General
Probamos la actualización de uno de los modelos de mayor éxito de Sasga Yachts: el Menorquín 42 FB, una embarcación meticulosamente planteada y construida con el aval de décadas de conocimiento, oficio artesano y mucha, mucha pasión.
En aguas del Garraf probamos, de la mano de su distribuidor local Hermanos Guasch, una embarcación que resulta ser una actualización del 42 pies de Menorquín. Se trata del Menorquín 42 FB (flyingbridge), una opción que, a nuestro entender y visto lo visto, es un compendio de “mucho oficio” en todos las facetas de que consta la construcción de un barco.
La actualización del Menorquín 42 con el nuevo Menorquín 42 FB responde a la lógica de una evolución necesaria en que ciertos “tics” tradicionales de los llaúts se van necesariamente abandonando. Los más claros, aplicados también en otros modelos menorquín de Sasga Yachts, es que esas bañeras estrechas de antaño ya no tienen cabida en las preferencias del mercado actual. Ahora las bañeras se han ensanchado ¡y de qué manera! a imagen y semejanza a los yates “no tradicionales”. Los cascos, también antaño sobremotorizados que requirieron poner extensiones a modos de grandes plataformas de baño para evitar un efecto demasiado apopante en navegación y aún así desplazaban demasiado agua con un consumo elevado, han cambiado y se han desarrollado para una mayor planeo. Los cascos Menorquin de Sasga Yachts son ahora más eficientes. Cambios más o menos sutiles que, por suerte, han respetado y estilizado las líneas tradicionales de estas embarcaciones tan emblemáticas.
Según los responsables de Sasga Yachts el Menorquín 42 FB exhibe una cubierta más larga hacia proa que antes y la caída de las paredes de la sobreestructura y su encuentro con la cubierta ya no es oblicua de “dentro a fuera” si no vertical, lo que ha redundado en unos pasillos laterales más amplios. La versión FB de este Menorquín 42 pies exhibe un flyingbridge o sobrepuente más alargado, tanto por proa con una prominente visera, como por popa con un voladizo que cubre el cenit de toda la bañera, por cierto, muy grande y espaciosa… ¡y no como antaño!
Navegación
Navegar a 12-15 nudos es un placer
Salimos a navegar el Menorquín 42 FB, la unidad #1, desde Port Ginesta, al pie de las Costas del Garraf. El barco va dotado con dos motores Volvo Penta D4 de 300 Hp c/u aunque el astillero prefiere instalar a modo de estandard el D4 de 320 H. Somos 4 colegas de la prensa técnica especializada, un distribuidor local de la marca y una representante del astillero venida directamente desde la sede central en Menorca ¡Gracias! Llevamos el 40% de agua (500L) y el 90% del combustible total (1.200L). Salimos del muelle en el que estamos abarloados con mucha precisión usando una efectiva y necesaria hélice de proa combinando los dos motores.
Iniciamos nuestro ensayo con mar de fondo de Levante y marejadilla en superficie de la misma componente y el molesto rebote de las olas de la costa en diagonal. Y lo hacemos algo diferente a lo habitual ya que estamos en un barco de semi-planeo, por tanto, hay que olvidarse de las asumidas sensaciones de un yate o lancha convencional. No son determinantes los registros de velocidad. Hay otros parámetros que quizás vale la pena mencionar.
Directamente vamos a buscar la velocidad de crucero standard, para navegar millas y millas a buen ritmo. A 3.000 r.pm. los motores suenan bien y navegamos a 15 nudos. ¡No está mal! La posición del barco es claramente de desplazamiento. Sólo si añadimos las 500 vueltas que faltan para su velocidad máxima, vemos que inicia un semiplaneo dejando por detrás una estela similar a un yate convencional. Casi 20 nudos que con la potencia recomendada y aludida antes, podríamos navegar algo más rápidos, a unos 21-22 nudos de velocidad máxima. ¿Es importante? Diríamos que no.
Pero lo importante es la manera en que navega, porque el Menorquin 42 FB es un barco que muchos adoptarán para singladuras de semanas e, inclusos, meses. Y en este sentido debemos decir que la navegación de crucero, a 3.000 vueltas o 2.800, es muy confortable y suave. Navegando a contra ola, algo ladeados hacia la amura, evitamos que la roda se hunda menos, por lo que además de aumentar la eficiencia del casco y neutralizar un excesivo y normal cabeceo, hará disminuir el consumo general en los trayectos largos y será algo más confortable para la tripulación. En este rumbo y con algo de marejadilla no podemos evitar poner el limpiaparabrisas para los rociones laterales esporádicos. Perpendiculares a la ola, no podemos evitar también los rociones que nos vienen centrados por la crujía a pesar de la importante altura de la proa.
Variamos el rumbo y navegamos del través. Y procedemos radicalmente comprobando que la escora en la virada es inapreciable, aún habiendo mar. Activamos y desactivamos una y otra vez el ZipWave, automatismo que activa según convenga los flaps de cortinilla (tipo interceptors) para adaptar el asentamiento del barco en el agua a las condiciones de mar y viento, y apenas notamos diferencia en el comportamiento del barco. Lo cual nos indica que al Menorquín 42 FB no lo para nadie y no requiere apenas de “arreglos” para que la tripulación se sienta más confortable a bordo en navegación. No hay pantocazos. Sin duda la gran “V” del casco ayuda.
La estabilidad lateral es buena teniendo en cuenta que tenemos una sobreestructura (peso) en altura que alberga el sobrepuente (+ efecto vela del viento). Ahí es cuando entra en acción el quillote en la quilla de la carena. Un elemento tradicional que compensa el bamboleo o vaivén que el mar de través provoca en toda embarcación. Precisamente este quillote favorece que hagamos a baja velocidad unas circunvalaciones de radio muy corto, muy parecidas a las que pueden realizar los veleros.
Otros detalles que nos llaman la atención es que no arrastra humedad o pequeñas gotas en suspensión por popa, algo muy habitual en yates de planeo o semiplaneo, y que suele ser el motivo de la “huida” de la tripulación en la bañera hacia el interior en navegación. La rumorosidad de los motores es muy sorda, en especial bajo techo, lo cual es un factor de confort importante ya que se puede hablar en un tono normal.
En flyingbridge la navegación con este mar de fondo y marejadilla ahora cruzada en superficie, es confortable. No advertimos el clásico cimbreo ante algún pantocazo porque… ¡no se producen pantocazos! La proa y el casco negocian eficientemente cada ola sin estruendos ni golpes. Cosa que también advertimos al bajar a la cubierta inferior y nos fijamos en los ángulos de los mamparos con las. ¡Todo encaja, nada se mueve al aso de cada ola! Conclusión: el casco es rígido y sólido. ¡Fuerte!
Desde el puesto de gobierno la visibilidad es casi absoluta en los 360 grados. Disponemos de un banco que pudiera ser para dos personas bien avenidas pero la posición central de la rueda de gobierno hace que el/la patrón/a se siente en medio del mismo eliminando esa posibilidad. Lo mismo ocurre en el puesto de gobierno del flyingbridge, aunque el sofá contiguo minimice los efectos. La consola permite la instalación de relojes y tacómetros analógicos además de un plotter de navegación opcional de mediano formato. El cristal de la banda es corredero por lo que el patrón puede tener una acceso mínimo para cualquier vocear cualquier orden.
Habitabilidad
Menorquín 42 FB. Espacio exterior y confort y calidez tradicional bajo techo
La habitabilidad exterior del Menorquín 42 FB es amplia y cómoda. Empezando por su proa, tras cuyo “cap de mort” característico balear, hay una gran zona muerta, de tránsito diríamos, en la que se inicia el área destinada a solario que es, nada más y nada menos, que el tejadillo de la sobreestructura antes de alzarse hacia popa. En ella una gran colchoneta ofrece su cabecero cerca del acristalado donde se alza la sobreestructura y en sus laterales como unos guardamares de seguridad o quizás otros cabeceros por si nos queremos estirar transversalmente. Los pasillos de acceso a proa son amplios y seguros, con un único escalón, gracias a la altura de las paredes de la borda y a unos oportunos guardamancebos de poca altura. Parte del trayecto por los pasillos sea realiza bajo un vierteaguas muy estético bajo los cuales se estiban colgados con grapas los bicheros. A proa, en las amuras, hay espacio para sendas guardadefensas abatibles.
La bañera es enorme con un banco en “L” que resigue las brazola de popa y la de la aleta de babor. En sus extremo, contiguo al portón de acceso a la gran plataforma de baño que muestra un cofre enorme, el banco ofrece un escalón muy práctico que nos indica por dónde transitar si estamos embarcando/desembarcando por la pasarela desde/hacia el muelle. Basta que al llegar, nos sujetemos al voladizo del flyingbridge que queda a la altura de la cabeza, a modo de pasamanos, y bajemos por dicho escalón con toda seguridad sin necesidad de saltar a la bañera de cualquier forma.
En la bañera llama la atención su amplitud y el efectivo sistema para retirar hacia la pared la escalerilla de acceso al flyingbridge. De esta manera se gana más espacio diáfano.
El acceso al interior, 5 dedos en un plano superior, puede abrirse totalmente a bañera mediante dos puertas dípticas. Se accede directamente al salón que ofrece a babor un sofá recto enfrentado a una dinette compuesta por una mesa de altura graduable rodeado por un sofá en “U”. Bajo los tres tramos del sofá se ofrece espacio para la estiba. Yendo a proa, observamos un monitor de TV colgante dispuesto en dirección sofá encima de un mueble bajo de estiba. Colindante al sofá está ya el puesto de gobierno bajo cuyo asiento se ha dispuesto de una nevera de cajón profunda de apoyo de de alta capacidad.
Al lado existen tres peldaños que nos llevan a la cubierta inferior del Menorquín 42 Fb. A babor se dispone de una completa cocina en formato “U” muy completa y espaciosa para dar servicio a 4-6 personas a bordo con un amplia capacidad de estiba para víveres y menaje. La cocina de esta 1ª unidad de este modelo contiene fregadero, horno, cocina con dos quemadores de gas, microondas suspendido, gran nevera de apertura vertical.
Enfrente de este atractivo espacio se dispone de un camarote con dos camas individuales grandes dispuestas sentido avante con un gran armario compartimentado y lavabo privado compuesto de un solo ambiente pero con un biombo tríptico que cierra el plato de ducha. El camarote posee unos espacios mete cosas, una mesilla de noche central con cajón, un oportuno espejo como cabecero de las camas que magnifica la estancia, una entrada de luz practicable y bastante volumen que evita agobios.
A proa se encuentra el camarote armatorial con una doble cama, dos entradas de luz practicables en cada amura y una lumbrera/escotilla de seguridad cenital de grandes dimensiones. En cada banda, un armario ropero de grandes dimensiones y cajones bajo los pies en la cama. En las amuras algunos lugares para colocar enseres personales.
Calidez y confort tradicional
La decoración general de la acomodación y la cubierta principal generan un sensación de bienestar y el estilismo aplicado bebe en el origen tradicional del astillero. La excelente iluminación natural complementada por la artificial de los camarotes y la claridad de las maderas con una tapicería beig acorde, crean un ambiente agradable, actual y jóven.
Un camarote más como opción
El Menorquín 42 FB también se ofrece con la posibilidad de un camarote más. En este caso, según vemos en el plano, la cocina se trasladaría a la cubierta principal para colocarla a babor en un formato lineal frente a la dinette y el espacio “dejado” sería aprovechado por un camarote más con una cama doble grande, armarios y su acceso.
En el “fly”
El sobrepuente está milimétricamente estudiado para que sea una de las zonas sociales y de disfrute de la navegación más importante. Los diferentes elementos están planteados en sus justos tamaños. Junto al puesto de gobierno, se exhibe una dinette a babor, es decir, mesa de altura graduable rodeada por unos tramos de bancos que conforman un sofá en forma de “U”. Dicha mesa puede servir de base para crear un solario alternativo. Tras este set hay un espacio diáfano, para el tránsito que alguien, estamos seguros, destinará para poner una neverita para los refrescos. La zona se cubre del sol mediante un bimini tradicional realizado con tubo de acero inoxidable que a nosotros nos hubiera gustado más que se abatiera del todo sobre el “fly” para no ensombrecer el perfil magnifico mástil de madera, ligeramente curvo, del pabellón y su led del tope. Cuestión de gustos :). El acceso por la escalerilla hacia la bañera posee buenos asideros donde sujetarse para bajar, naturalmente, ¡encarados a la escalera!
Plataforma inmensa
Un tamaño interesante, ya no solo porque es mucho más placentero para los momentos de fondeo y de baño, si no porque la plataforma es el lugar natural donde estibar una auxiliar motorizada. Para ello, sólo bastaría instalar dos cuñas a modo de cuna para encajar el casco gracias al concurso de la pasarela que actuará como grúa. ¡Fácil, fácil! La plataforma, como hemos dicho, posee un gran cofre para colocar amarras o bien equipamiento de baño.
Balance
Menorquín 42 FB. Décadas de conocimiento, oficio artesano y pasión
En estos años hemos probado no pocos barcos Menorquín. Barcos en diferentes épocas en que la propiedad varió hasta volver a las personas que crearon la marca hace casi 45 años. Los descendientes del Sr. Juan Sastre que fundó en 1978 la marca, han sabido y saben leer muy bien el mercado y conocen muy bien la tipología de navegantes incondicionales de sus modelos. Navegantes, muchos, con una larga trayectoria.
Hace unas temporadas fuimos testigos de la excelencia alcanzada con la prueba realizada al imponente Menorquín 68. No es casualidad pues, que las expectativas con Sasga Yachts y sus Menorquín sean siempre altas. Expectativas y calidades que en este modelo siguen intactas.
Al contemplar cada palmo de esa actualización en la que el Menorquín 42 se sustituye por el nuevo Menorquín 42 FB (también se ofrece sin flyingbridge, serie Hardtop), uno no deja de darse cuenta en el oficio artesano que hay en cada detalle. La observación de algo como el mástil del pabellón o cruceta, nos ha llevado a este tipo de reflexiones. Lo mismo sucede al observar otros trabajos como la teca a modo de tapetas de las bordas o los acabados en madera del mobiliario en el interior. El uso de la madera, de la teca, de forma extensiva confiere al final un plus de robustez general además de un “sabor” muy marinero.
Los detalles marineros, como el asideros en el techo del salón, las brazolas de la bañera, los trabajos en los inoxidables, como el sistema de “repliegue” de la escalerilla de acceso al “fly”, o soluciones tan simples como obvias como es instalar portadefensas abatibles, son una muestra del profundo sentido marinero de Sasga Yachts. ¡Nos recreamos en el techo del voladizo sobre la bañera, rematada con listones de madera! Focalizando, nos sorprende también -muy raro, ¿verdad?- que el límite del voladizo del flyingbridge, lugar en donde no se suele transitar si no es para colocar la radiobaliza EPIRB, muestre antiderrapante. ¡Qué grato detalle!
Otros detalles que ilustran las millas corridas es la belleza de los voladizos laterales y en, general, de la línea elegantísima de este 42 pies. La integración del flyingbridge respetando las leyes no escrita de la proporcionalidad eslora-altura está realizada con mucha precisión. Pero siempre… ¡hay un pero! Y más si hablamos de barcos. ¿No podríamos minimizar la presencia del bimini cuando no esté en uso? 🙂