General
En las pruebas convocadas por Touron en Sant Feliu de Guíxols pudimos probar entre otros modelos el barco insignia de la marca. Una opción polivalente bien dotada para combinar amigos y familia con grandes momentos de pesca. Diversión garantizada al “cuadrado”. Es la Quicksilver Captur 905 Pilothouse, el barco más grande de la marca.
Texto y fotos: Pn
Navegación
Quicksilver Captur 905 Pilothouse. Lobo con piel de cordero
Una gran sorpresa cuando nos pusimos al mando de esta 905 Pilothouse. El sentir interno, cuando empezamos a accionar las palancas del gas, fue la de estar a bordo de una embarcación con prestaciones deportivas, prestaciones que no suelen ser las habituales en este tipo de embarcaciones ideadas, esencialmente, para combinar programas de navegación familiar con la pesca deportiva. La intimidad de esta estancia queda preservada mediante una cortinilla. Justo en la entrada a este camarote doble, existe un banco de apoyo para vestirse.
Y el motivo de esa sensación es la de sentir el “rabioso” empuje de los dos Mercury Verado de 250 caballos cada uno. Una potencia a flor de piel que se tradujo en un navegar sorprendentemente ágil, fácil y, por qué no decirlo, con lances briosos-deportivos. Poco nos imaginábamos que una embarcación con la estructura propia de lo que antes se llamaba “pesca-paseo” nos pudiera excitar tanto al gobernarla…
Debe decirse que fue una satisfacción comprobar como el barco alcanzó una velocidad máxima de 38,5 nudos al tope de vueltas (6400 rpm) y una velocidad de crucero de 24,8 nudos. La aceleración a planeo, que se alcanza a los 12 nudos, se dio a los 6 segundos y nos llevó otros 12 segundos más hasta el tope. Unos datos que nos dan pie a pensar, sin hacer el cálculo propio, que la relación peso potencia es adecuada. Su peso en seco es de 3.100 (+288kg/motor x 2 = 576 Kg), por tanto su relación potencia/peso es de 136,2 Hp por cada 1.000kg. ¡No está nada mal! El fabricante indica que los dos motores de 250 caballos (total: 500 hp) son la potencia máxima recomendada, cosa que asentimos porque,… ¿para qué más aunque probablemente pudiera soportarlos?
Más allá de los registros, debemos decir que el casco está muy bien desarrollado y de ahí también las excelentes prestaciones deportivas. Prestaciones en las que domina la sensación de seguridad con un comportamiento muy bueno del barco en una jornada en que la marejadilla se tornaba marejada. La “uve” de su carena, claramente efectiva, contribuyó a minimizar pantocazos haciendo que los tripulantes nos sintiéramos cómodos y nuestras vértebras seguras. Sí, la carena abre muy bien el agua amortiguando los golpes de las olas. La gran rigidez estructural general no admite dudas, no percibiéndose crujidos en la no pequeña sobreestructura estilo escandinavo. Las viradas hacen que el barco escore algo, lógico por su altura, pero sin sensación alguna de peligro. Al volante, notamos una gran estabilidad de rumbo y precisión en el mismo cuando decidimos gírarlo un poco. La Captur 905 Pilthouse es sensible al uso de los flaps y, por supuesto, también a la inclinación de los motores que les demos al accionar el trim. Grandes recursos para distancias largas, especialmente cuando el mar suele estar como un espejo en las madrugadas camino del caladero y podemos optimizar la navegación “asentando” milimétricamente el barco con la superficie del agua. Como es lógico, los flaps son igualmente interesantes cuando navegamos con algo de mar en contra o con un viento lateral, ya que las dimensiones de la sobreestrutura y el alto francobordo seguro que produciría un efecto vela indeseado que, con el debido buen uso de los flaps, es compensable haciendo la navegación más cómoda.
Desde el puesto de mando, al que se accede por el pasillo lateral de la banda de estribor, o bien por el acceso normal desde la bañera, se tiene una vista de 360 grados sobre todo el perímetro del barco. Con la puerta lateral abierta, las maniobras en puerto, ayudados por la hélice de proa y la acción cía-y-boga de las dos hélices de popa, se pueden hacer con un gran control y seguridad. Sentados en el envolvente asiento de base abatible frente a la consola, no muy grande, con un efectivo reposapiés y con los instrumentos de navegación, nos sentimos cómodos, capaces de hacer muchas millas, al igual que el copiloto que nos acompañe sentado a nuestra izquierda.
Habitabilidad
Quicksilver Captur 905 Pilothouse. ¡Bien pensada y con capacidad!
Basado en un concepto clásico, las dos habitabilidades, la externa y la interna, cumplen perfectamente con el cometido del programa mixto de navegación previsto para este modelo de la gama Captur de Quicksilver.
Si nos centramos en el exterior podemos decir que la bañera nos convence muchísimo. Los dos bancos laterales escamoteables al ras de la vertical de las brazolas son muy efectivos y robustos y de fácil accionamiento. El mueble de popa, en donde se alberga una zona para el despiece de las capturas junto a un vivero de agua circulante, es movible eléctricamente, lo que amplia vastamente el área disponible de la bañera. Apuntar que la estiba en el suelo de la misma mediante cofres de grandes dimensiones, es otro gran acierto si valoramos también los pistones de apertura de las tapas que hacen que prácticamente se abran solas. El acceso a las plataformas de baño de popa y su paso entre ellas, es cómodo, seguro a prueba de niños y de personas no muy ágiles. El acceso se hace por los dos costados abriendo sendas puertecillas de seguridad. En la crujía, mitad del barco, no falta el mando de la ducha insertada en el mueble “de pesca”.
Existe un excelente sistema preinstalado de tubos telescópicos bajo el vierteaguas del tejadillo que está, ni más ni menos, destinado al toldo. Gran acierto ya que éste, cubre el área de la bañera.
El acceso a proa puede hacerse por los dos costados. La colocación asimétrica de la cabina en el casco, hace que deliberadamente el pasillo del costado de estribor sea mucho más amplio y cómodo al paso que el de babor que tiene esos 20 cm mínimos que se consideran cómodos y seguros. Por otro lado el pasillo de estribor, que posee en el suelo el cofre destinado a dos bombonas de gas para la cocina, es igual de profundo con un par de escalones en su recorrido y está bien asistido por un guardamancebos de mediano tamaño. Al final de su recorrido, justo antes de un escalón asistido por una luz de cortesía, está la entrada lateral mediante una puerta corredera al puesto de gobierno. A proa, frente al balcón de proa abierto, que es donde está además la tapa que cubre el cofre, con el equipo de fondeo compuesto por un molinete, hay un asiento dispuesto encima de la sobreestructura con sujetavasos. Una excelente atalaya de observación frente al acristalado curvo de la caseta que, con una colchoneta nuestra, bien puede servir como solario individual. En su pared existe un portillo practicable de ventilación del interior.
Cuando nos adentramos precisamente en su interior desde la bañera a la cubierta principal, corriendo las dos hojas de la puerta corredera hiperdeslizante de la entrada, advertimos mucha luz, una visión panorámica de 360º y ventilación gracias a las ventanas correderas insertadas en los cristales y a la gran escotilla del techo. Ventilación y salida del aire caliente, húmedo y condensado garantizada. La distribución es tradicional con un mueble de cocina en el umbral de la entrada a Er. lindando con el asiento del puesto de gobierno dotado de un microondas, fogón a gas, un fregadero rectangular y una nevera de 12V. de apertura vertical. En la otra banda, en un plano elevado, está la dinette compuesto por dos bancos que esconden cofres de estiba y una mesa. La versatilidad de la que siempre ha hecho gala Quicksilver en sus gamas y, en general, la tradicional versatilidad norteamericana, no nos sorprende cuando esa dinette la convertimos en una cama al desmontar su mesa, o convertimos el área en una doble hilera de asientos dobles orientados en sentido avante tipo “autobús”. El salpicadero de Br. posee una guantera con tapa transparente y un gran asidero de seguridad.
Dos peldaños nos conducen a la acomodación situada en un plano inferior. En ella advertimos tres áreas. En proa una extensa superficie donde dos personas pueden descansar. Bajo los alcolchados existen cofres para la estiba. Al lado de la escalera de acceso, a estribor, está el water closet (WC), muy austero, en donde se ubica el lavabo de enjuague con una gran encimera en donde se ha insertado un fregadero con un grifo/mando de ducha. Un portillo practicable para la ventilación con un hueco dotado de un guardamar para utensilios y productos personales.
Tras la escalerilla, se adivina una gran cama doble transversal, ubicada bajo el puesto de gobierno. En esta área, bajo el portillo practicable de su cabecero, existe otro en los pies, hay un lugar para estibar hasta 4 cañas.
Balance
Quicksilver Captur 905 Pilothouse. Polivalencia y versatilidad
Sin ser un barco novedoso en sus líneas, en habitabilidad y equipamiento, si creemos que aporta todo aquello que el navegante aficionado a la pesca y deseoso de compartir con familia y amigos pueda precisar. No vemos que haya ningún déficit en los que se ofrece… bueno tal vez un solario, pero los milagros no existen.
Como decíamos es destacable el nivel de armamento base, si optamos por el “pack fish” como los 4 cañeros de popa o los de las brazolas, el lugar para estibar las cañas, su capacidad de estiba en bañera, su vivero, los asientos abatibles al ras y, sobre todo, la capacidad de mover eléctricamente el mueble de popa, allí donde se dispone de la superficie de despiece de capturas y el vivero. Este sistema retráctil permite varias cosas: engrandecer la superficie de la bañera para los momentos de pesca, agrandar la zona de tránsito entre las dos plataformas de baño y liberar espacio para elevar del todo los dos fuerabordas.
Otro aspecto a señalar es la modularidad en la cubierta principal, esto es en la zona de la dinette. Lo cierto es que es algo trabajoso montar y desmontar su mesa para crear o bien una cama adicional o unos asientos dobles formato “autobús”. Pero por algo será que los americanos, auténticos reyes de los estudios de mercado y muy conocedores de las costumbres y deseos de sus clientes y navegantes en general, estimen hoy todavía oportuno mantener esa modularidad para esos momentos especiales en que se precise ya que es obvio que estos sistemas modulares no están creados para que la tripulación se entretenga a montarlos y desmontarlos continuamente. Si está muy bien, disponer de ellos para cuando se precise.
Sin duda, la QS Captur 905 Pilothouse lo tiene todo. Y los que deseen tomar el sol, el tejadillo es prácticamente la única superficie para ello (si descartásemos el asiento plano de proa). Con una escalerilla lateral, -tomen nota en Quicksilver- ¿por qué no?