La salida de la 20ª edición de la Mini Transat-Islas de Guadalupe tendrá lugar el 19 de septiembre, antes de lo previsto en otras ediciones, con el fin de garantizar que el paso por el Golfo de Vizcaya se realice en la época más segura. Este mes de septiembre los patrones solitarios verán cumplido su sueño, después de meses de preparación y tras haber cumplido todas las pruebas clasificatorias exigidas por la Clase Mini.
Antes de poder cruzar la línea de salida en Douarnenez (Francia), los patrones deben asegurar un número concreto de millas recorridas: 1000 recorridas en solitario y 1000 completadas en las regatas oficiales de la Clase Mini. Esto hace que las plazas estén muy disputadas, ya que las inscripciones se hacen siguiendo las clasificaciones. Aquellos que primero consigan las millas clasificatorias serán los primeros en inscribirse. “Los requisitos de clasificación me parecen impecables, la Clase Mini tiene casi 40 años de historia y saben lo que se hacen, son muy exigentes tanto a nivel personal como en la seguridad del barco”, afirma Jesús Jiménez, uno de los españoles clasificados para esta edición. “La famosa ‘calif’ (qualification en francés) fue una experiencia inolvidable y superarla me hizo sentir que la Mini Transat era posible”, añade Jesús.
Desde la costa francesa, la flota se dirigirá a su primera parada en Lanzarote, donde esperarán hasta el 31 de octubre para el pistoletazo de salida de la segunda etapa, que les llevará a cruzar el Atlántico. Será entonces cuando los regatistas pondrán a prueba su capacidad de navegación en solitario. Sin ordenadores, ni teléfonos, ni nada que les permita ponerse en contacto con tierra durante la regata más que un GPS estándar, los 84 patrones recorrerán un total de 4020 millas que les llevarán desde Douarnenez hasta la isla caribeña de Guadalupe. Llegar hasta allí, es un sueño hecho realidad para muchos, para otros, el posible inicio de una carrera como navegante profesional.
Españoles de la flota
Seis españoles formarán parte de esta flota internacional que agrupa, de momento, trece nacionalidades diferentes entre los preinscritos. Fidel Turienzo, Carlos Lizancos, Jesús Jiménez, Guillermo Cañardo, Aitor Ocerin y Nacho Postigo son los seis españoles que han conseguido pasar las condiciones de clasificación y que estarán en la línea de salida el próximo 19 de septiembre en Douarnenez, Francia.
Fidel Turienzo, de 23 años, empezó a navegar a los 9 años en Santander y desde que era pequeño sueña con las regatas oceánicas. Este año por fin ha reunido todo lo necesario para enrolarse en esta aventura en solitario: el barco, la clasificación y la preparación y el presupuesto con el patrocinio de Metromar. Fidel afirma que su objetivo principal es acabar la regata, disfrutar de ella y, claro está, conseguir un buen puesto. “Pero lo básico y lo importante, es llegar al Caribe”, apunta.
Nacho Postigo, tenía apenas 8 años cuando vio por primera vez un mini atracar en Santander, su ciudad natal. Desde entonces ha crecido en el mundo de la vela, se convirtió en regatista profesional y cuenta con dos America’s Cup a sus espaldas. Dos intentos fallidos, en 1995 y en 2007, no le han quitado el ánimo y el próximo septiembre estará en la línea de salida en Douarnenez para cumplir su sueño de cruzar el Atlántico en solitario a bordo de un Argo 650.
La pasión de Jesús Jiménez por la vela no viene de familia, con 23 años decidió trasladarse a Tarifa (Cádiz) para poder practicar su pasión, el windsurf, y tras años de trabajo, pudo comprarse su primer barco, un Half Tonner. Realizó su formación en Francia en el Centro de Entrenamiento en La Grande Motte, donde pudo aprender tanto sobre los entrenamientos en el agua como con especialistas en meteorología, electrónica, gestión del sueño… “Esto me ha supuesto dedicarle una semana al mes al mini, regatas a parte, los últimos tres años. Afortunadamente mi trabajo y mi mujer me lo permiten”, afirma Jesús. La Mini Transat es para él la aventura clásica del mar, “si tu pasión es el mar y la navegación, esta regata lo tiene todo, los minis levantan simpatía allí por donde pasan, no dejan a nadie indiferente, nos hacen soñar”.
Carlos Lizancos lleva desde los 9 navegando, fue miembro del equipo nacional de vela y ha conseguido entre otros triunfos, tres campeonatos nacionales absolutos. “Le ayudé a atracar en San Sebastián y desde ese momento, como regatista, quise hacer la mini”, afirma Carlos. Esta será su segunda participación en la Mini Transat tras el abandono en la edición de 2013 debido a una rotura de la embarcación. “Después de romper en la edición anterior, navegando esta vez en un prototipo, mi objetivo será primero llegar y después quedar lo mejor posible. Con un barco prototipo de 13 años es muy complicado, los series de última generación corren más que el mío”, afirma Carlos.
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