En el cuarto día de la etapa 5 de la Volvo Ocean Race las duras condiciones comienzan a pasar factura a la flota, liderada ahora m ismo por Team Brunel.
“Mi mano está bien, pero podía haber perdido algún dedo fácilmente. Se quedó atrapada en una polea cuando intentaba quitar un nudo de un cabo. […] Tuve suerte y salí de ello con algunas heridas y la mano morada“. Martin Strömberg, tripulante del Dongfeng Race Team, relataba así el percance que sufrió ayer, que fácilmente les pudo haber puesto en una situación difícil. En estos momentos, y dada la localización de la flota de la Volvo Ocean Race, cualquier operación de rescate comienza a ser complicada. Se dirigen hacia el Este, hacia Cabo de Hornos, y están a casi 2.000 kilómetros de Nueva Zelanda, en medio de uno de los océanos más inhóspitos del mundo.
El barco patroneado por el francés Charles Caudrelier es quinto en una flota que lidera Team Brunel, con el cántabro Pablo Arrarte a bordo, que ha conseguido ponerse en cabeza tras superar a Team Alvimedica. Ambos son los situados más al norte, y han disfrutado de más viento (entre 1 y 2 nudos) que los equipos más al sur.
Sin embargo, puede que sea Abu Dhabi Ocean Racing, equipo en el que milita el gallego Roberto “Chuny” Bermúdez, quien se encuentre en la mejor posición respecto a los demás dado el rumbo que llevan. Situados en el centro de la flota, esto les permite cubrir los movimientos del grupo perseguidor, Team SCA -cuarto-, MAPFRE -sexto- y Dongfeng Race Team -quinto-, así como a los dos barcos más al norte, Team Brunel y Team Alvimedica, en caso de que éstos conecten antes con el nuevo viento. Aun así, el barco emiratí es el que ha perdido más terreno en las pasadas 12 horas, 15 millas náuticas. La razón: tres horas derivando sin apenas viento, que intentaron aprovechar para reparar los daños sufridos en la base de su foque.
Team SCA ha sufrido así mismo una baja ‘temporal’: la inglesa Annie Lush, que salió despedida a consecuencia de una ola cuando trimaba la mayor en cubierta. “No tengo nada roto, pero el golpe me ha dejado la espalda llena de moratones, y estoy tomando analgésicos para aguantar. […] Tengo que conseguir recuperarme en las próximas 24 horas, cuando estaremos en el océano Antártico”, comentaba la regatista olímpica.
Será entonces cuando el viento vuelva a subir, tras las condiciones inestables pasado el ciclón Pam. “Estar fuera del ciclón trae estos tipos de inconvenientes que son vientos muy pocos estables. Es como ir detrás de un ventilador que dejó viento por todos lados y nada organizado”, explica Fran Vignale, reportero a bordo de MAPFRE. “Hemos tenido una noche agitada llena de viradas, y en cada una de ellas junto a Dongfeng y SCA. Como grupo más al sur vamos bien juntos, y nos mantenemos a la vista uno del otro“, relataba.
Los ‘norteños’ intentan escapar de la alta presión que les persigue, que de momento no ha conseguido alcanzarles, pero de la que no estarán a salvo hasta pasadas 36 horas. Las que les quedan para decidir por dónde atacar las bajas presiones que tienen delante, que arrastran vientos por encima de los 30 nudos. Será la primera decisión estratégica en varios días.
“Volver hacia el norte para quedarnos encima de ellas, o dirigirnos al sur hacia el límite de hielo para pasarlas por debajo. Todavía nos queda tiempo para decidirnos, y hasta entonces tendremos una mejor idea de lo que piensa el resto de la flota, así como modelos meteorológicos más actualizados“, explicaba desde Team Alvimedica Amory Ross.
Mientras tanto las temperaturas comienzan a bajar, aunque saben que esto no es nada comparado con lo que les espera cuando estén finalmente en el océano Antártico. Una extensión de agua de difícil descripción geográfica, “pero claramente reconocible cuando estás en ella”, añade Ross.
El siguiente video refleja las condiciones vividas durante los últimos días.