En efecto, el diseñador francés de origen ruso Victor Brix diseñó el barco en 1934 para que la familia de diplomáticos franceses, de nombre Gerardin, lo usara como barco de crucero y vivienda flotante en exóticos destinos diplomáticos y consulares. El barco tiene 20 m de eslora total y 14,30 m de eslora en la línea de flotación. La manga es de 4,50 m, y el barco cala 2,50m. Estas dimensiones daban un desplazamiento calculado de 40 toneladas.
El barco estaba provisto de un pequeño motor auxiliar de 16-20 caballos, que solo servía para aumentar un poco la maniobrabilidad en los puertos. En alta mar, el barco debía navegarse enteramente a vela. El interior del barco era especial porque no tenía cabinas separadas. Los espacios privados se configuraban mediante cortinas. Este interior servía mientras solo vivía a bordo la pareja de los dueños, pero era poco práctico con invitados y amigos. Por esto, algunos años más tarde se modificó al incorporar mamparos.
El barco fue botado al agua el 17 de mayo de 1935 en Amsterdam. Su primer viaje consistió en una travesía a Casablanca. Este viaje le tomó 14 días, en que navegó enteramente a vela, tocando los puertos de Flesinga (Países Bajos) y de Brixham (Reino Unido). Una vez en Casablanca, la familia lo utilizó como “embajada flotante”. Después, realizó un extenso crucero que les llevó por el Mediterráneo occidental, incluido Málaga y las Islas Baleares. La familia aprovechó la relativa calma en España inmediatamente antes del estallido de la Guerra Civil española, que iba a traer tanta miseria a una tierra tan bondadosa. A partir de 1936, la familia francesa evitó los puertos españoles. Desde 1939, cuando estalló la Segunda Guerra Mundial y Alemania ocupó Francia, se pierden los rastros de los viajes de la goleta Saint Christophe. Se habían acabado para mucho tiempo las jornadas fondeadas en calas de agua cristalina, las tardes echadas en la hamaca entre los dos palos de pino macizo, y las travesías a vela propulsadas por el Mistral o la Tramuntana.
Los rastros del velero reaparecieron muchos años después, en aguas de Grecia, cuando pertenecía a un norteamericano. Cuando lo puso en venta en 2006, el barco se encontraba en tan mal estado y en necesidad de tanta reparación que fue difícil encontrar un nuevo dueño. Por casualidad, los nietos de aquella familia que lo había hecho construir en 1934 se enteró de que estaba en venta. No dudaron de que era una oportunidad—probablemente la última que tenía el velero—para salvar esta embarcación que había cambiado hacia mejor la vida de sus abuelos. Lo compraron y se embarcaron en una restauración de seis años para tener el barco nuevamente en plena navegabilidad. La restauración fue ejecutada en Turquía, donde todavía existen muchos carpinteros de ribera con conocimientos de las técnicas tradicionales de trabajo con la madera y el acero. Se respetó el antiguo encanto de este barco, mientras que fue provisto de todos los modernos equipos de navegación, incluido enrollador de génova, spinnaker, electrónica, motores, etc.
Durante la restauración quedó patente la buena calidad de su construcción en 1934-35, cuando los famosos astilleros de De Vries en Lentsch en Amsterdam lo habían construido con el mejor acero de la época. En la restauración, el barco se dotó de un interior en caoba y teca muy agradable, potenciado con la luz natural que entra por grandes ventanas en la única caseta de cubierta, localizada en el centro del barco. Esta caseta alberga el salón del barco, a partir del que salen pasillos hacia delante y atrás para sendos camarotes, baños y la cocina.
En abril de 2017, el barco navegó de vuelta a su área de navegación original en los años treinta, la costa mediterránea de España. Su base se encuentra en la localidad de Santiago de la Ribera, en el Mar Menor, donde se encuentra al cuidado del Círculo Vélico, una organización cuyo objetivo es la preservación y la práctica de las antiguas técnicas de navegación a vela.
Con el fin de contribuir a su mantenimiento y navegación activa, el Círculo Vélico ofrece el barco para una amplia variedad de eventos al público en general y a personas con un interés especial en la navegación tradicional. Todos son bienvenidos en el Círculo Vélico. El barco realiza salidas de un día en el Mar Menor o hacia las islas adyacente en el Mediterráneo; o durante un período de una semana para explorar las Islas Baleares o la costa sur de España. ¡Como en los viejos tiempos!
Características técnicas Saint Christophe:
Modelo: Goleta de vela de estay de dos palos
Fabricante: De Vries en Lentsch
País: Holanda
Eslora: 20 m
Manga: 4,5 m
Calado: 2,5 m
Año: 1935
Potencia del motor actual: 150 CV
Capacidad para 8 pasajeros
Número de camarotes: 5
+ Info: www.circulovelico.com