Tras el choque del PRB con el objeto no identificado el domingo, Vincent Riou no pudo realizar la comprobación pertinente debido a las condiciones existentes: 25-30 nudos de viento que imprimían velocidades en torno a los 19-20 nudos. No obstante no detectó nada fuera de lo normal. Pocas horas después la quilla comenzó a entrar en resonancia y a emitir un ruido estridente y constante.
Vincent dio aviso a su equipo de tierra; al arquitecto de la embarcación (Guillaume Verdier) y y al gabinete de cálculo de estructuras HDS GSEA Design (Hervé Devaux et Denis Glehen que comenzaron a analizar la situación.
Esta misma mañana, en condiciones ya más tranquilas, Vincent Riou ha constado que el eje de la quilla fue dañado en el choque. Esta pieza de titanio es una parte esencial de la embarcación. Permite vincular la quilla al casco por medio de una bisagra de plástico y es igualmente este eje el que permite la rotación de la quilla.
En el choque se rompió esta rótula causando una fricción permanente entre el eje de la quilla y el barco. A estas alturas, y dado que todavía tiene por delante todo el Océano Índico, el Océano Pacífico y la ascensión por el Océano Atlántico una vez pasado Cabo de Hornos, la integridad del barco está en peligro o incluso la quilla podría desprenderse.
Ésta es una gran decepción para el vencedor de la Vendée Globe 2004-2005. Hace cuatro años veía como su sueño de completar la vuelta al mundo se esfumaba tras una colisión con un OFNI. El pasado 6 de noviembre salió de Les Sables d’Olonne con el deseo de mantener la igualdad con los nuevos barcos con foils. Algo que ha logrado con éxito ya que PRB nunca se ha apartado del grupo de cabeza. Codo con codo con Banque Populaire durante cierto tiempo, Vincent estuvo incluso varias veces en segunda posición e hizo un excepcional descenso por el Atlántico en su barco con orzas convencionales. Este rendimiento ha sido aclamado por muchos y le había dado todas las esperanzas para el resto de esta vuelta al mundo.
El PRB y su patrón navegan actualmente en condiciones manejables (14 nudos de viento) y Vincent no está en peligro. Está en contacto con su equipo técnico para decidir dónde podría parar para reparar su monocasco, antes de regresar a Francia. Probablemente será en Ciudad del Cabo (Sudáfrica).