El Canal de Menorca, una distancia de 40 km entre Mallorca y Menorca, ha sido cubierto a nado por tres intrépidos nadadores que se han sometido a este desafío para apoyar la investigación de la leucemia infantil. La marca Arena, pionera en innovación de materiales y tecnologías en creación de trajes de baño, ha cedido material para que los desafiantes pudieran afrontar la travesía con garantías.
Los protagonistas completaban con éxito la travesía, incluso se ha batido el récord que anteriormente estaba en 12 horas y 18 minutos. Félix Campano marcó un tiempo de 11 horas y 57 minutos, Jacobo Parages 12 horas y 10 minutos y Peio Ormazábal 12 horas 20 minutos. La travesía comenzó a las 5:30 a.m. en Cala Ratjada, y concluyó en Cap d’Antrutx.
Durante todo el trayecto, los tres nadadores se matuvieron unidos, apoyándose entre ellos y esperándose en los momentos más complicados. Además, los nadadores estuvieron acompañados por un barco de apoyo, y la gesta se pudo seguir a través del blog treshombrescontraelmar.es mediante GPS. En este mismo blog se publicaba en todo momento la cantidad recaudada para la investigación de la leucemia infantil a través de la plataforma digital “1Km1Sonrisa” y de las donaciones realizadas por distintas empresas y fundaciones, que han superado los 51.000 €. Los nadadores recibían una notificación de cada uno de los mensajes de apoyo y donaciones recibidas mediante un bocinazo del barco, un hecho que les impulsaba a continuar con más fuerza.
La primera persona en cruzar con una enfermedad crónica
Es la primera vez que una persona con una enfermedad crónica completa a nado este trayecto. Jacobo Parages, madrileño de 48 años, vive desde hace 20 con espondilitis anquilosante, una enfermedad reumática muy dolorosa que provoca el endurecimiento paulatino de las articulaciones. Esta dolencia provocó que Jacobo tuviera que dormir sentado durante cinco años, pero nunca ha sido un freno para dejar de aspirar a conseguir sus sueños: “la enfermedad nunca me ha podido, todo lo contrario. No sé cómo hubiera sido mi vida sin espondilitis, pero no hubiera hecho muchísimas de las cosas que sí he hecho”. Jacobo protagonizó en 2013 otro proyecto solidario al cruzar nadando el Estrecho de Gibraltar a favor de las personas con Síndrome de Down.
En el último año, a la enfermedad de Jacobo se le ha sumado un tumor maligno, motivo por el cual ha querido recaudar fondos para la Fundación Uno entre cien mil, dedicados a la investigación de la leucemia infantil.
Este año, además, el ejemplo de Jacobo ha inspirado a otros dos nadadores: el madrileño Félix Campano y el navarro Peio Ormazábal, que se han unido a la iniciativa para crear “Tres hombres contra el mar”.
Esfuerzo solidario
Jacobo, Félix y Peio han querido dedicar su esfuerzo a la Fundación Uno entre Cien Mil y la lucha contra la leucemia infantil ya que los fondos recaudados se destinarán a crear un proyecto de investigación. La leucemia linfoblástica aguda afecta cada año a 300 niños y, hoy por hoy, la supervivencia está en torno al 80%, lo que significa que 2 de cada 10 niños no superan la enfermedad.
Hasta el momento, “Tres hombres contra el mar” ha reunido más de 51.000,00 €, gracias sobre todo a la colaboración de diversas fundaciones y empresas como Arena.
Cualquier persona puede sumarse al reto y colaborar a través de la petición que se ha abierto en la plataforma digital “1Km1Sonrisa” hasta el 30 de agosto de 2014. El objetivo de “Tres hombres contra el mar” es llegar a los 75.000 euros para financiar un equipo completo de investigación.
La Fundación Uno entre Cien Mil
La Fundación Uno entre Cien Mil nace en el año 2012 con el objetivo de apoyar la investigación de la leucemia infantil. Tiene su origen en la iniciativa de un padre, José Carnero, dispuesto a convertir el diagnóstico de Leucemia Linfoblástica Aguda de su hijo Guzmán en un motor de cambios positivos. En el año 2013, gracias a la colaboración de miles de personas en el proyecto bandera de la Fundación, el “Proyecto Corre”, la entidad ha concedido una beca de 75.000 euros al Hospital Niño Jesús y la Universidad Complutense de Madrid para investigar las recaídas de los niños enfermos de leucemia.