El 29 de octubre, tras estar en la línea de salida, junto a otros seis patrones, para su vuelta al mundo en solitario, se encontró en seguida con condiciones desafiantes de mar y viento y empezó a navegar a buen ritmo. Solo dos días después, se había colocado al frente del grupo que había salido junto a él, pero pronto su barco comenzó a sufrir problemas técnicos, principalmente con la driza de la mayor y el piloto automático.
Después de estar fondeado en Sagres y en la bahía de Lagos, parecía haber resuelto el problema de la driza y hecho operativo uno de los dos pilotos automáticos a bordo, una ayuda indispensable para la navegación en solitario.
«Estamos de nuevo en rumbo. Después de tres días trabajando en reparar los fallos del piloto automático y de la driza de la vela mayor, que eran los más críticos de una larga lista de arreglos, creo que ahora casi todo está en orden. Queda por probar y ver si las soluciones que apliqué al piloto, donde he combinado dos pilotos y dos brazos en uno, son efectivas. La driza de la vela mayor ya está bien, así que… estábamos heridos, pero no muertos. Estoy aquí, fuerte y decidido, el Sorolla está aquí y seguimos navegando hacia las Islas Canarias. ¡Vamos Sorolla! He hecho lo posible, ahora queda ver si será suficiente. La seguridad es mi prioridad. Veamos cómo responde el piloto y si va bien, entonces adelante, porque sin él no podemos avanzar», relataba Merediz.
Así que, el “Sorolla” reanudó la competición. El 5 de noviembre, la organización confirmó que, junto con First Light de Cole Brauer y Mowgli de Philippe Delamare, Sorolla estaba entre los barcos más rápidos de las últimas 24 horas. Merediz estaba en tercer lugar con 190 millas recorridas, un resultado excelente.
Sin embargo, apenas dos días después, el piloto automático a bordo del Sorolla volvió a fallar, obligando a Merediz a tomar la difícil decisión de retirarse.
Merediz se enfrenta a la situación con serenidad, ya pensando en futuros proyectos. Valora la experiencia de manera positiva, a pesar de los numerosos imprevistos encontrados tanto al inicio del GSC como antes de la salida, y expresa su gratitud a todos por el apoyo recibido durante esta aventura.
El 8 de noviembre, en su blog enviado mientras navegaba hacia Gibraltar, escribió: “Tiempo… mucho tiempo para pensar. Sé que estoy haciendo lo correcto, el barco ya no es que no sea seguro ¡es seguro! pero es ingobernable. El barco mismo me está diciendo que esta no es mi oportunidad. Oportunidad… ¿Y si es la última? Este es el sueño de mi Vida y estoy teniendo que volver a casa. Quizás nunca vuelva a tener la oportunidad, es la realidad. Pero siempre digo que solo soy un marino y sí, acepto el riesgo, pero nuestro trabajo siempre será que el barco llegue de vuelta a puerto y así poder volver a salir”.
“Ahora mismo no sé cómo hacer para mantener el barco conmigo. Pienso en la lucha constante de encontrar financiación, la frustración del silencio cuando nadie responde y el extraño alivio cuando te dicen que no, al menos existes. También pienso en todos los que me han apoyado y siguen haciéndolo, empresas y particulares y esos mensajes particulares que recibo en los que me apoyo para confirmar a mí mismo que no estoy equivocado y que mi historia es la de otros y que hay que seguir luchando·.
“Demasiado tiempo para pensar. Me siento fuerte para seguir, aunque seguir suponga volver a casa para intentarlo una vez más.”
Después de una breve parada en Torremolinos, al oeste de Málaga, donde amarró para descansar, reanudó su vuelta a casa, a Valencia. Merediz expresó lo difícil que fue tomar esta decisión, que se hizo menos amarga solo gracias a los numerosos mensajes de apoyo y solidaridad de otros patrones del GSC y la esperanza depositada en futuros proyectos. Ver articulo relacionado.
«Fue increíble recibir tanta solidaridad desde el océano. No nos conocemos mucho con los otros patrones, pero todos se tomaron un momento para pensar en mí, incluso ofreciéndome ayuda financiera, que no pude aceptar. El GSC ha creado una comunidad unida y solidaria. Aunque mi futuro no esté claro en esto momento, haré todo lo posible para estar presente en la próxima edición, dentro de cuatro años.»
Buenos vientos para el futuro a Juan Merediz y el “Sorolla”.