El dispositivo E.M.I.L.Y (EMergency Integrated Lifesaving lanYard) dirigido por control remoto desde la orilla, o desde una embarcación, proporciona auxilio y transporte favoreciendo el rescate de personas en situación de emergencia.
Su sistema de propulsión es similar al de una moto acuática, por chorro de agua, siendo capaz de alcanzar velocidades de hasta 22 mph, unos 35 km/h, lo que supone una gran ventaja en situaciones de máxima emergencia cuando la celeridad es clave para el salvamento.
Con forma de boya alargada de color naranja y rojo bastante visible, Emily proporciona agarre y transporte a las personas una vez llega a la zona de riesgo, asimismo, actúa como salvavidas mientras llegan los refuerzos de auxilio.
Aunque la compañía Hydronalix lo desarrolló en 2010, Emily saltaba a la luz pública en 2015 por ser el dispositivo elegido por la Guardia Costera de Grecia para sus labores de rescate y salvamento con los refugiados que masivamente han estado llegando a sus costas. Asimismo, la ONG española Proactiva Open Arms también ha hecho uso de este robot en la isla de Lesbos. Emily puede cubrir distancias de hasta 730 metros, y puede cargar con hasta cinco personas. La distancia no está condicionada por la autonomía, que es de unos veinte minutos, más bien por los sistemas de radiocontrol.
La batería se ha diseñado de forma que se pueda sustituir fácilmente, con la idea de tener repuestos en el puesto de mando, y seguir trabajando sin más dilación.
Muchos modelos se han adaptado ya con un cable que une a Emily con un bote salvavidas o un puesto de avanzada en la orilla. Una vez que el robot hace contacto con las personas en riesgo, el equipo de rescate tira del cable para traer a los refugiados a salvo. Emily también se puede equipar con drones que vuelan a 10 metros de altura con cámaras de video para ayudar la visual del operador.
ASÍ FUNCIONA E.M.I.L.Y.