El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) ha realizado un ejercicio de salvamento y lucha contra la contaminación marina denominado PolEx 22 (Pollution Exercise), organizado por la Dirección General de la Marina Mercante y Salvamento Marítimo con el objetivo de poner a prueba la capacidad de coordinación de medios y la gestión de la crisis ante una posible emergencia real, como establece el Sistema Nacional de Respuesta ante Contaminaciones Marinas.
La secretaria general de Transportes y Movilidad Urbana, María José Rallo del Olmo, ha participado hoy en el acto de presentación del ejercicio y ha destacado la importancia de que se lleven a cabo este tipo de “entrenamientos” que, sin duda, hacen posible respuestas más eficaces cuando se producen emergencias reales relacionadas con el rescate de vidas humanas o con la lucha contra la contaminación provocada por buques en el mar.
En el ejercicio ha participado un amplio operativo de medios marítimos y aéreos de Sasemar, al que se han sumado medios de la Guardia Civil, la Ertzaintza, Cruz Roja y Vigilancia Aduanera.
El ejercicio
Ha consistido en simular la colisión entre un buque de carga general con destino a Bilbao y un pesquero. El accidente ha provocado un vertido de unas 70 toneladas de fueloil al mar en la primera media hora y también ha generado un herido entre la tripulación del pesquero.
Todo el simulacro se ha podido ver en directo desde la terminal de cruceros de la Autoridad Portuaria de Bilbao ante la presencia de autoridades y representantes de los organismos nacionales, autonómicos y locales que, de forma regular, participan en las emergencias marítimas que se producen en el País Vasco.
Durante el ejercicio se ha procedido a extender una barrera anticontaminación desde el remolcador de salvamento “María de Maetzu”, con la asistencia de la salvamar “Alcyone” y medios aéreos han evacuado a tierra al herido. Asimismo, el gabinete de crisis ha activado el Plan Marítimo Nacional en situación 2 de emergencia.
El objetivo de este tipo de simulacros es, sobre todo, mejorar la coordinación y la gestión de la crisis entre todos los organismos que participan en las emergencias marinas y comprobar que se mantienen los estándares de seguridad, así como verificar el grado de adiestramiento del personal implicado en el suceso.
Este no es el único ejercicio que se lleva a cabo a lo largo del año. En lo que va de 2022 se han realizado en las costas españolas un total de 12 simulacros de lucha contra la contaminación marina y más de 350 relacionados con emergencias medioambientales.
El desarrollo de los simulacros se considera esencial por parte de las autoridades marítimas españolas para mejorar la capacitación de las tripulaciones, evaluar la capacidad de respuesta y coordinación ante distintas emergencias y para que los operativos se familiaricen con las técnicas utilizadas para afrontar de la mejor manera posible episodios reales.
También supone un campo de pruebas idóneo a la hora de detectar posibles errores en la coordinación, en los operativos utilizados o en las decisiones que se adoptan durante la emergencia.