En las últimas de 48 horas, Sébastien Josse, actualmente en tercera posición en la Vendée Globe, dejó la pura competición en un segundo plano para concentrarse exclusivamente en su propia seguridad y la de su monocasco Edmond de Rothschild. Un daño mayor en su foil de babor, ocurrido el lunes a las 10:30 hora española, le dejaba en una situación delicada bajo unas condiciones meteorológicas extremas -40 nudos de viento y olas de 8 metros- al sur de Australia, navegando a lo largo de la Zona de Exclusión del Antártico. Hoy miércoles, la notable mejora de las condiciones ha permitido al patrón del equipo Gitana realizar una evaluación de los daños sufridos por el Gitana 16. Lamentablemente las noticias no son buenas y las posibles soluciones para reparar a bordo no son lo suficientemente seguras con más de la mitad de la vuelta al mundo por recorrer todavía. Es un momento muy difícil y la decepción es inmensa: Sébastien Josse y el equipo Gitana han anunciado que se retiran de la Vendée Globe 2016-2017.
Resumen de los hechos y posibles reparaciones consideradas
El pasado lunes por la mañana, a las 10:30 hora española, Sébastien Josse informaba a su equipo de que había sufrido una avería mayor en el foil de babor del Edmond de Rothschild. “No estaba empujando el barco especialmente fuerte en el momento del incidente, pero las condiciones eran muy duras por delante de la zona de la baja presión. Había 35 nudos y como cuatro metros de mar. El barco surfeaba a 30 nudos antes de caer en seco a 10 nudos tras pinchar una ola. Sólo duró unos segundos. Yo estaba debajo de la cabina entre las dos puertas. Cuando el barco volvió en sí sentí que algo iba mal y vi que había un problema en el foil de babor. Estaba en el agua aunque había estado navegando con los foils levantados. Abrí la funda de la caja del foil y pude ver que estaba dañada. El punto de sujeción de la parte superior del foil, que es una pieza de carbono concebido y diseñado para soportar altas tensiones, se había roto. Tuve que actuar con rapidez porque el foil estaba sujeto únicamente por dos tornillos y si hubiese salido de la caja las consecuencias serían mucho más graves. Podría dañar toda la caja, lo que a su vez podría provocar una vía de agua… Trasluché rápidamente para asegurar el foil y evitar esa situación, pero por desgracia las condiciones reinantes eran muy malas. Para preservar el material dañado tenía que continuar hacia el Noreste, pero el tiempo empeoraba y me obligaba a dirigirme al sureste, teniendo el foil dañado en el agua y con unas malas condiciones. En este barco ya he experimentado peores condiciones, especialmente en la Transat St Barth – Port-la-Forêt donde tuvimos hasta 50 nudos de viento, pero aquí, en el océano Sur, todo adquiere otra dimensión debido a lo lejos que estás de todo. La situación se complicó la noche del lunes”.
Mientras Sébastien aguantaba la tormenta y navegaba con tres rizos en la mayor, su equipo de tierra estudiaba varias posibilidades de reparación para que el patrón pudiese elegir la que le pareciese más apropiada. “Cuando haces la Vendée Globe, sabes que tendrás que hacer trabajos en el barco diariamente. Pero hablamos de poner tiritas. Yo soy enfermero, no cirujano”, explicaba el navegante solitario.
Así que después de muchas conversaciones y unos cuantos intentos, las opciones posibles son, por un lado, demasiado difíciles de llevar a cabo en pleno océano por un sólo hombre, y por otro, se parecen más a reparaciones temporales que a soluciones permanentes que le permitan navegar de forma segura las restantes 15.000 millas de vuelta al mundo, que incluyen el cruce del Océano Pacífico, entre los 40º y 50º sur, que es una de las zonas más remotas del planeta. El objetivo compartido por el equipo Gitana y Sébastien Josse no es completar la regata a cualquier precio sin dar importancia al hecho de tomar riesgos innecesarios en una situación que de por sí es peligrosa, sino ser un competidor serio. Y esta meta está comprometida. Ni el navegante ni el equipo querían exponerse al riesgo de que el foil salga de su caja, lo que podría causar una vía de agua y una situación de emergencia a bordo del Edmond de Rothschild dependiendo de su posición geográfica.
Navegando por el 41º Sur y 107º Este, el monocasco Edmond de Rothschild está actualmente en ruta hacia Australia. Los miembros del equipo Gitana trabajan para encontrar la mejor opción y determinarán al final del día el destino de Sébastien Josse, que podría ser Perth -al Suroeste- o Adelaida -en la costa sur-, dependiendo de cómo sea fácil llevar el barco de vuelta a Francia desde esos dos puertos australianos. Después de 31 días en el mar y una regata en la que siempre estuvo en el grupo de cabeza Sébastien Josse se retira de la competición. “No puedo esconder el hecho de que está siendo muy duro, ya que estos barcos son muy exigentes e incómodos. Para navegar rápido tienes que foilear y para ello, tienes que estar fuerte todo el tiempo. Pero estaba contento de estar aquí. Lo he dado todo y no tengo ninguna queja sobre cómo he navegado el barco”, concluía.
El mundo parado en unos segundos
En su tercera participación en la legendaria Vendée Globe, Sébastien Josse era uno de las favoritos en esta octava edición. Después de todo el trabajo duro y la energía invertida en el proyecto durante más de tres años, este abandono supone una gran decepción para el patrón, los dueños del equipo y todos sus miembros. “El mes pasado mi mundo giraba en torno a cómo sacar el máximo rendimiento al barco. Así que la decisión de retirarse es dura, pero es una decisión muy meditada y aceptada por todo el mundo. Harán falta semanas y meses para recuperarse de ello ya que no significa únicamente que la regata termine aquí sino todo lo que ella implica. La pasión, energía y determinación que todos han demostrado en este proyecto. En la Vendée Globe navega una sola persona a bordo pero es un trabajo de equipo. Tengo suerte de poder delegar en este magnífico equipo y nunca podré agradecérselo lo suficiente. La confianza de Ariana y Benjamin de Rothschild y el grupo Edmond de Rothschild, que siempre han estado a nuestro lado en los buenos y malos momentos como hoy”, declaraba Sébastien Josse.
“Si la competitividad es el motor de la navegación oceánica y lo que motiva a la mayoría de los patrones y sus equipos, la prioridad real debe ser siempre la seguridad de los hombres y sus barcos. Cuando navegas alrededor del mundo en una regata sin escalas ni asistencia sabes que tienes que tomar ciertos riesgos pero eso es solo aceptable con ciertos límites. Éste es un duro golpe para nuestro equipo. Estamos muy decepcionados pero nos recuperaremos y el proyecto que tenemos por delante, un maxi catamarán, es en sí mismo una oportunidad”; declaró el Director del equipo Gitana, Cyril Dardashti