General
Mareti Boats ofrece una extensa gama de opciones dónde elegir la embarcación para este verano. Nosotros nos hemos fijado en la Mareti 600 Open y por eso la probamos en aguas del Mar Menor. Una opción completa y atractiva no sólo en su aspecto, también en sus costes.
Mareti Boats ofrece una extensa gama de opciones dónde elegir la embarcación para este verano. Nosotros nos hemos fijado en la Mareti 600 Open y por eso la probamos en aguas del Mar Menor. Una opción completa y atractiva no sólo en su aspecto, también en sus costes.
Ya nos referimos a Mareti Boats hace algunas fechas. Un astillero que en los últimos años ha trabajado en silencio creando una gama de embarcaciones concebidas y producidas por el mismo astillero, que cuenta con un enorme “expertise” desde hace 50 años.
El portfolio de Mareti Boats es extenso, con proyectos todavía por venir, con muchas gamas. La gama open es precisamente la que ofrece más opciones donde elegir entre los 3,7 y los 7 m. Nos ha parecido oportuno, a propuesta del astillero, mostrar la 600 Open que, a simple vista, resulta muy atractiva para una náutica familiar y asumible, en definitiva, una náutica “fácil” de disfrutar.
Con una motorización instalada de 90 caballos, el astillero recomienda una potencia máxima de 175 Hp, la probamos en las tranquilas y rizadas aguas del Mar Menor. Sus formas claramente nos indican que es una propuesta para desenvolverse bien en el mar “mayor”, con todo lo necesario y las características para disfrutar a tope de él.
Navegación
Mareti 600 Open, gobierno fácil y “alegre”
Con 90 caballos de Tohatsu instalados, salimos a probarla con un casco completamente limpio, el depósito de gasolina (100 L) a un tercio de su capacidad y el de agua vacío. Dos personas a bordo y el mar algo rizado con un viento de unos 6-8 nudos de velocidad.
Tras calentar el motor, empezamos unos primeros lances tranquilos acelerando progresivamente. Vemos que la proa se va elevando hasta que notamos que “busca” entra en planeo cosa que hace a las 3.000 r.p.m. cayendo su proa de golpe a una velocidad de 12 nudos. Vamos incrementando la velocidad en línea recta y a 3.700 vueltas nos plantamos en los 20 nudos de velocidad con un planeo obviamente franco y con una estela de aspecto estirado que denota el buen trabajo del casco y sus redanes sustentadores, dos por banda. La proyección del agua por el lateral es excelente, con lo que podemos afirmar que el asiento sobre la superficie del agua es muy bueno. Con el motor calentito, vamos empujando la palanca del gas hasta llegar a la velocidad máxima de 30 nudos a 5.200 vueltas. La velocidad podría ser mayor si no fuera porque el paso de la hélice, de 17”, está pensado para llevar a bastantes tripulantes, es decir, peso. Tranquilamente se podrían ganar 2-4 nudos más, lo cual es mucho para los 6 m de eslora de esta 600 Open y la motorización instalada pero,… ¿importa mucho? Nosotros creemos que no y que prima la sabia decisión tomada de los servicios técnicos de Mareti Boats de potenciar la tracción ante el programa de navegación que el propietario ha manifestado.
El gobierno es placentero ya que percibimos suavidad y robustez en el traquetreo a contra ola y una gobernabilidad ágil a la hora de hacer cabriolas. No se trata de una embarcación de acento deportivo, pero la llevamos un poco al límite y vemos que para nada se asoman las cavitaciones y las ventilaciones que, como se sabe, no es lo mismo.
Tanto en las viradas abiertas como en las muy cerrada la 600 Open de Mareti Boats muestra un buen agarre sin “culear”. Su navegación es seca y la respuesta del conjunto a la demanda es inmediata con la potencia instalada. Con algunos caballos más, la respuesta sería más reactiva.
Desde el puesto de gobierno nos sentimos cómodos porque en realidad, para hacer un poco “el ganso” llevando la embarcación al límite, es mejor estar de pie o apoyados en el asiento. En nuestra opinión, el volante es algo pequeño, lo que requiere de énfasis a la hora de girar en corto, con una dirección puramente mecánica. En opción se ofrece una dirección hidráulica.
Una vez pasado el síncope, nos entretenemos en observar la ergonomía y ya nos sentamos debidamente en el asiento como si nos fuéramos al caladero a echar el volantín. Pues sí, estamos cómodos en el asiento, bien parapetados tras la consola aunque observamos que nuestro acompañante del astillero, tiene dificultades para sujetarse. Sencillo, se pone un asidero más cercano al agarre natural cerca del asiento que resulta que es un buen banco para dos. El parabrisas actúa como deflector desviando el viento aparente producido por la velocidad de forma adecuada. El espacio para la electrónica ofrece posibilidades de instalar plotters de pequeño/mediano formato mediante “brackets”. No hay espacio para empotrados.
Habitabilidad
Mareti 600 Open, una day-cruiser en toda regla
Efectivamente se trata de una embarcación open con una amplia consola central con pasos holgados y muy seguros por ambos lados y que ofrece una pequeña cabina. Una cabina que, seamos francos, suele usarse para la estiba de pertrechos y equipos de pesca funcionando como casi un trastero, cosa que no deja de ser algo práctico. Pero no perdamos de vista que, si se prefiere, también puede usarse para el descanso ocasional si alguien lo precisara. Está claro que es el lugar adecuado para instalar una literita opcional o un siempre necesario WC (de enjuague o químico).
Su proa es probablemente el sitio más acogedor donde estar tranquilos en familia o con los amigos. Debido a los altos francobordos interiores de las amuras, nos sentimos francamente cómodos con la espalda muy bien recogida. Contando con el asiento instalado en la pared frontal de la consola, caben hasta 6 personas de tertúlia alrededor de una mesa montable mediante un pie fijo. Esta misma mesa, se usa como plataforma para montar también un solario añadiendo las piezas de tapicería disponibles. El tránsito por los pasillos están bien resueltos en términos de seguridad pasiva gracias a su amplitud, profundidad y a la presencia de unos largos asideros que complementan el agarre que también ofrecen los pasamanos de los candeleros.
Yendo a popa, vemos que las regalas están rematadas por unas tapetas de teca en las aletas que también invitan a agarrarse. Allí advertimos el asiento del puesto de gobierno que, al abatirlo, resulta ser un excelente cofre con cubeta para la estiba. Tras el puesto de gobierno se halla un banco abatible de dos plazas.
Desde este punto tenemos una salida fácil, por ambas bandas tras abrir un pequeño portón, a las plataformas de baño integradas. Ambas resultan ser dos cofres practicables, en los que se estiban las dos baterías, la de encendido y la de servicios, y un espacio para la estiba de cabos o amarras. En la plataforma de estribor se halla la escalerilla con asideros “tipo piscina” abatible de dos tramos. En la crujía vemos montado el mástil de tiro para el arrastre de juguetes náuticos tipo “donuts” o de “wakers” El piso de la cubierta principal y de las plataformas está recubierto con un material símil teca muy esponjosos y agradable al pie desnudo. La Mareti 600 Open ofrece, por supuesto, un bimini desplegable que nos protegerá del sol en su cénit en toda la bañera.
Balance
Mareti 600 Open. Opción “prêt-à-porter” con buenos extras posibles
Para un concepto de navegación “easy”, fácil de navegar y de mantenimiento, la Mareti 600 Open es una excelente opción. En su sencillez está, sin duda, parte de su gran éxito. Sencillez que redunda en un mantenimiento fácil, fácil a costes también “fáciles”. Nos gusta enfatizar también que en términos constructivos es excelente, robusta y confiable además de atractiva. Acabados excelentes en los gelcoats, buenas tapicerías y un mimo percibible se mire desde donde se mire.
Qué duda cabe que la construcción de barcos de pequeña eslora es lo más difícil que hay, ya que siempre se tiende a echar en falta algo. No es el caso de esta Mareti 600 Open, ya que el equipamiento de salida ya nos permite salir al mar a disfrutar. Otra cosa es que nos demos el gustazo de equipar más nuestro capricho. Y para ello, Mareti Boats ofrece un buen elenco de extras a sumar a un PVP base francamente atractivo. El astillero ha previsto muchas opciones para vestir una embarcación francamente “resultona” para aquellos que sientan la llamada del mar o la curiosidad de iniciarse en la navegación o para l@s que, simplemente, buscan la sencillez a una afición tan hermosa como es la náutica.
La web de Mareti Boats rezuma la misma sencillez y practicidad de consulta. Los costes y los extras de la Mareti 600 Open, con sus 20 posibilidades de motorización, nos dan una idea del valor final afinado, antes de impuestos, de nuestra futura adquisición sin necesidad de consulta previa. Gran facilidad en la que no nos cabe duda que muchas personas se encuentran mucho más cómodas. Por cierto, la 600 Open de Mareti no tributa ese molesto + 12% del mal llamado impuesto de matriculación que se suele añadir al 21% del IVA. ¿Titulación? Con un PNB, patrón de navegación básica será suficiente.
¡Al mar y navegar ya!