Juan Vila a bordo del Wild Oats XI; el cántabro Pablo Arrarte en el Comanche; el gaditano Rafa Trujillo en el JV62 Chinese Whisper; el barcelonés Guillermo Altadill en el TP52 Koa, y los canarios Oliver Herrera y Carlos Hernández en el Volvo 70 Maserati son los españoles que este año formarán parte de la excelsa flota de embarcaciones de la Rolex Sydney Hobart.
La mítica regata de 628 millas náuticas lo tiene ya todo listo para dar el pistoletazo de salida a su 71 edición que parece va a estar marcada por un frente que golpeará duramente en la primera noche de regata, con vientos de proa de 25-35 nudos de intensidad y mar picada.
La Rolex Sydney Hobart se celebra cada 26 de diciembre desde 1945, y se ha convertido en referencia imprescindible del calendario internacional de regatas oceánicas. En Australia es un cita obligada del conocido como Boxing Day, y miles de espectadores se apostan a lo largo de la costa de la bahía de Sídney para disfrutar del espectáculo y rendir homenaje a las tripulaciones. La salida de su 71ª edición se celebrará el próximo sábado a las 13:00h (hora local de Sídney, 03:00h de la madrugada en Europa central).
“Es una buena regata”, comenta Guillermo Altadill. “Es la típica prueba de 600 millas, con el atractivo de contar con una flota grande y de buen nivel. Las pruebas de esta distancia son muy interesantes porque te permiten combinar una flota de barcos offshore con otros que no lo son tanto. Además, es la regata más importante del hemisferio Sur, y es en la que encuentras las condiciones más duras de todo el calendario”.
Rachas de más de 45 nudos
De acuerdo con el NSW Bureau of Meteorology, la salida se realizará con viento de componente norte de entre 15 y 20 nudos. Tras dejar atrás los Heads, en la bocana de la bahía, la flota saldrá a mar abierto, donde la intensidad subirá ligeramente para propulsarla rumbo sur en una rápida empopada que se prolongará durante alrededor de seis horas antes de un radical cambio de ritmo.
El barcelonés Juan Vila, considerado uno de los mejores navegantes del mundo, repite participación a bordo del Wild Oats XI de Bob Oatley, equipo con el que logró la victoria en tiempo real en 2014. De acuerdo con la información que baraja el equipo, “sobre las siete de la noche nos encontraremos con un frente que implica un gran cambio de viento, del nordeste a sur-suroeste con bastante intensidad, lluvia y posibilidad de tormenta. Navegaremos con 35 nudos durante un par de horas, y luego se estabilizará en el entorno de los 25 nudos el resto de la noche”. La organización apunta a posibilidad de rachas que podrían alcanzar los 45 nudos. “Será una ceñida dura a lo largo de la costa australiana, con ola corta e incómoda por la combinación de la corriente del norte contra el viento del sur”, continúa el español. “Al llegar al estrecho de Bass debería ir amainando, e incluso llegando a Tasmania tendremos que atravesar una zona de calmas antes de encontrarnos con vientos del norte entrando en la isla”.
Esa es la situación que aguarda a los barcos más rápidos. Para cuando los líderes alcancen Hobart, el resto de la flota permanecerá todavía varios días más en el agua, y la previsión inicial es que las tripulaciones tendrán que negociar la aproximación a Tasmania con brisas ligeras, lo que ralentizará su marcha y pondrá a prueba su temple.
Wild Oats XI, rival a batir
Entre los aspirantes al título en tiempo real no podía faltar el equipo más laureado de la historia de la Rolex Sydney Hobart, el Reichel Pugh 100 Wild Oats XI de Bob Oatley. Ganador en tiempo real en ocho ocasiones, estableció en 2012 la mejor marca del recorrido: 1 día, 18 horas, 23 minutos y 12 segundos. Con el objetivo de mejorar ambos récords, y defender de paso su triunfo de 2014, el veterano 100 pies botado en 2005 ha recibido una drástica actualización que ha incluido cortar literalmente 10 metros de su proa y dos de su popa, reconfigurar su casco y modificar su plano vélico.
“Con la nueva configuración hemos buscado hacerlo un poco más polivalente y competitivo con las condiciones de viento”, explica Vila. “Se nota que pesa menos que en otras ediciones y con más potencia en la popa; ha mejorado bastante la velocidad en condiciones de popa redonda con vientos más fuertes”.
Para mantener su hegemonía, el Wild Oats XI tendrá que superar este año a rivales de la talla de los 100 pies australianos Perpetual Loyal de Anthony Bell y Ragamuffin 100 de Syd Fisher, y al coloso estadounidense Comanche de Jim Clark, el conocido como “monocasco más rápido del mundo”, que debutó en esta misma regata hace ahora un año y completa en Sídney su particular vuelta al mundo después de cruzar el Atlántico en la Transatlantic Race y competir durante la temporada en Europa. También se cuela en las apuestas el potente Rambler 88 del estadounidense George David. “Sabemos que nuestros rivales pueden ir muy bien con viento, así que nuestro objetivo será intentar defendernos cuando las condiciones no son tan favorables para nosotros y aprovechar nuestra fortaleza con poco viento”, concluye Vila.
Si los contendientes por la victoria real se cuentan con los dedos de una mano, los aspirantes al triunfo absoluto son todos. Literalmente, cualquiera de los 109 barcos que compiten este año puede ganar la Tattersall’s Cup, el codiciado trofeo que premia al campeón de la Rolex Sydney Hobart en tiempo compensado. Buen ejemplo es el defensor del título, el pequeño Farr 43 Wild Rose de Roger Hickman. “Sabemos que repetir triunfo es muy difícil, pero nos permitimos soñar”, comenta el armador y patrón del barco australiano. En 2013 el título absoluto correspondió a un barco de 50 pies, el Cookson 50 Victoire de Darryl Hodgkinson, que también estará en la línea de salida.