Uno de los más destacados regatistas españoles en vela oceánica, el vasco Unai Basurko, acaba de confirmar su participación en la Baiona Angra Atlantic Race, la regata que partirá el próximo 3 de julio de Baiona rumbo a Angra do Heroismo, en el archipiélago de las Azores.
El navegante vizcaino de 43 años, con más de 500 regatas y 150.000 millas náuticas recorridas, sigue siendo, a día de hoy, el único español que ha logrado subirse al podio de una vuelta al mundo en solitario con dos escalas, un hito que logró en el año 2007 en la Regata 5 Océanos. En el 2008 también participó en la transoceánica Vendeé Globe, la vuelta al mundo en solitario sin escalas; y la Transat Jacques Vabre es otra de las grandes regatas que engrosan el listado de su largo palmarés deportivo.
Dispuesto a sumar una nueva gran regata a su curriculum de navegante, Basurko acaba de inscribirse para competir en la Baiona Angra Atlantic Race. Lo hará a bordo de un Bavaria de 50 pies, de Náutica Cadenote, y con una tripulación compuesta por alumnos y aficionados, en la que aún es posible embarcarse. Lo hace así porque, según dice, quiere “permitirles cumplir el sueño de hacer una navegación oceánica a vela y darles la oportunidad de disfrutar superando las dificultades, navegando de noche, estudiando tácticas relacionadas con la meteorología y la marinería y, por supuesto, disfrutando del océano”.
Cuando faltan menos de dos meses para que empiece la Baiona Angra Atlantic Race, Basurko y su equipo han empezado ya a entrenar, realizando navegaciones mensuales entre Getxo y Sada para mejorar todos los aspectos posibles de la navegación de altura. “Debemos prepararnos muy bien -dice Unai- , es importante llegar en buenas condiciones físicas a la prueba y dejar los problemas en tierra para poder disfrutar al máximo de la competición”.
Una competición que afrontará, según asegura, teniendo siempre muy presentes una serie de cuestiones medioambientales que, desde hace años, impulsa en sus expediciones en velero a lugares como Groenlandia, Terranova o la Antártida. “Quien vea la mar tan solo como un circuito en donde competir, no ha entendido nada de navegación. A bordo promoveremos siempre conductas respetuosas con el medio marino y sus habitantes. La tripulación dispondrá de libros a bordo, para identificar aves, mamíferos, peces…”
Fue esa necesidad de concienciación medioambiental la que llevó a Unai Basurko a crear la Pakea Bizkaia, una escuela con la que pretende conseguir, a través de la notoriedad de sus hazañas, un mayor reconocimiento social para el deporte de la vela, así como educar y concienciar a jóvenes y no tan jóvenes en el respecto al medio ambiente.
Y será la bandera de la paz (pakea significa paz en euskera) y esa filosofía la que marque la navegación del de Portugalete en la Baiona Angra Atlantic Race a bordo del Pakea Cadenote. “Nuestro principal objetivo -dice- será el aprendizaje y el disfrute, pero está claro que también intentaremos hacerlo casi todo un poco mejor que nuestros competidores”.
La regata oceánica, organizada por el Monte Real Club de Yates y el Angra Iate Clube, partirá el próximo 3 de julio de la villa marinera de Baiona rumbo a Angra do Heroismo, una localidad de unos 35.000 habitantes situada en la Isla Terceira del archipiélago luso de Azores. Será allí donde se celebre la entrega de premios de la primera etapa, justo antes de iniciarse la segunda de regreso a Galicia, el 14 de julio. La competición finalizará el día 23 en las instalaciones del Monte Real Club de Yates con la entrega de premios final.
Basurko volverá así a pisar una vez más las instalaciones del club baionés, donde hace años recogió su Premio Nacional de Vela, y a dónde siempre le gusta volver. “Siendo muy muy pequeño –recuerda- , escuché a mi padre contar que en Galicia se navegaba con el spinaker entre delfines, mientras la luna iluminaba unas islas, para terminar amarrando en un club precioso. Tenía 7 u 8 años y no quise perderme la oportunidad de conocer ese club. Desde entonces me siento como en casa en el Monte Real. Que organice esta fantástica regata es sólo un motivo más para volver a Baiona”.