La Rolex Middle Sea Race cierra la temporada de regatas en el Mediterráneo. Una cita de obligado cumplimiento para los amantes de las pruebas oceánicas, donde la belleza del recorrido y la dificultad de sus particulares condiciones meteorológicas la convierten en esa clase de aventuras que ningún navegante se quiere perder.
La 36ª edición comenzó a los pies de los espectaculares bastiones de La Valeta (Malta) el sábado, 17 de octubre. Brisas ligeras de componente noroeste propulsaron lentamente a la flota de 111 barcos de 22 nacionalidades rumbo norte para comenzar el recorrido de 608 millas que atraviesa el siempre complicado estrecho de Messina y circunnavega Sicilia en sentido contra horario, tomando como balizas de paso el volcán activo Estrómboli, las islas Egadas, Pantelleria y Lampedusa, antes de regresar a Malta.
En el cuadro de ganadores se impuso el italiano B2, un TP52 en cuya tripulación navegan el cántabro Nacho Postigo y el proa vigués Jaime Arbones, que se llevaron las mieles de este importante éxito.
El estadounidense Rambler 88 de George David fue el primer monocasco en completar el recorrido, proclamándose ganador en tiempo real. El Plis Play del alicantino Vicente García finalizó noveno absoluto.
Participación española
Tres equipos españoles compitieron por la 36ª edición de la Rolex Middle Sea Race: el Swan 80 Plis Play de Vicente García, el Swan 56 Clem de Jaime Olazabal y el Sunfast 3600 Here & Now de Ignacio Arijón. El mejor resultado correspondió al Plis Play, que tras permanecer en el grupo de cabeza durante todo el recorrido, cruzaba la línea de llegada con un tiempo de 3 días, 16 horas, 9 minutos y 53 segundos, logrando la tercera posición final en ORC 1, cuarta en IRC 2 y novena absoluta. Tanto el Clem como el Here & Now decidieron retirarse tras completar cerca de dos tercios del recorrido.
A bordo del Maxi 72 Momo compitieron los gallegos Roberto Bermúdez de Castro y Víctor Mariño. El barco alemán fue segundo en la línea de llegada y durante unas horas lideró la clasificación general, firmando finalmente la tercera posición absoluta. En opinión de Víctor Mariño, “ésta es una regata muy complicada, especialmente en las esquinas, porque son montañas altas y tanto te pueden favorecer como perjudicar. Personalmente me encanta el paso del estrecho, muy complejo por las corrientes, y porque hay viento a ambos lados del canal y no sabes cuál escoger. Una regata preciosa”.
El proa cántabro Antonio Cuervas-Mons participó a bordo del prototipo de 40 pies suizo Kuka-Light, segundo en ORC 2, séptimo en IRC 1 y 51º absoluto.
Rambler, ganador en tiempo real
El impresionante trimarán Phaedo3 fue el primero en cruzar la línea de meta tras poco menos de 59 horas y media, aunque el premio de ganador en tiempo real correspondió al primer monocasco en regresar a Malta: el Rambler 88 estadonidense de George David, que paró el cronómetro en 2 días, 16 horas, 18 minutos y 16 segundos (lejos del récord que estableció el mismo equipo en 2007: 1 día, 23 horas, 55 minutos y 3 segundos). “Ha sido una regata lenta pero increíblemente variada en cuanto a condiciones de viento”, comentaría el armador. “Hemos visto desde cero hasta 23 nudos de intensidad soplando desde todos los puntos del compás”. Rambler 88 completará su temporada en diciembre disputando la Rolex Sydney Hobart en Australia.
Final italiana
Tras la llegada de los primeros barcos, el viento comenzó a llenar la costa oeste de Sicilia, ayudando al resto de la flota a progresar hacia Malta. Conocido el nombre del ganador en tiempo real, faltaba por desvelar quién se llevaría la victoria en cada una de las seis clases participantes y quién se coronaría campeón absoluto de la Rolex Middle Sea Race 2015.
El liderato absoluto cambió de manos a medida que los barcos iban cruzando la línea de llegada, pero nadie podía anticipar un final tan dramático. La regata iba a resolverse en un duelo entre dos equipos italianos a bordo de barcos similares en eslora aunque diferentes en configuración: el TP52 B2 de Michele Galli y el Cookson 50 Mascalzone Latino de Vincenzo Onorato. Tras más de 600 millas de recorrido y tres jornadas de intensa competición, el título se decidiría por apenas un suspiro.
“Cuando cruzamos la meta lo hicimos con una ligera sensación de frustración, porque sabíamos que habíamos navegado muy bien, pero creímos que no lo suficiente como para ganar al Mascalzone”, comentaba ya en tierra el santanderino Nacho Postigo, navegante del B2. “Sinceramente, pensamos que cualquiera de los dos merecíamos la victoria por igual, porque ambos equipos realizamos una magnífica regata”.
La duda se despejaría pocos minutos más tarde, cuando Mascalzone Latino cruzaba la línea de llegada frente al Royal Malta Yacht Club. Aplicadas las fórmulas de compensación de tiempos, la victoria absoluta correspondería al B2 por un ajustado margen de sólo nueve segundos de ventaja sobre su rival.
Postigo analizaba ya en tierra dónde pudo estar ese “suspiro” que permitió el segundo título absoluto de su equipo en tres años: “Ha habido tres momentos clave que gestionamos muy bien y nos permitieron separarnos de nuestros rivales directos: pasar el Estrecho de Mesina, llegar a Stromboli, y pasar la zona de Palermo y San Vito Lo Capo. Creíamos que ése era el último ‘stop&go’, pero para nuestra sorpresa hubo una encalmada bestial entre Pantelleria y Lampedusa que redujo nuestra ventaja respecto a Mascalzone Latino de 17 a sólo seis millas. Ya parecía imposible que pudiéramos escaparnos, así que nos centramos en navegar lo mejor posible. En el tramo final, acercándonos a Malta, optamos por un código cero y navegar pasados de trapo, pero rápido. Ian Moore –navegante de Mascalzone Latino– me confesó que en ese tramo decidieron no izar el código cero, así que diría que es ahí donde realmente ganamos la regata”.
Una “típica” Rolex Middle Sea Race
La Rolex Midle Sea Race es considerada una regata de navegantes, complicada por la cantidad de puntos de inflexión, la inestabilidad meteorológica y la influencia de su compleja geografía. Para Ignacio Postigo, ésta “ha sido una típica Middle Sea Race, que suele ser una combinación de encalmadas y viento duro. Normalmente tienes momentos en que sufres por encontrar viento, y cuando por fin llega, te sobra… Es una de las regatas más desafiantes que existen, y una de las 600 más duras”.
Este año, Postigo ha corroborado su condición de especialista en pruebas de 600 millas logrando la victoria de categoría Class 40 con el Tales II en la RORC Caribbean 600 y la Rolex Fastnet Race, y la absoluta con B2 en la Rolex Middle Sea Race. Tras este triunfo, el español viaja directo a Lanzarote para participar en la segunda etapa de la regata en solitario Mini Transat a bordo de su Argo 6.50 Vamos Vamos.
La entrega de premios de la Rolex Middle Sea Race 2015 se celebró en el impresionante Mediterranean Conference Centre de La Valeta, Sacra Infermeria de los Caballeros de Malta durante más de dos siglos.