Cuando sometemos equipos electrónicos al corrosivo ambiente marino toda precaución es poca. Si bien hoy en día estos equipos se hacen obsoletos antes de que la corrosión afecte a sus entrañas, siempre puede existir esa gota que llega allí donde no había llegado otra. Sí, como esa gota que nos entra por la parte trasera del traje de agua, con la mala fortuna para la cámara que puede afectar a funciones esenciales para el buen rendimiento de la misma.
Desde hace casi 25 años que me dedico al periodismo y fotografía de mar, y sólo he perdido una cámara por ese motivo, pero hace más de 10 años que utilizo una Peli Case 1510 y estoy seguro de haber salvado varias veces el equipo gracias a su excelente protección. En ocasiones alguna ola entra en el barco y he visto mi equipo flotando dentro de la maleta, afortunadamente cuando he sacado el equipo estaba siempre en perfecto estado.
Según el tipo de competición es más o menos difícil seguir a los barcos dependiendo de su velocidad, pero lo que determina el factor de riesgo es la condición de viento y de ola, en íntima relación con el patrón de la embarcación y su pericia. Hemos de tener en cuenta que el patrón de una embarcación de fotógrafos ha de estar al tanto de protegernos y no interferir en el trazado competitivo de los barcos en competición, pero por otra parte ha de atender a nuestras demandas de acercamiento o puntos de vista diferentes para nuestros encuadres, y determinar si son razonables. Así siempre es posible embarcar una ola o que la intensidad del viento haga que los rociones sean continuos. Por lo que es muy importante ubicar la maleta en un buen lugar, donde se pueda abrir y cerrar de forma segura, no moleste al resto de los tripulantes, y atarla para que no se desplace durante la navegación.
Por lo tanto, es fundamental contar con una maleta estanca, resistente y acolchada, para que el equipo no sufra cuando la embarcación navega hacia barlovento. El tipo de cierre de la maleta es mucho más efectivo y rápido que una cremallera de las habituales bolsas de fotografía (que también utilizo cuando hay menos riesgo) y el momento de abrir y cerrar el sitio donde tengamos la cámara es el momento crítico en el que una ola puede arruinarlo todo.
Utilizo este modelo de maleta porque cuenta con las medidas, por ahora, aceptadas para llevar en cabina en un avión, con un equipo básico de dos cuerpos, un objetivo 70-200, un 17-40 y un flash. También se puede configurar de otra forma para incluir más focales, y la he utilizado con un 500 mm que su peso, de más de 4 kilos, da una idea de su tamaño. Esto no quita que pueda viajar en la bodega del avión; de hecho, cuenta con una válvula para la despresurización.
A la hora de trasladarse tiene un asa extensible y unas ruedas muy efectivas. La mía ha recorrido varios cientos de kilómetros de asfalto de puerto y aun funciona perfectamente; aunque tengo entendido que las ruedas tienen garantía de por vida y las podría cambiar.
Quizá llama la atención su extrema robustez pero ofrece mucha tranquilidad y mi espalda agradece que no lleve todo ese peso en la mochila. En definitiva, totalmente recomendables las maletas Peli en el ejrcicio de actividades donde se requiera especial protección.
Características básicas
Servicio opcional de placa personalizada con tu nombre
Válvula de despresurizacián – equilibra la presián interior e impide la entrada de agua
Cierres de doble recorrido fáciles de abrir
Dimensiones máximas permitidas para el equipaje de mano
Indestructible, estanca al agua y al polvo
Cómodas asas ergonómicas superiores y laterales de goma
Núcleo interior de célula abierta y paneles exteriores rígidos: resistente y ligera
Asa extraíble retráctil
Pernos y candados con refuerzos de acero inoxidable
Anillo de sellado
Ruedas de poliuretano de alta resistencia con rodamientos de acero inoxidable
+ info en:
http://www.robisa.es/es/maletas/peli-maletas/maletas/peli