La Vendée Globe sigue dando la bienvenida al retorno de sus participantes, así, ayer viernes cruzaba la línea de meta Arnaud Boissières después de102 días, 20 horas, 24 minutos y 9 segundos en regata, llevándose la décima plaza en la vuelta al mundo en solitario sin escalas ni asistencia. Ha completado un total de 28.155 millas a una velocidad media de 11,04 nudos. Por su parte, su compatriota, Fabrice Amedeo (11º, Newrest-Matmut) era recibido en Les Sables d’Olonne esta mañana de sábado a las 10:03, con un registro de 103 días, 21 horas, 01 minutos, 00 segundos.
La flota pendiente por arribar a puerto cuenta con seis barcos todavía en competición. El más joven de la regata, el suizo Alan Roura (12º) disfruta de un buen viento que empuja su IMOCA La Fabrique hacia Les Sables. Las condiciones se volverán más suaves y Roura bajará de velocidad. La Dirección de Regata estima que podría terminar entre la tarde del domingo y la mañana del lunes, día 20, aunque el suizo es más optimista.
Más difícil de determinar es la ETA para Conrad Colman (13º, Foresight Natural Energy). El neozelandés continúa navegando con un aparejo de fortuna, lento pero progresando. Su velocidad media en las últimas 24 horas es de cuatro nudos y le restan 578,3 millas para la llegada, pero la meteorología sigue siendo incierta en el Golfo de Vizcaya por lo que en cuestión de días será más fácil calcular una fecha de llegada más fiable. Las condiciones determinarán el resultado de su limitado progreso.
El catalán Didac Costa (15º, One Planet One Ocean) se encuentra a menos de 1.300 millas de la llegada, haciendo una media de 13 nudos de velocidad en las últimas 24 horas, frente a los 6,7 nudos de su máximo perseguidor, Romain Attanasio (16º, Famille Mary – Étamine du Lys). La fecha actual estimada de llegada para el único patrón español en liza es el jueves, día 23 de febrero, entre las 11:30 y las 18:00 horas; la misma que el estadounidense Rich Wilson (14º, Great American IV).
Pieter Heerema (17º, No Way Back) continúa su ascenso por el Atlántico Norte y reflexiona sobre la mejor opción para negociar el anticiclón de las Azores. Dado su posicionamiento y el parte meteorológico previsto, es probable que se decida por el “clásico” Oeste.
Cierra la flota Sébastien Destremau (18º, TechnoFirst-faceOcean), a todavía 3.381,1 millas de la línea de llegada y encalmado en los Doldrums. Está sólo a unas 100 millas del Ecuador y de regresar al Hemisferio Norte.
Bossières, tercera vez que pasa por meta
El patrón francés Arnaud Boissières ha finalizado la Vendée Globe por tercera vez consecutiva. Se une así al vencedor de esta octava edición, Armel Le Cléac’h, como los únicos dos navegantes solitarios que han finalizado tres ediciones consecutivas de la Vendée Globe. El récord de Le Cléac’h es dos segundos puestos en 2008-09 y 2012-13 y una victoria en 2016-17.
Residente en el puerto de salida y llegada de la regata, Les Sables d’Olonne, Boissières disfrutó una de las más calurosas bienvenidas de sus paisanos, que abarrotaron los muelles del legendario canal de Les Sables, que está a unos escasos 100 metros de donde vive, antes de amarrar en la marina de Port Olona. Rápidamente pudo abrazar a su hijo Leo, de cuatro meses, que nació unas semanas antes de la salida de la Vendée Globe.
Arnaud Boissières (44 años) quedó prendado de la Vendée Globe cuando su padre lo llevó a ver una salida cuando el joven se trataba de leucemia. “Tenía 17 años, sufría leucemia y estaba en fase de tratamiento. En el último momento mi padre consiguió dos billetes para un barco de pasajeros que salía a ver la salida de la ‘Vendée’. En 1989, esto me ayudó a pasar la enfermedad. Me dio una vía de escape y algo con lo que soñar”.
“Es toda una satisfacción”, manifestó a su llegada al pantalán de Port Olona. “En los últimos días he repasado mentalmente todo el proyecto. Estoy contento de terminar décimo. Para mí eso es una gran victoria. Para mí y para todos aquellos que me han apoyado desde la salida, y los que se han unido gradualmente después de 2013. Hoy es un día a compartir. Aquí hay un montón de personas para recibirme. Cuando las cosas no estaban yendo bien yo pensaba en toda esta gente. Ésta ha sido la más dura de las tres Vendée Globe que he hecho porque no había navegado tanto en este barco como en las anteriores. Así que me sentía como que no estaba haciendo las cosas bien. El barco quería acelerar. Lo dejaba ir y ahora está como yo, cansado”.
¡Enhorabuena campeón!