En contraste con lo sucedido durante el anuncio de la sede de la próxima America’s Cup, que se hizo a través de una conferencia de prensa oficial, el anuncio de la nueva clase para la próxima Copa América se ha realizado de forma online y muy discretamente, y sin embargo representa un cambio enorme en el desarrollo del evento.
Defenders y Challengers han decidió por mayoría introducir una AC Class para esta edición de la Copa América, en detrimento del AC62 adoptado por unanimidad el pasado junio. Así, se ha seleccionado un catamarán de 45 pies de menor coste de producción. “Los cambios que se están realizando pretenden reducir los actuales costes y la complejidad de elaborar un proyecto que son barreras para los nuevos que deseen entrar a la Copa América”, ha señalado Iain Percy, director del equipo sueco Artemis Racing.
La mayoría de los actuales equipos apoyan la nueva clase para la próxima edición de la Copa América, con el fin de bajar la barrera de entrada, tanto tecnológica como financiera y facilitar el acceso de nuevos equipos.
No obstante, también se han pronunciado en contra. Así, desde el Team Luna Rossa la adopción de una AC Class es contraria a la tradición de la America´s Cup, sin mencionar la extensión de un periodo de dos meses para introducir modificaciones, decidido por mayoría. Esto ha desembocado en una falta de credibilidad sobre los procedimientos establecidos lo que ha propiciado que el Luna Rossa, en un comunicado oficial, anuncie oficialmente su retirada de la 35 America’s Cup.
Los italianos argumentan que bajo una pretendida reducción de costes lo que se pretende es deshacerse de los logros tecnológicos de algunos equipos, favoreciendo posiciones deportivas y técnicas preconcebidas mediante el cambio de un elemento clave en la competición, el barco.
Pero ¿por qué este barco es más atractivo que el AC62 elegido inicialmente? La respuesta está en el rápido desarrollo experimentado por este modelo en los test realizados. Tanto Oracle como Artemis han estado probando en el agua sus más ligeros, más amplios, más potentes y más sofisticadas 45 pies y los resultados les han sorprendido. Así es como justifican el cambio.
“Creo que todos los equipos que han tenido ocasión de probar los denominados AC45 ‘turbo’ en los últimos meses se han visto sorprendidos por el rendimiento de estos barcos creados para ofrecer una nueva clase más pequeña”, dijo el estratega de Oracle Tom Slingsby. “Conseguíamos más o menos la misma velocidad que el 72 con vientos fuertes y éramos incluso un poco más rápidos en vientos ligeros. Llegamos a cerca de 46 nudos de velocidad en 16 nudos de viento y todavía hay mucho por probar”.
“La Copa América, al igual que la Fórmula Uno tiene que ser una carrera de diseño, así como una carrera en el agua”, ha señalado Ben Ainslie, director del desafío de Gran Bretaña.
“Si bien es cierto que hay algunos equipos críticos por este cambio, tenemos que ajustar las cosas. Esta es una regla que proporciona lo esencial de la Copa América: el diseño, el deporte y el espectáculo deportivo sin un coste prohibitivo” señala el medallista olímpico Roland Gaebler quien trabaja en un desafío alemán. “Mi objetivo había estado en la próxima Copa América, pero con estos cambios puede que seamos capaces de acelerar y competir en 2017″.
No obstante, las explicaciones dadas no convencen a Luna Rossa Team quien denuncia que con frecuencia había propuesto formas de contener el presupuesto sin cambiar la naturaleza del barco y que fueron sistemáticamente rechazadas por el Defender.
Por otro lado, desde la propia organización consideran que esta modificación atraerá la participación de nuevos equipos, especialmente de origen asiático, donde parece que hay verdadero interés por tomar parte en la próxima Copa América. Lo cierto es que ahora mismo hay un verdadero terremoto en el seno de la competición de vela más emblemática del mundo que, de entrada ha provocado la retirada de uno de los equipos tradicionales. Veremos cómo se desarrollan los próximos acontecimientos