Los remolinos marinos se forman cuando el agua fría, más pesada, proveniente del norte, se desliza bajo las aguas cálidas, más ligeras, procedentes del sur.
Los remolinos gigantes del océano tienen un borde brillante muy similar a los que existen en el espacio. Los agujeros negros son regiones del espacio en los que la gravedad es lo suficientemente fuerte como para evitar que algo escape, ni siquiera la luz. Estos objetos extraños fueron descubiertos en el siglo XX como soluciones matemáticas a las ecuaciones de la relatividad general.
Ahora, George Haller, del Instituto Federal de Tecnología en Zurich, y Francisco Beron-Vera, de la Universidad de Miami en Florida, han encontrado gigantescos remolinos de hasta 150 kilómetros de diámetro en las aguas turbulentas del océano Atlántico, así lo publica TechnologyReview.
Los remolinos oceánicos son los equivalentes en el mar a las borrascas y anticiclones atmosféricos. Pueden modificar la circulación oceánica general de la zona en que se encuentran y transportar calor, partículas y propiedades biogeoquímicas desde su región de formación. De este modo, los remolinos generados en las zonas costeras y que posteriormente derivan hacia mar abierto, pueden transportar contaminantes, nutrientes y larvas de distintas especies.
Los físicos descubrieron que el borde de los vórtices está rodeado por un cinturón de sustancia brillante que se asemeja a la esfera de fotones que rodea los agujeros negros. Una de las características curiosas de la relatividad general es que las mismas matemáticas surgen en varias situaciones. En los últimos años, los físicos han trabajado en la manera de crear capas de invisibilidad por la luz alrededor de los objetos usando metamateriales.
Los vórtices que se forman en aguas del océano son imaginables. Haller y Beron-Vero han demostrado que cada límite vórtice en un fluido turbulento contiene una singularidad, al igual que un agujero negro astrofísico.
En su investigación, los especialistas utilizaron imágenes de satélite del sur del océano Atlántico captadas entre noviembre de 2006 y febrero de 2007 para localizar posibles análogos de agujeros negros. Como resultado, revelaron que en este periodo de tres meses encontraron un total de ocho ‘candidatos’ a ser denominados agujeros terrestres.
Investigadores y oceanógrafos han constatado que los remolinos causan que la proliferación masiva de fitoplancton suceda más o menos tres semanas antes de lo que ocurriría si sólo fuera estimulada por la duración de los días. En condiciones adecuadas, los remolinos que actúan en el Atlántico Norte mantienen al fitoplancton en las aguas oceánicas menos profundas, donde el plancton puede obtener la luz suficiente para su crecimiento incluso antes de que lleguen los días de la primavera, más largos que los del invierno.
Muchos científicos opinan que el cambio climático puede afectar a los patrones de circulación oceánica como el que genera estos torbellinos. Hay algunas evidencias de que las aguas cálidas de las regiones subtropicales están penetrando aún más al norte.
Si el clima altera lo suficiente los patrones de circulación, podrían también alterarse los periodos de proliferación masiva del fitoplancton, y eso a su vez podría repercutir en qué animales se alimentan y crecen, y qué animales quedan desnutridos y diezmados.
Estos «oasis» en medio del océano llevan pocos años estudiándose, y los datos apuntan a que podrían alcanzar incluso el Golfo de México desde las costas africanas, transportando con ellos infinidad de especies. Pese a que estos remolinos aparecen y desaparecen, se suelen formar siempre en las mismas áreas. Detallar un mapa de su comportamiento podría ayudar a mejorar la eficiencia energética del transporte marítimo, aprovechando estas corrientes, al igual que en la navegación a vela se aprovechan los vientos, y también para predecir, si fuese necesario, el rumbo de sustancias contaminantes. En definitiva, los remolinos son una parte crítica del escenario de la vida en el océano; ellos interactúan con los ecosistemas oceánicos de diversas maneras por lo que las investigaciones en torno a ellos seguirán dando luz sobre temas oceánicos.
Video remolinos