El mar Mediterráneo sigue mostrándose inclemente con el Renault Captur. El equipo formado por Jörg Riechers y Sébastien Audigane recibe viento del ENE de 17 nudos mientras navega a menos de 300 millas de la línea de llegada. Riechers y Audigane, que ayer por la noche buscaron refugio en la costa africana, han puesto esta mañana rumbo hacia el cabo de la Nao aumentando considerablemente sus medias de velocidad. En las últimas 24 horas el equipo germano francés ha registrado 5,4 nudos de media frente a los 10,7 con que ha navegado en la última media hora según el informe de posiciones de las 13:00 UTC. Si no hay novedades, se espera la llegada del sexto clasificado de la Barcelona World Race durante la madrugada del jueves 16.
A poco menos de 25 millas al sur de la isla de Madeira, el Spirit of Hungary navega con rumbo casi directo hacia el estrecho de Gibraltar. En estos momento Nandor Fa y Conrad Colman cuentan con un viento del ONO de 14 nudos que se transformará en SO en sus últimas millas en el Atlántico. “La cuenta atrás ha empezado ya”, ha dicho Colman esta mañana en un email. Con, teóricamente, menos de una semana de navegación para llegar a Barcelona, el navegante neozelandés muestra ya su alegría: “Cuando vi que nos quedaban menos de 999 millas hasta Gibraltar, me alegré tanto como si hubiésemos llegado. Aunque sé que nos acercamos a la llegada, no hay muchas señales que lo indiquen, ¡aparte de las bolsas de comida que empiezan a estar bien vacías!”
Fa y Colman no quieren perderse la entrega de premios del día 21 y harán todo lo posible por llegar a tiempo. “Aunque sabemos que estamos lejos del podio y de las lentejuelas que han rodeado la llegada de los primeros, para Nandor y para mí, y para el Spirit of Hungary, después de todas las pruebas que hemos superado, la mayor recompensa será estar allí”, ha asegurado el navegante más joven de la flota. Aun así, por delante les quedan cerca de 600 millas en el Atlántico y todo el mar Mediterráneo. Con la quilla aguantada por solo seis de sus ocho tornillos, la cautela es primordial a bordo del Spirit of Hungary aunque las posibilidades de perderla son, según el propio Colman, mínimas. “No hay podio a la vista, pero ¡os puedo asegurar que habrá suspense hasta el final!”