Ya han pasado tres semanas desde que el “Use It Again!” emprendió la vuelta al mundo hacia el Oeste. Alex Pella y Romain Pilliard continúan su descenso del Atlántico a lo largo de la costa de Sudamérica y se encuentran actualmente en la latitud de Argentina. Aunque los dos navegantes ya tienen la vista puesta en el Cabo de Hornos, que deberían alcanzar a principios de la semana que viene, el dúo del trimarán de la economía circular ha tenido que hacer frente a algunas reparaciones y contratiempos técnicos en los últimos días, como restos de petróleo en el barco, prueba, si es que hacía falta, de la contaminación en el océano.
“Estamos entrando en el 40 sur. Hemos perdido la noción del tiempo, después de tantos días en el agua, estamos absolutamente marinizados, estas cosas suceden, cuando llevas muchos días en el agua y ya no sabes en qué día estás, sinceramente para saberlo, miramos el número en la bolsa de la comida, así que he visto que hemos abierto la 23, por tanto la tercera-cuarta semana de navegación. Esta última semana, hemos estado bajando toda la costa sudamericana, Brasil, Uruguay y Argentina. Pasamos al través de Mar del Plata y estamos atacando ya el tramo final hacia el Cabo de Hornos, que es la punta más al sur que tendremos que doblar. Hace unos días cruzamos la línea del 40 Sur y como digo yo, entramos en territorio albatros, la temperatura del aire y del agua ha bajado bastante. Hasta aquí la bajada ha sido buena, hemos tenido condiciones espectaculares; no demasiado rápidas, pero sí bastante rectas, trayectorias limpias y buenas. Hace un par de días cogimos el primer frente, con un viento pampero, con condiciones ya duras, estuvimos 24 horas con 35 nudos de viento, con 4 metros de ola y con un ángulo algo cerrado, una ceñida un poco abierta; en cualquier caso un ángulo malo para estos barcos, que sufren mucho. En conclusión una primera prueba de fuego, para poder probar las velas pequeñas y un buen entrenamiento para lo que nos viene detrás del Cabo de Hornos. La previsión actual para Cabo de Hornos es que tenemos la puerta cerrada, no podemos pasar porque está azotado por las borrascas del sur, tenemos que buscar un hueco entre dos borrascas para colarnos, porque nosotros, con este barco, no podemos ceñir con esos temporales. Pondríamos en peligro el barco y nuestra integridad física. Es probable que tengamos que hacer un breve stand-by en Hornos, algo que no he hecho nunca, que forma parte de esta gran aventura”, asegura Alex Pella.
Tras 23 días de navegación, el equipo lleva cuatro días de ventaja sobre el tiempo de referencia del récord anterior, más de 6.000 millas recorridas y les quedan 16.000 por recorrer.