Brasil despidió a la flota de la Volvo Ocean Race con una afición volcadísima, que acudió en masa a dar el último aliento a los participantes y asistió a la nueva batalla entre los dos barcos rojos que comandan la general en la salida de la Etapa 8 hacia Newport (Rhode Island), en la costa este de los Estados Unidos.
El Mapfre dominó del tramo costero del inicio de la etapa, con el Dongfeng Race Team, persiguiéndole de cerca en un nuevo episodio de la encarnizada batalla que enfrenta a ambos barcos en la presente edición. Está claro que la VOR es cosa de dos.
El Team Brunel y el Turn the Tide on Plastic también estaban en el grupo de cabeza mientras apuntaban a mar abierto en los primeros compases del recorrido de 5.700 millas náuticas que tienen que afrontar rumbo norte.
El team AkzoNobel navegaba quinto antes de alejarse de Itajaí, mientras que el SHK / Scallywag y el Vestas 11th Hour Racing iban casi 3 minutos por detrás del líder en la última boya del tramo costero.
El pronóstico para el inicio es de viento flojo, lo que hace que las condiciones sean bastante complicadas desde el inicio de la Etapa 8. Es probable que la flota se desplace hacia el este para alejarse más de la costa antes de arrumbar hacia el norte.
Después de quedar detrás del Dongfeng Race Team por un punto en la general, el patrón del Mapfre, Xabi Fernández, dice que su equipo necesita luchar duro para recuperar el liderato.“Necesitamos intensificar y usar toda nuestra fuerza para tratar de ganar esta etapa”, dijo.
Su homólogo en el Dongfeng, Charles Caudrelier, prevé una etapa complicada. “Es una buena etapa. Tenemos que volver a cruzar los doldrums, pero debería ser por la parte fácil, más hacia el oeste, lo que es bueno”, dijo Caudrelier.
El premio final será recalar en Newport, una de las paradas más queridas por todas las tripulaciones por su enorme tradición náutica. “Me encanta Newport”, dijo Bouwe Bekking del Brunel. “Todos los locales saben de qué trata nuestra regata. Es una de las mejores escalas”.
Cuando los equipos salieron de Itajaí, Brasil, fueron despedidos por una auténtica multitud en los pantalanes y una nutrida flota de barcos de espectadores. No en vano, casi 450.000 aficionados han pasado por el Race Village de Itajaí durante las últimas semanas.