Con las tripulaciones descansadas, los barcos en perfecto estado de revista y la sensación de que por fin llega una etapa de pura acción se reanuda este domingo la Volvo Ocean Race, cuyo cuarto recorrido entre Sanya (China) y Auckland (Nueva Zelanda) podría ir acompañado del añorado viento, escaso en las etapas previas.
Todo parece indicar que las 5.264 millas náuticas -9.748 kilómetros- de travesía serán de esas que producen fuertes emociones y en las que las tripulaciones viven al límite. “Sé que de aquí a Auckland vamos a tener todo el viento del mundo y más“, apuntaba Rafa Trujillo, del MAPFRE. El barco español, quinto clasificado con 15 puntos, sentirá en esta cuarta etapa la necesidad de remontar. “Tendremos suerte si soplan menos de 30 nudos”, corroboraba Andrew Cape, navegante de Team Brunel, equipo holandés tercer clasificado (9 puntos) en el que milita el cántabro Pablo Arrarte.
Según Ian Walker, patrón de Abu Dhabi Ocean Racing, equipo en el que milita el gallego Roberto “Chuny” Bermúdez, 2º clasificado con seis puntos, la etapa 4 podría ser igual de reñida. “Creo que de nuevo veremos una etapa muy apretada. Entre barcos exactamente iguales, con viento de popa se pueden establecer diferencias de velocidad de 0,5 nudos como mucho. Pero en ceñida, sólo 0,2 ó 0,3 nudos”. Esto equivale a decir que será difícil despegarse del pelotón a base de arañar metros al agua, pues prácticamente toda la etapa se desarrollará con rumbos precisamente de ceñida, o de través.
“La primera parte de la etapa serán unos cuatro días de ceñida y una zona complicada, será difícil decidir entre apretar el barco o ser más conservadores”, explica Antonio “Ñeti” Cuervas-Mons, proa del MAPFRE. Este primer tramo llevará a la flota a salir del Mar de China hacia el Océano Pacífico a través del Estrecho de Luzón. Y aquí tendrá lugar una de las primeras -y pocas- decisiones estratégicas de la etapa, como es atravesarlo por el Norte o por el Sur. “Salir de Luzón primero no te garantiza ganar, pero salir el último podría relegarte al vagón de cola para el resto de la etapa”, apunta Anderson Reggio, meteorólogo consultor de Team Alvimedica, cuarto clasificado con 12 puntos.
Pacífico y archipiélagos
Una vez en el Pacífico, la flota descenderá por la costa filipina rumbo Sureste hacia las Islas Salomón. “En la primera parte de la etapa iremos ciñendo hasta pasar Filipinas. Después ya se espera coger los vientos Alisios que nos lleven en un través hacia el Ecuador y a partir de ahí quedan todas las islas y todos los obstáculos hasta llegar a Auckland“, ilustra Xabi Fernández. Será la tercera vez que la flota cruce la línea imaginaria entre el hemisferio Norte y el Sur, aunque en esta zona su paso es más sencillo que en el Atlántico y el Indico.
Más complicado será cruzar los archipiélagos a los que se refiere el vasco Fernández, que de nuevo reemplazará a Iker Martínez, ausente por compromisos olímpicos, al timón del MAPFRE. Aquí podrían darse, según Reggio, nuevas opciones tácticas, aunque hay que tener cuidado pues “las islas, algunas de las cuales miden hasta 2.500 metros de alto, proyectan grandes sombras de viento. El conocimiento local de la zona jugará un gran papel. Y quien la conozca, ganará la partida aquí“. Oceanía es conocida por sus fenómenos tropicales locales, que los modelos meteorológicos no replican con fiabilidad, y que están influenciados tanto por “El Niño”, como por “La Niña”. Como en la lotería, habrá que esperar hasta el último momento para saber cuáles son los números, o en este caso los rumbos, ganadores.
En cualquier caso, la organización ha establecido dos pasos obligatorios en las Islas Salomón, para evitar que naveguen a través de ellas. Además, durante el recorrido se encontrarán una zona de exclusión en Sanya, para mantenerles fuera de la zona de la armada, y otro paso obligatorio en Filipinas, para evitar que vuelvan hacia Malacca -algo que a buen seguro no tienen en mente-.
Según los cálculos de las tripulaciones, la etapa 4 podría cubrirse en alrededor de tres semanas. Muchos opinan que el 80% de los obstáculos están superados en las tres primeras etapas de la Volvo Ocean Race, pero dado lo atípico de esta edición, quizás en esta ocasión no estén tan seguros.
Cambios sustanciales en las tripulaciones
La cuarta etapa de la Volvo Ocean Race traerá cambios sustanciales a algunas tripulaciones. Cuatro en el caso del equipo líder, el Dongfeng Race Team: el navegante vascofrancés Pascal Bidègorry se toma un descanso hasta la etapa 5, y sube en su lugar Erwan Israël, miembro como Charles Caudrelier del equipo ganador de la Volvo Ocean Race 2011-12, Groupama. Además, vuelve a estar convocado el sueco Martin Strömberg, y la representación china irá a cargo de Chen Jin Hao (‘Horace’) y Yang Jiru (‘Wolf’).
A bordo del MAPFRE Xabi Fernández continúa como patrón. El vasco ha señalado que esta situación podría prolongarse incluso una etapa más. Willy Altadill, hijo del vueltamundista español Guillermo Altadill, sustituirá a Anthony Marchand, convaleciente por un problema dental que ha requerido cirugía en Francia.
En Team SCA la reportera a bordo Corinna Halloran será sustituida para esta etapa por la sueca Anna-Lena Elled, y Liz Wardley, originaria, por cierto, de Nueva Caledonia, reemplazará a la americana Sara Hastreiter.
En Abu Dhabi Ocean Racing Phil Harmer vuelve a bordo y se baja el director deportivo Neil McDonald.
Team Alvimedica, y Team Brunel no reportan cambios en sus alineaciones.
Entrevista con Xabi Fernández:
En alguna ocasión has comentado que en el Estrecho de Luzón es donde peores condiciones has vivido en una Volvo Ocean Race. ¿Cómo crees que será esta vez?
“Sí, es cierto, fue hace años, en 2008-09, cuando hacíamos la etapa entre Singapur y Qingdao. Ha sido de lo peor que hemos pasado. Tuvimos más de 50 nudos, olas muy grandes…Pero por ahora el parte no indica que vaya a ser nada del otro mundo, y se prevé viento de unos 30 nudos. En cuanto al resto de la etapa, habrá que esperar para los partes, que en cualquier caso en esa zona tampoco son muy fiables. Parece que tardaremos entre 24 y 25 días en cubrirla“.
Si la falta de viento es lo que más os molesta, entonces estaréis contentos con la previsión…
“Sí, claro, nos gusta tener mucho viento, ¡pero no de ceñida! (risas). Ahora en serio, lo cierto es que tenemos muchas ganas e ilusión, esperamos que más adelante también nos acompañen los alisios, ésos que en la primera etapa no quisieron entrar en el hemisferio norte. Lo cierto es que ¡Ya tenemos ganas de mojarnos!”.
Sabiendo que ésta puede ser una semana complicada, ¿habéis preparado el barco de manera especial?
“Llevamos más repuestos, más material, pero básicamente la cuestión es estudiar el parte y navegar con cuidado. Va a ser un recorrido medio costero, de 4 o 5 días, y duro“.
Tras tres etapas en las que no habéis conseguido hacer podio, ¿se nota la presión?
“No, no diría que sintamos presión, pero sí tenemos ganas de ganar, de subirnos al podio. A nadie le gusta empezar mal. En la etapa pasada estuvimos a punto de conseguirlo, pero al final nos caímos. En cualquier caso en la última edición pasó justamente lo contrario. Lo ganamos todo durante las tres primeras etapas. Y al final nos salió mal”.
Vuestro navegante Jean-Luc ha demostrado tener buen ojo en varias ocasiones. ¿Estáis contentos con su trabajo?
“Sí, Jean-Luc es realmente un muy buen navegante, ha tomado muy buenas decisiones, y en la etapa pasada se puede decir que perdimos por las redes, por no tener el valor de pasar por encima. Aun así, volvimos a adelantar a uno de los que nos pasaron“.
Habéis estado muy bien posicionados, varios días primeros en la etapa 1, hasta cinco jornadas segundos en la etapa 3, pero está faltando rematar…
“Sí, nos gustaría hacer mejor las in-port, está claro, aunque no les demos la misma importancia que las etapas. En el off-shore, a pesar de que creo que hemos tenido muy buenos momentos, quizás a veces se nos escapan oportunidades por cierta indecisión, creo que porque aún tenemos que afinar la maquinaria. Al fin y al cabo no hemos entrenado tanto como otros equipos. También es cierto que con barcos iguales, cuesta más tomar decisiones“.
Ha habido algunos barcos que, dentro de lo posible, han adaptado el Volvo Ocean 65 a sus necesidades, con más agarraderos, antideslizante. ¿En vuestro caso?
“Desde que te lo dan vas poniendo cosas a tu gusto, pero muy pocas, es un monotipo. En cada escala hacemos un walkthrough que consiste en que vas a ver los barcos de los otros equipos, y la organización los chequea en profundidad en cada etapa. En cualquier caso como te digo hay pocas cosas que cambiar. El Volvo Ocean 65 es algo más incómodo dentro porque escora más, pero es mucho más seco que el VOR 70. Tiene dos entradas a la cabina, que son más pequeñas y por tanto entra menos agua, y, en definitiva, a mí me parece más cómodo“.
Por último, tenéis una nueva incorporación, Willy Altadill, que lleva lo de navegar en las venas, pues es hijo del conocido vueltamundista Guillermo Altadill.
“Sí, tiene muchísimas ganas de empezar, y yo lo veo como un chico con muchas, muchas posibilidades. Es de los que aún no le importa mojarse“.