Como asociación sin ánimo de lucro, la Base Mini Transat promocionará los valores del deporte y de la vela mediante un trabajo y un fortalecimiento de las bases de la navegación oceánica. La Base Mini Barcelona se presenta este martes 7 de julio ante la comunidad náutica en Barcelona con el objetivo de formar, entrenar y dar servicio a los futuros navegantes oceánicos. El acto tendrá lugar en el Centre d’Interpretació de la Barcelona World Race (c /Moll de Llevant 1, 08039 Barcelona) a las 18:00 horas.
A diferencia de otros países de nuestro entorno, los regatistas que quieren dirigir sus carreras hacia la navegación oceánica se encuentran con un vacío en términos de formación. Por esta razón, la Base Mini Barcelona “nace el objetivo prioritario de formar y dar apoyo a navegantes oceánicos que puedan competir en regatas de altura en solitario o a dos, especialmente a los regatistas de Mini 6.50“, afirma Anna Corbella, directora deportiva de la Base Mini Barcelona.
Para lograrlo, la asociación ofrecerá formación y entrenamiento en navegación a vela de altura que, desde una visión multidisciplinaria, dé respuesta a las diferentes necesidades de los regatistas, tanto en el plano deportivo como de gestión de sus proyectos. Anna Corbella es regatista profesional y acaba de volver de su segunda vuelta al mundo a vela con la Barcelona World Race 2014 – 2015, regata donde ha quedado tercera junto con Gerard Marín. Para Corbella, que fue la primera mujer española y catalana en participar en la Mini Transat, “este proyecto tiene una implicación personal importante por lo que significó hacer la Mini Transat para mi carrera como navegante”. “Ahora tengo la oportunidad de ayudar a los nuevos regatistas oceánicos con la experiencia acumulada a lo largo de estos años con un proyecto que buscará formarlos y hacerlos crecer como navegantes”, añade.
El objetivo máximo de los regatistas en Mini 6.50 es la Mini Transat, una regata que consiste en cruzar el Atlántico, en solitario y sin asistencia, que tiene lugar cada dos años. Ello significa haber podido desarrollar unas habilidades y conocimientos sobre el mar, pero también en tierra, con la gestión de un proyecto logísticamente complejo o la búsqueda de patrocinadores. Esto hace que se considere la Clase Mini 6.50 como la auténtica cuna de la navegación oceánica. Tanto es así que 9 de 16 participantes de la BWR 2014-15 comenzaron su carrera de navegantes oceánicos en un Mini 6.50.