Tras algunas ediciones el certamen también dedicó algunas conferencias sobre tecnología e innovación, y gracias al soporte de la Diputación Foral de Vizcaya y la ciudad de Getxo se convirtió el evento paralelo SAIL INN PRO. Su creador y responsable Urtzi Sagarribay mantiene su ilusión y esfuerzo para el crecimiento de ambos certámenes, pioneros en España y aún sin otras propuestas similares.
¿Cómo empezó su vocación para organizar estos eventos?
Yo soy un aficionado tardío a la náutica, no vengo de una familia de navegantes ni con tradición náutica. Siempre me ha gustado el mar, era practicante de surf y tenía ganas de probar la vela. Me parecía algo lejano hasta que me lancé a probarlo y me atrapó totalmente. Una vez dentro del ambiente detecté que hay una imagen muy distorsionada de la vela. Vi que faltaban eventos que comunicaran de alguna manera los valores y la cultura de la navegación a la sociedad. Pensé en los festivales culturales que existían de otros deportes como la montaña o el surf, y que eran un buen camino a seguir. Son polivalentes en el sentido que gustan y siguen los practicantes, pero también atraen a otro público.
¿Cuándo soltaron amarras?
En 2014 nos lanzamos a crear el SAIL IN Festival, abarcando temas de alta competición, pero también otros más divulgativos. No es como un certamen de cine tradicional, es un festival cultural donde el eje principal son las películas y aprovechamos la presencia de los invitados protagonistas para que expliquen sus experiencias. Desde la primera edición quisimos que fuera internacional con la presencia de referentes de la navegación y empezamos con la presencia de Michel Desjoyeaux. Nos sentimos orgullosos de haber mantenido un nivel alto de protagonistas extranjeros y también españoles.
¿Cuál ha sido la evolución del evento durante sus 10 años de existencia?
Los asistentes de las primeras ediciones eran los más frikis de la vela, pero teníamos muy claro que queríamos abrirlo a una audiencia más generalista. Organizamos exposiciones de fotografía dedicadas a un fotógrafo de relevancia internacional y fuimos aumentando las actividades, introduciendo alguna master class con expertos centradas en temas específicos, tanto técnicos como deportivos. También comenzamos a hacer jornadas con colegios para transmitir a los niños los valores y la cultura del mar. En las últimas ediciones la mitad de los asistentes al SAIL IN Festival no navegan, hemos logrado que se sientan atraídos pues el boca oreja les suscitaba interés por el evento.
¿Es muy difícil encontrar buenas películas y documentales?
Cada vez menos. Al inicio era más complicado, pero cada vez se producen más documentales, en parte gracias a la facilidad de las nuevas tecnologías. Siempre hemos apostado por producciones de calidad, con historias interesantes y bien explicadas, nada que ver con canales de YouTube. Ha habido una evolución importante, hay más producciones buenas y los propios navegantes graban imágenes explicando sus historias personales, de contacto con la naturaleza, etc. Afortunadamente ahora nos cuesta hacer una selección por la cantidad y cantidad de la oferta disponible. En cada edición tenemos que eliminar algunas películas y documentales porque no tenemos espacio para todas. Juntar en una sala a 400 personas viendo las proyecciones en una pantalla grande crea una atmosfera especial, que continua con las charlas o debates posteriores sobre la película con sus protagonistas.
¿Podría destacarme tres de las películas proyectados durante estos diez años?
No es fácil, hemos tenido películas que aún siguen siendo grandes referentes. Una que nos maravilló y tuvimos la oportunidad de estrenarla en Europa con su director fue The Weekend Sailor, sobre la participación del Sayula en la primera Whitbread Race. Otra también estreno europeo fue Coyote, que cuanta la historia de Mike Plant desparecido en su barco cruzando el Atlántico para competir la Vendée Globe. Como tercera destacaría Maiden, la historia de Tracy Edwards y su tripulación femenina también en la Whitbread. Estos últimos años estamos haciendo un tour por diversas ciudades españolas donde proyectamos algunas de las mejores películas.
¿Y los tres personajes invitados con mejor recuerdo?
Todos nos han sorprendido positivamente, han venido predispuestos, con actitud abierta y muchas ganas de transmitir su pasión. A veces cuando conoces a uno de tus ídolos te decepciona, pero te aseguro no ha sido así con ninguno de ellos. Han sido experiencias fantásticamente fáciles, además de enriquecedoras
Loïck Peyron es un comunicador extraordinario y muy apasionado. Jamás hubiera pensado poder tener a Sir Robin Knox-Johnston y fue por partida doble. Otro más podría ser François Gabart. Su presencia es imborrable, recién llegado de batir el record de vuelta al mundo vino con su mujer y su bebé. Estuvieron viendo la mayoría de películas con el crío en brazos sentados entre el público.
¿Y el SAIL INN PRO?
El Sailing In Festival nos fue permitiendo contactar con gente relacionada con la industria náutica que acudían, y en la cuarta edición se nos ocurrió hacer una jornada previa dedicada a la industria que bautizamos como SAIL INN PRO. Queríamos crear sinergias con una parte de los asistentes al Festival también interesados en aspectos relacionados con la industria. El sector náutico industrial estaba entonces un poco decaído tras la dura crisis económica que sufrimos después de 2008 en España. Había una industria incipiente de alta tecnología que se estaba creando y podíamos ayudarles con este congreso, pensando para poner en contacto a estas empresas españolas con las personas extranjeras que nos visitaban. En 2018 el Pro arrancó como un evento anual desvinculado del Festival porque tienen personalidades diferentes. Vimos que la idea cuajó, queremos que sea un punto de encuentro de innovación para distintos agentes del sector náutico, con especial énfasis en la innovación y generar oportunidades de negocio. También es muy importante la transferencia de know-how de otras industrias. En Euskadi hay muchas empresas tecnológicas aeronáuticas, automoción, energía solar, baterías, etc.
¿Es difícil encontrar el equilibrio entre el nivel técnico de los ponentes y el de la audiencia?
Hemos de tener especial cuidado para que sea más inteligible que si se tratase de un evento en la Bretaña o Gran Bretaña, donde tienen un nivel técnico medio más alto que el nuestro. Es difícil porque nosotros tenemos grandes expertos que son referentes a nivel internacional y empresas muy punteras, pero queremos atraer a otros sectores que están trabajando en otras áreas para que se interesen en el ámbito náutico. Mantenemos el equilibro entre mostrar sin entrar en el máximo detalle pero que a la vez se vea el potencial. El feedback que recogemos después de cada evento es bueno, y permite este acercamiento con otros sectores en ambas direcciones.
También cuidan la parte formativa
Un punto importante para que no haya esa diferencia tecnológica es la parte formativa. Dedicamos una jornada a universidades y centros que están formando a los futuros talentos de estas tecnologías. Es bueno que la gente joven conozca donde puede formarse. También sirve de escaparate para que las empresas que buscan talento puedan encontrarlo. El SAIL INN PRO es anual, y nos estamos planteando hacer algunos eventos complementarios especializados sobre temas específicos, en los que se pueda profundizar mucho más sobre un tema.
En la última edición hubo varias ponencias dedicadas al foiling y al análisis de datos. ¿Cree que son dos caminos al que dedicarán más atención?
Claramente son campos donde vamos a crecer porque además van a arrastrar a otros sectores industriales. El desarrollo del foiling está generando un avance en cuanto a materiales y técnicas de construcción. Nuevos diseños y materiales están evolucionando mucho. La utilidad del foiling va más allá de la vela de competición, está llegando a otros usos más comerciales.
El análisis de datos se está viendo que se está desarrollando muchísimo en beneficio de la construcción, estructuras, vida útil de piezas, etc., además de la performance de la navegación.
¿Qué planes tiene para las ediciones de este 2025?
Estamos trabajando en el SAIL INN PRO para ampliar el número de actividades. Seguiremos dando visibilidad al sector náutico del País Vasco y español, que se ven como sectores de desarrollo.
Nosotros tenemos el soporte de la Diputación Foral de Vizcaya y del Ayuntamiento de Getxo, ambas entidades apuestan fuerte por la Economía Azul del sector náutico, y nuestra plataforma es una buena herramienta para conectar a gente de distintos sectores, propiciando el networking.