Este es el caso de las regatas entre boyas, pero no en las regatas oceánicas con recorridos entre puntos geográficos fijos, que ya sirven para establecer una tabla de mejores tiempos con el paso de las ediciones. Aunque la vela está estrechamente ligada a las condiciones de viento, oleaje y corriente en la marca lograda, este factor ya se tiene asumido. Y cuando se trata de records en travesías al margen de regatas, la elección del momento de iniciar la tentativa forma parte de la estrategia.
Pero un buen día surgió la inquietud por ser el más veloz navegando, deseo que propició la creación del World Sailing Speed Record Council por parte de la entonces IYRU, la actual World Sailing. La idea era controlar y regular la incipiente fiebre por ser el más rápido. Así fue como en 1972 comienza la existencia de este organismo para homologar records, arrancando su andadura con las pruebas de velocidad pura, en una distancia de 500 metros controlada.
Deprisa, deprisa
El primer evento de velocidad se organizó 1972, en la bahía de Portland Harbour (Inglaterra), que ganó el Crossbow de Tim Colman a una velocidad de 26,30 nudos. El británico logró batir su primera marca otras seis veces, monopolizando el record de velocidad hasta 1986, cuando el francés Pascal Maka logra batirle por vez primera. Con la marca del francés empieza un periodo en el que las tablas de windsurf se imponen como las más veloces. Maka logró su registro en la playa de Sotavento (Lanzarote).
Dos años más tarde se crea un escenario idílico en cerca de la desembocadura del río Ródano. Pensando en aprovechar las posibilidades del fuerte Mistral que suele soplar, alguien se inventa una solución. Excavar un estrecho y muy poco profundo canal -solo apto para tablas de windsurf- cerca de la orilla del mar, perfectamente orientada para navegar cuando el Mistral sople con toda su furia.
Así nace el “spot” de Saintes Maries, en la Camarga francesa, que permite a Erik Bale (GBR) superar batir el record de Maka y por vez primera la barrera de los 40 nudos de velocidad. En este canal artificial se batió en siete ocasiones el record hasta 2008, con la excepción del Yelow Pages que lo hizo en Sandy Point (Australia) en 1992.
A partir de 2008 comienza la era del kite surf y de Luderitz (Namibia) como nuevo escenario, con siete records hasta 2010, momento que el prototipo Vestas Sailrocket logra el primero de sus tres records. Namibia también fue el escenario de los siguientes records del australiano Paul Larsen, aaunque cambio Lauderitz por Walvis Bay. Allí mejoró sus 59,23 nudos hasta los actuales 65,45 nudos de velocidad, bastante más de doble que la del primer record registrado por el Crossbow.
En 2003 se introdujo una segunda modalidad en los records de velocidad pura, la distancia de una milla náutica. El multicampeón de windsurf español Björn Dunkemberg inauguró el palmarés, tras promediar 33,96 nudos en Aringa (Gran Canaria). En esta categoría las tablas de windsurf dominaron hasta 2007, año en que Alain Thebault logró con su Hydroptére el primero de sus cuatro records, hasta que en 2012 el Vestas Sailrocket 2 lo bate y ostenta el actual record con 55,32 nudos de velocidad media.
También en 2003 se creó una categoría específica de Kite Surf que inauguró el argelino Alik Bouchanafa con sus 38,28 nudos de velocidad. Fue el primer record de los 16 registrados hasta la fecha, ostentando la mejor marca el francés Alexandre Caizergues, quien en noviembre de 2017 logró 57,97 nudos.
El sueño de Phileas Fogg
Los records oceánicos despegaron cuando en se creó el Trofeo Jules Verne, pensado para el primer barco que diere la vuelta al mundo en menos de 80 días (saliendo y llegando desde la línea entre el faro de Créach en la isla de Ouessant en Francia) y el faro de Lizard en Inglaterra). El primero en lograrlo fue Bruno Peyron con su catamarán Explorer en el año 1993, logrando una marca de 79 días y 6 horas.
De nuevo el navegante francés se anotaba el segundo hito cuando en 2002 logró bajar de 70 días, completando su catamarán Orange la vuelta el mundo en 64 días y 8 horas. La barrera de los 50 días no se logró hasta 2010, cuando Frank Cammas establecía un nuevo record en 48 días y 7 horas con su trimarán Groupama 3. El actual record está en poder de Francis Joyon, quien con su trimarán IDEC Sport tiene desde el pasado año la marca de 40 días y 23 horas. Hasta ahora, nueve han sido las tentativas que lograron ganar el record, y dieciocho las fallidas, tanto por averías como por no rebajar la anterior marca. El multimillonario americano Steve Fosset, superó en 2004 la marca de entonces, pero no quiso pagar la cuota requerida para controlar y homologar el record. Fosset tomo como punto de partida y llegada las inmediaciones de Brest (Francia), y su record nunca fue reconocido por el WSSRC.
Aunque el Trofeo Jules Verne fue el pionero de los records de vuelta al mundo, y se lleva la palma de todos ellos, el WSSRC también tiene otras categorías. Por ejemplo, Ellen MacArthur es la mujer más rápida del mundo circunnavegando el planeta, tras 71 días y 14 horas a bordo del multicasco B&Q en 2005. La navegante inglesa también ostenta la mejor marca en la categoría Monocasco Féminas, logrado con su IMOCA 60 KIngfisher en 2000, acumulando 94 días y 4 horas.
El record absoluto en solitario lo ostenta Francois Gabart, cuando el pasado diciembre completó con su trimarán Macif el periplo en unos increíbles 42 días y 3 horas, que contrastan con los 74 días y 3 horas del mejor monocasco solitario de Armel Le Cleac’h, registrados al ganar la pasada Vendée Globe con su IMOCA 60 Banque Populaire 8.
Un record mítico, inusual por su dureza, es de la vuelta al mundo hacia el Oeste, como demuestran sus escasas tentativas y sus únicos cuatro registros. Lo inauguró Mike Golding en 1994 con su Group 4 en 161 días, luego le siguieron los franceses Philippe Monet en 2000 y J.L. Van Den Heede con sus 122 días homologados en 2004. El cuarto registro de esta vuelta al mundo “al revés” es para la británica Dee Caffari, que figura como única mujer en la categoría reservada a las féminas. Con su Imoca 60 Aviva tardó 178 días en completar la gesta en 2006.
Records a tutiplen
Existen multitud de records de travesías controlados por el WSSRC, incluso recientemente se incluyen los tramos más significativos de las vueltas al mundo entre cabos, océanos y el ecuador. De las travesías, tal vez el récord del Atlántico Norte sea el más buscado. Sus 2.880 millas entre Nueva York y al cabo Lizard cuentan con el escenario de las borrascas atlánticas para devorar millas. Incluye diversas categorías combinando el tipo de barco, hombres y mujeres, tripulación o solitario. La mejor marca de todas la ostenta el trimarán Banque Populaire 5 en 2009, cuando Pascal Bidegorry lo patroneó durante los 3 días y 15 horas de su transatlántica. Otro preciado record son las 13.225 millas del Nueva York–San Francisco, doblando cabo Hornos hacia el oeste. Desde 2008 lo ostenta Lionel Lemonchois con una marca de 43 días, mientras que en la categoría monocascos obra en poder de Giovanni Soldini con un registro de 47 días.
En España apenas existen records establecidos. Hubo intentos para crear el de la vuelta a la península, entre sus extremos de Hondarribia y Port Bou. También se podrían crear records en recorridos como la vuelta a los archipiélagos balear y canario, o el del mediterráneo peninsular entre Tarifa y Port Bou. Hace unos años el RCN de Palma retomó la idea de la circunnavegar Mallorca, creándose el Trofeo Cuatro Barras que recientemente cambió su nombre al de Record Vuelta a Mallorca. Además del mejor tiempo absoluto, también se contemplan distintas categorías según tipo de barco y tripulación. Una de las curiosidades de sus reglas es la libre elección del sentido del periplo. La mejor marca la ostenta desde 2005 el alemán Klaus Murmann, armador del maxi UCA que fue capaz de completar las 160 millas en 17 horas y 14 minutos.
Carlos Pich