Solano #1, la unidad con todos los opcionales destinada precisamente a pruebas por doquier. Una unidad motorizada con un Volvo Penta 350 V8 y transmisión de cola, hélices duoprop… Un barco nominado a Barco del Año 2018 en su segmento que nos lanza a 42,2 nudos de velocidad máxima (4.800 r.p.m.) con cuatro personas a bordo, con ¼ de gasolina en su depósito y un depósito de agua lleno.
La potencia instalada en gasolina ofrece además ese punto energético de estar a un régimen muy alto y todavía percibir la “patada” o aceleración de la potencia extra que nos eriza el vello. Navegando a 5.000 vueltas, es decir, a 35 nudos con un consumo de tan solo 2,4 L/milla, al subir de sopetón las 800 revoluciones restantes para su tope, la 27 Solano reacciona deportivamente subiendo 7 nudos más con una briosidad pasmosa con un consumo de 2,7 L/milla. Son las cosas que tiene la gasolina, el ir dotados con un motor potente y, claro está, la buena aceptación y transmisión de la potencia de un casco fino, fino que sustenta muy bien los tres redanes por banda de que dispone.
La elasticidad del Volvo Penta V8 de 350 caballos nos pide un pilotaje deportivo. Describiendo viradas abiertas a alta velocidad o haciéndolas cerradas no se perciben cavitaciones ni ventilaciones, con ángulos de escora pronunciados, sin riesgos o sensación de peligro. Su aceleración de 5 segundos a planeo y 18 a su velocidad máxima nos indica, intuitivamente sin necesidad de hacer una relación entre peso y potencia, que su potencia es adecuada para la 27 Solano. Windy también ofrece otra motorización en diésel con el Volvo Penta D4-300A DPH, con transmisión de cola, que probablemente arroje unos buenos rendimientos, similares sin duda a los de la gasolina, pero probablemente también con otras sensaciones menos “energéticas”.
Quisiéramos destacar la sensación de seguridad y confort que ofrece la 27 Solano.Estas características sin duda son debidas a su excelente carena que con una marcada “uve” en su forma que “abre” literalmente el mar y a sus necesarios redanes, tres por banda, que ofrecen la sustentación necesaria para una carena lógicamente tendente a sumergirse por su forma. Estos dos factores son un hecho diferencial que el arquitecto naval Hans Jorgen Johnsen sabe manejar bien y que Windy reconoce y aplica. Podemos y navegamos a alta velocidad, con toda seguridad sin necesidad de que el mar esté completamente plano. A esos elevados regímenes también constatamos una robustez estructural que ofrece ese plus de confianza en la seguridad.
Al mando, desde el puesto de gobierno, nos encanta pilotar de pie, pero lo hacemos también sentados para sentir la total protección del flujo de viento tras los clásicos parabrisas que se extienden bastante por detrás de nuestra posición en las bandas. Si pilotamos apoyados en la base del asiento abatida para arriba, el flujo del viento no nos da en la cara cosa que es también un aspecto interesante a considerar y un signo de calidad evidente en los detalles aerodinámicos.
Advertimos la presencia de flaps en su completa consola en la que se combinan relojes analógicos con un plotter de Raymarine en el que también observamos los datos del rendimiento del motor así como su consumo, tanto en litros por hora como en litros por milla, dato esté ultimo mucho más determinante para valorar la eficiencia de la carena. Nos parece que los flaps, aunque muy efectivos, sean algo imprescindible a la hora de asentar el barco, aunque siempre va bien para trimarlo a la prefección si tuviéramos un molesto viento lateral o si fuéramos con carga no muy bien centrada. La hélice de proa, es una ayuda importante en una embarcación con un único motor.
Habitabilidad
Windy Solano 27, habitabilidad y ergonomía de calidad
A pesar de ofrecer una disposición de los espacios muy clásica y conocida, esreconocible la calidad y los detalles de que hace gala el modelo más pequeño de Windy.
Quizás lo más previsible sea su interior que, para una day-cruiser, ofrece pues “lo típico”. Es decir, una superficie a la que llamamos cama para dos personas en su proa que tipa con las amuras. Un conjunto que exhibe un tapizado de alta calidad. Dos lucecitas led en el cabecero, una escotilla cenital y dos ventanas no practicables en las amuras son los únicos puntos de luz disponible. En la misma estancia, a Er. (estribor), se abre una puerta curva que da a un lavabo con un inodoro de enjuague vacuoflesh manual instalado en un molde que literalmente está pegado al compartimento. El fregadero y el grifo-ducha acompañan a un espejo que refleja la imagen del mar que advertimos a través del portillo practicable, bajo el cual hay una taquilla vertical para pequeños enseres. Llama la atención la toma eléctrica sin tapa para algún electrodoméstico tipo secador en un lugar donde es fácil que se moje con el uso del grifo-ducha. En el otro lado un armario con dos puertecitas con un zapatero parece indicarnos que la 27 Solano pudiera ser usada más allá de como una simple day-cruiser… Cosa que compartimos si consideramos que esta motora ofrece el opcional de instalar un set de cocina muy completo en el exterior, allí donde existe un asiento, que junto con la nevera compartimentada ubicada en el suelo frente al puesto del copiloto y la capota camper también en opción disponible montable eléctricamente mediante unos pistones eléctricos, puede ser suficiente para irnos de aventura unos días.
Enseguida nos damos cuenta de la calidad de la distribución y terminaciones generales en la bañera. Bañera que exhibe los asientos del piloto y copiloto, con espacio holgado entre la butaca y la consola o la pared respectivamente tras el parabrisas. Un parabrisas partido por tres hojas rectas de cristales. La central y más pequeña es practicable ya que el acceso a la proa se realiza mediante los dos peldaños situados en la crujía.
Tras los asientos que son giratorios y permiten ser ajustado en sentido avante, hay dos asientos con unos respaldos envolventes. El de Br. (babor) puede ser sustituido por un set de cocina. A popa, se dispone de una gran superficie acolchada con un respaldo movible avante o atrás mecánicamente. De esta forma,si el respaldo se avanza en sentido proa se obtiene un banco para cuatro personasy tras el respaldo queda libre el espacio equivalente a un solario para dos personas con acceso directo a la plataforma. Un guardamar en acero inoxidable “recoge” a los que estén allí estirados. Por el contrario, si el respaldo se desplaza a popa, el solario queda recogido dentro de la embarcación, es decir, el respaldo hace de pared para evitar las miradas indiscretas. Frente al asiento se dispone de una mesa de doble ala con seis sujetavasos realizada artesanalmente y que se estiba bajo la tapa del habitáculo del motor.
Nos llama relativamente la atención –estamos en una Windy- su seguridad pasiva. Además de su gran asidero que resigue por dentro el marco del parabrisas hasta la altura de los asientos, vemos más asideros en la base del asiento de la bañera, a ambos de las aletas. Se nos va la vista en los dos peldaños, uno en cada banda, forrados de teca para poder salir o entrar a la embarcación en caso de que ésta estuviera abarloada a un pantalán.
Merece un comentario la excelente proporción de los espacios en la bañera y la ergonomía en las terminaciones de los muebles en el molde que, sin ser redondos, no frecen ningún canto vivo. Es importante la buena transitabilidad por la bañera y el fácil acceso a la plataforma de baño por un holgado pasillo a babor (Br.) en en donde se halla la ducha que, en esta unidad, se ofrece con agua caliente. La estiba está muy bien resuelta con grandes cofres en el piso y con un cofre especifico situado en el pasillo de acceso a la plataforma destinado a la estiba específica de las defensas.
Balance
Windy 27 Solano, difícil encontrar un “mejorable” significativo
La calidad de este constructor escandinavo hace que sea francamente difícil encontrar un detalle claramente mejorable… ¡Ah sí, claro! És una lástima que el ancla de proa y su escobén sea tan prominente y rompa la perfilada y clásica línea de esta Windy 27 Solano. Otra opción que nos ocurre es que la escotilla circular de proa sea tan pequeña y nos sea difícil salir por ella, algo que toda escotilla debería favorecer. Por cierto, no tributa el 12% de Impuesto de matriculacióin y puede ser gobernada con una titulación Patrón Navegación Básica.