De todo lo escrito más arriba es muy probable que a la mayoría de ustedes solo les suene un nombre: John Travolta, el actor estadounidense que saltó a la fama con Fiebre del sábado noche. La nueva película, de nombre Speed Kills, no es oficialmente la vida de Aronow, pues en el film el nombre del personaje es Ben Aronoff, pero a estas alturas todo el mundillo del cine y de la motonáutica sabe de qué va la historia. ¿Pero, quién era Don Aronow?
Donald Joel Aronow (1927-1987) es, probablemente, el personaje más célebre en el mundillo de las embarcaciones a motor rápidas y grandes. Difícilmente hay otro más célebre. Puede que igual, pero no más. Me refiero, por ejemplo, a Raymond Hunt, Dick Bertram, Don Shead, Fabio Buzzi, Michael Peters, Tullio Abbate y a otros diseñadores y constructores célebres.
No sucede en el ámbito de la navegación recreativa a motor lo que sucede en el mundillo de la vela, donde es frecuente que el nombre del diseñador de la embarcación se esgrima como garantía de un tipo determinado de navegación. Sparkman & Stephens, German Frers, Ron Holand, William Fife, Philippe Briand, Bruce Farr y otros.
En la navegación a motor, o le pones tu nombre a la marca –Abbate, Molinari, Jeanneu, Bénéteau- u olvídate de que nadie se interese por el padre de la criatura.
Pero al grano. Nacido en Brooklyn, hijo de emigrantes rusos, Aronow se graduó en educación física, fue socorrista acuático y estuvo un tiempo embarcado como marino mercante entre 1945 y 1947. Trabajó como profesor de educación física y montó una empresa constructora que le permitió hacerse millonario y retirarse a Miami con 32 años, dónde le entró el gusanillo de la motonáutica de velocidad. Era el momento de la eclosión de la motonáutica en el Caribe. Del pasatiempo a la actividad industrial solo hubo un paso. En 1962 creó su primer astillero, Formula, que vendió y sigue existiendo. En 1964 fundó Donzi, que vendió en 1965 y sigue existiendo. Donzi es el diminutivo de Donald, es decir, su propio nombre. El primer Campeonato del Mundo de Offshore de la historia lo ganó nada menos que Jim Wynne en 1964 a bordo de una Donzi de 28’ propulsada con dos Volvo de 135 Hp. En 1967 fundó Magnum Marine, con la principal intención de construir un par de barcos para las regatas de offshore. Un par de años más tarde vendió la empresa y en 1976 la compañía, que sigue existiendo, pasó a manos de otro personaje célebre de la motonáutica internacional: el aristócrata italiano Philippo “Ted” Teodholi y después a su viuda Katrin.
La venta de Magnum incorporaba un compromiso de exclusión en el negocio, de modo que para poder seguir construyendo sus propios barcos de carreras acudió a su amigo Elton Cary para construir una lancha que hizo historia: “The Cigarette”. Nunca he conseguido aclarar si la lancha se llamó así por su estilizada forma, parecida a la de un cigarrillo o por algún tipo de homenaje extraño a los contrabandistas de tabaco, que surcaban las aguas del Caribe huyendo de los agentes de aduanas.
Lo cierto es que el éxito de la embarcación fue tal que, en cuanto vencieron las cláusulas contractuales con Magnum, Aronow fundó el astillero que le hizo célebre: Cigarette. Los negocios náuticos de Aronow no terminaron aquí. Vendió y volvió a comprar Cigarette y también creó otro astillero llamado US Racing Team, en el que construyó catamaranes para el Servicio de Aduanas de los Estados Unidos con la clara finalidad de contar con embarcaciones rápidas para la lucha contra el contrabando de drogas que los gangsters de la época hacían por mar. Se dijo en su momento que seguramente por venganza fue asesinado a tiros a las puertas del astillero, en la calle 188 de North Miami, el 3 de febrero de 1987. De ahí, supongo, el nombre de la película: la velocidad mata, pero en sentido figurado. Años más tarde se descubrió que el tráfico de drogas tuvo que ver, pero solo indirectamente, con este asesinato.
Aronow participó en muchísimas regatas. Ganó tres veces el campeonato estadounidense y dos veces el Campeonato del Mundo de Offshore de la UIM. La primera vez en 1967 a bordo de una Magnun de 28’ denominada Maltese Magnum. La segunda en 1969 a bordo de “The Cigarette” la Cary de 32’ comentada antes, propulsada con dos Mercruiser de 475 caballos. Fíjense que Aronow nunca ganó el mundial con una Cigarette, pero Cigarette ganó el título en 1970 (Ballestrieri), 1971 (Whisnick), 1972 (Rautboard), 1973 y 1974 (Bonomi), 1976 (Gentry) y 1981 (Jacoby).
Tuve la oportunidad de visitar el astillero en 1994. Cuando me presenté en la recepción y dije que me gustaría girar una visita la señorita de la recepción flipó. Tras una larga espera me atendió un joven que hablaba español: Neil Hernández. Hernández fue también piloto de offshore y después gerente de la casa.
No es la primera vez que Travolta ha protagonizado películas con barco. En Face off (1997) pelaba con Nicolas Cage a bordo de una Scarab 23 y en las escenas finales de Operación Swordfish también hay yates…
La aparición de lanchas en el cine y en la pequeña pantalla es considerable, desde Miami Vice en sus dos versiones –televisión y cine- hasta la inacabable saga de James Bond, pasando por los Vigilantes de la Playa, que no todo ha de ser La fuerza del viento o Calma total…Por cierto, en License to Kill aparece una Cigarette, concretamente del modelo Café Racer…
La verdad es que ya tengo ganas de ver la película y descubrir qué barcos se han utilizado para reproducir los de la época y para ver cómo han cambiado –o no- los nombres de Bertram, Kiekhaefer, Cary, Wynne y otras figuras motonáuticas.