Algunos segmentos de la flota se desesperan. Las condiciones meteorológicas son radicalmente distintas entre los primeros y los últimos. En la cola Didac Costa (One Planet-One Ocean) y Sébastien Destremau (TechnoFirst-faceOcean) están todavía en los alisios del Este, entre Recife y Salvador de Bahía. Deben continuar buscando Sur para anticipar la llegada de un gran anticiclón en ruta que avanzaba frente a Cabo Frío. Los dos solitarios tienen la vista puesta sobre el suizo Alan Roura (La Fabrique) y el irlandés Enda O’Coineen (Kilcullen Voyager-Team Ireland) que finalmente han roto con el pelotón.
El pelotón del medio
Hay 15 barcos haciendo chirriar los neumáticos. Quince regatistas que sufren los caprichos del viento y cuya distancia con la cabeza de la flota es una locura. “Nunca lo había visto en mis anteriores Vendée Globe, cuando no quiere, no quiere. Hace dos días fue difícil, hoy va mejor, pero todavía no estamos en el Sur, hasta nos va a tocar ceñir. Ansío doblar Buena Esperanza”, comenta Arnaud Boissières (La Mie Câline). Aun así, la regata es bonita. Louis Burton (Bureau Vallée), decimoprimero a 2.600 millas de Alex Thomson manda con una trayectoria recta, y obviamente se prepara para cambiar de amura y mover de lado todo el material que estiba en el interior. “Apiádate de mí, porque ahora estoy en plena maniobra“, comentó en ese momento de conexión telefónica.
Conrad Colman no esperaba estar tan bien situado: “Estoy súper feliz, compito con barcos mucho más modernos que el mío (que data de 2005); peleo con Nandor Fa (Spirit of Hungary) y Fabrice Amedeo (Newrest-Matmut). Si me lo hubieran dicho antes de empezar, no me lo habría creído”. Los movimientos estratégicos son continuos en este numeroso pelotón, que no oculta su deseo de llegar a Buena Esperanza lo antes posible.
La brisa cambiará poco a poco hacia el sureste, luego hacia el este antes de las nuevas calmas en el centro de altas presiones. Tal vez algunos lleguen a atravesar esta burbuja antes del comienzo de la semana, pero necesitarán llegar a la latitud 33°S para encontrar flujos portantes.
Cuatro “aves” heridas, pronto en puerto seguro
Se espera que el Initiatives-Cœur de Tanguy de Lamotte llegue al puerto d Les Sables d’Olonne el lunes por la tarde, después de 13 días de mar dura desde su obligada parada en Cabo Verde. Obligado a regresar debido al gran daño sufrido en la parte alta de su mástil, su aventura le habrá permitido salvar a 30 niños con su programa solidario. Bertrand de Broc abandonó el archipiélago de Fernando de Noronha anoche jueves. El patrón, ayudado por el director del proyecto Marc Guillemot, ha cruzado el Ecuador en dirección a la Bretaña, sin pasar por Martinica, escala inicialmente prevista en el momento de su abandono. Por último, Vincent Riou (PRB) y Morgan Lagravière (Safran) se dirigen al puerto de Ciudad del Cabo (Sudáfrica), a 400 millas del primero y 200 del segundo.
Declaraciones
Marc Guillemot, Jefe del Projecto MACSF:
“Estamos muy lejos del Ecuador, hemos decidido no hacer escalas. No nos detendremos en Martinica. Ha funcionado bien, creo que seremos capaces de continuar. Salimos sobre las 18:00 horas de ayer. El objetivo es volver a la Bretaña o la Vendée, que nos ahorrará tiempo, dinero y será más sencillo. Pensábamos en salir y luego, tras comprobar cómo va todo, decidir qué haríamos. Los daños no son visualmente espectaculares. Quitamos lo que podría hacer vibrar el casco, esperamos que haya sido así. No ha sido fácil bucear allí. De momento no hace ruido. Bertrand está bien”
Jean-Pierre Dick, StMichel-Virbac:
“Todo va bien. Fue una noche movida con vientos racheados y que cambiaban de dirección. Resultó muy agotador. Esta mañana aflojó el viento pero volverá a aumentar enseguida. Mucha acción pero poco sol: el cielo está verdaderamente negro en algunos chubascos. Reviso el barco siempre que puedo. Todo parece correcto. Por desgracia no podemos detectarlo todo. Repasarlo de arriba abajo va a ser una de mis tareas de hoy. El problema es que el viento está cambiando. Tendremos que trasluchar unas cientos de millas antes de Buena Esperanza. Después nos meteremos en el Gran Sur con viento del sur-oeste. Estoy concentrado en no dejar caer la velocidad y mantenerme en regata. Ha habido abandonos que, aunque mejoremos en la clasificación, no alegran a ninguno del resto de competidores. Quiero recuperar, no estoy precisamente cómodo con mi clasificación. Intento atacar”.
Alex Thomson, Hugo Boss:
“No tengo idea de qué día es, pero hace un hermoso día en los mares del Sur y hay sol. Durante la noche, fui bastante lento debido a un frente débil que me pasó y que explica por qué el Banque Populaire me recortó distancia. Pero ahora vuelvo a tener viento. Estará difícil en los próximos días. Es como enhebrar el hilo en una aguja. Tengo que seguir el pasillo de viento sin acercarme a la Zona de Exclusión de la Antártida. Ésta es la razón por la que me he posicionado un poco más al norte. Voy amurado a estribor, así que llevo el foil calado, lo cual es fantástico. Me alegro de estar navegando de nuevo con el foil. Miré el pequeño trozo que queda del roto, que sobresale del costado del barco, se ve miserable. No sé cu´sndo podré cortarlo pero en algún momento voy a tener que hacerlo. Pero por ahora ha vuelto el viento y sopla. Voy a 20 nudos de velocidad y ha vuelto a llegar el momento de ir rápido”.
Conrad Colman, Foresight Natural Energy:
“Todo va bien esta mañana, las condiciones son buenas. Tengo 17 nudos de viento, y navego veloz con el espí grande y toda la mayor. Estoy en medio de un gran grupo de barcos y conociéndoles me siento feliz de estar peleando con ellos gracias a mi motivación, porque tengo el barco más antiguo. Este fin de semana puede ser complicado. No tendremos las mismas condiciones que los líderes, estamos en otro sistema de viento. Luchamos por cada centímetro. Hemos peleado cada racha, nube y cada recalmada. Resulta más duro avanzar en las calmas que en las tormentas, pues exige cambiar toda la configuración y los ajustes. Son millas que son difíciles pero estoy muy feliz de estar aquí. Dentro de unos días nos tocará hacer bordos, pero de momento, hasta el domingo, navegamos al través. El lunes y martes tocará ceñir, algo que no me apetece mucho. Tenemos barcos que están pensados para navegar con vientos de popa, no de proa. Subí al tope del mástil dos veces para cambiar el enanche de las drizas de proa (hook) de la perilla. Es muy importante porque con esta driza izo cuatro velas. Hice todo para asegurarlo. Tengo moratones en los brazos y las piernas. Pero por lo demás estoy contento con el estado de mi barco y estoy listo para el futuro”.
Vendée Globe: 20 días en el mar