General
El astillero polaco Parker ha presentado su modelo de mayor envergadura. Es la atractiva Parker Monaco 110 dotada de motores fueraborda e interesantes soluciones en su habitabilidad.
Textos, fotos y video testimonal: Erik Tarrés Lenneryd
Con la prueba de esta unidad en aguas de Barcelona y de la mano de Nautic Luis, su importador y representante de la marca en España, nos dimos cuenta de la ambición de este astillero polaco y de su buen hacer. La Parker Monaco 110 desprende esa actualidad en su línea proveniente del norte de Europa que en esta unidad se manifiesta plenamente, diríamos que mucho más, que su amplia gama de lanchas y fishers. A nuestro parecer es la propuesta más personal de este astillero, ¡ojo!, es un diseño del británico Toni Castro.
Según indicaron los responsables del astillero el día de la prueba, es un avance haber concebido una embarcación de estas dimensiones con motores fueraborda. Según ellos los fuerabordas de alta potencia eliminan las servidumbres de tener que albergar dos grandes bloques en el interior, ganándose espacio para la estiba general. En el caso de la Parker Monaco 110 este hecho se ha potenciado ya que, como se puede ver, los motores fuerabordas tampoco han supuesto una “contrariedad” en la habitabilidad de la popa. Se ha compensado la partición de una hipotética plataforma de popa, con una gran solario instalado encima de la tapa que cubre a los dos Mercury Verado de 300 caballos cada uno. El acceso al mar por este punto sigue siendo fácil.
Navegación
Parker Monaco 110, navegación fina con buen rendimiento
Nuestras pruebas suelen iniciarse, tras un debido calentamiento de los motoresm, a alta velocidad. Alcanzamos casi los 38,5 nudos de velocidad punta (6.200 r.p.m.)aunque el astillero asegura que pueden ser los 41 en un mar superplano ( y nosotros añadimos con menor salinidad que el Mediterráneo). Lo verdaderamente interesante es constatar que a algo más de los 14 kn, la Mónaco 110 ya empieza a planear con 75 L de consumo total a la hora. Su régimen de crucero económico lo establecemos en los 17 kn de velocidad (4.000 vueltas) con un consumo de 80 L.Una velocidad de crucero menos “adormilada”, nosotros pensamos que ideal es la de 24-25 nudos, que equivale estar a un régimen de unas 4.500 revoluciones por minuto y 105 L de consumo por hora y una autonomía de 150 millas aproximadamente. La potencia instalada es adecuada, 2 x 300 hp, si nos atenemos a una aceleración de 8 segundos hasta el planeo y 11 segundos más hasta su velocidad máxima. El astillero nos confirma que su potencia máxima está en los 700 caballos, es decir, en dos fuerabordas de 350 caballos c/u. Quizás innecesario para sus 6.500 kg pero no nos cabe ninguna duda que soportaría su empuje con solvencia y seguridad, en el límite, creemos, de una sobre-motorización. Por el contrario, también nos comentan que la potencia mínima aceptable es de dos fuerabordas de 150 caballos, sin duda, demasiada escasa a nuestro entender. Dos motores de 200 hp cada uno sería la adecuada, según nuestra experiencia.
Al mando desde su cómodo puesto de gobierno percibimos una navegación ágil, con un punto deportivo, sin duda, condicionado por el “push” de los Mercury Verado. Describimos viradas con poca escora y un comportamiento cómodo en general, con los lógicos e inevitables pantocazos aunque sordos y muy suaves. Nos damos cuenta que obviamente no responde como una lancha, ni debe por concepto, y sí que augura grandes trayectos a una buena velocidad, con una comodidad de navegación evidente. Su casco, con una considerable forma de “uve”, abre bien el agua. Y la respuesta a la rueda es sensible y la posición en el puesto de gobierno es cómoda con una buena visibilidad hacia el exterior. El casco, que transmite robustez, algo inherente en la marca, responde bien al uso del trim y a los flaps que, curiosamente, son opcionales. El puesto del patrón es sencillo, sin florituras, muy funcional, adecuado en su inclinación para una buena lectura y en donde destaca un plotter multifunción grande de Simrad junto a los tacómetros de los motores Mercury Verado también de Simrad. La rueda es ajustable mediante la típica rótula y las palancas electrónicas del gas están bien instaladas ergonómicamente hablando. Si, nos falta un reposapiés para esas largas travesías. A la hora de maniobrar, es un punto favorable disponer de una salida lateral al exterior para poder controlar la maniobra controlando bien los límite del barco. Esta unidad no disponía de joy-stick pero sí de hélice de proa. El asiento es cómodo y ajustable.
Habitabilidad
Parker Monaco 110, habitabilidad exprimida al máximo
La habitabilidad general de la Parker Monaco 110 está muy bien resuelta, tanto en los exteriores como en su acomodación. En su exterior, llama la atención su bañera amplia que exhibe dos interesantes “gadgets”. Por un lado, la superficie que tapa la presencia y aprovecha el area que ocupan los dos fuerabordas, es un mueble corredero que permite ampliar la superficie de la bañera. Un mueble que exhibe además una interesante modularidad por cuanto podemos convertirlo en un solario alzado o partiéndolo en dos, creando un asiento en la bañera o dos. Excelente artefacto que se acciona mecánicamente, sin artilugios eléctricos innecesarios. A ambos lados existen sendas salidas a las plataformas de baño que rodean los motores casi invisibles.
Otro aspecto a destacar en la bañera, es la apertura pivotante del cristal junto al acceso, que abierto queda en paralelo al voladizo del hardtop que, por cierto, posee dos aperturas, una hacia popa y la otra justo en el puesto de gobierno. Esta apertura está justo encima de una gran nevera de formato cajón que da servicio a la bañera. El acceso por las bandas hacia la proa es seguro, existiendo en el pasillo de Estribor un escalón siendo muy amplio el ancho al paso. El pasillo de Estribor es mucho más ancho que el de babor. En ambos pasillos se ha aprovechado el piso para disimular unos cofres donde estibar, por ejemplo, las defensas. En proa, literalmente elevado, ya que la sobreestructura tiene una altura considerable, se halla el solario. Una verdadera atalaya para tres, con unos convenientes asideros de seguridad y sujetavasos. El equipo de fondeo, perfectamente disimulado bajo dos tapas, está coronado con un peldaño que une el balcón de proa. Un peldaño que nos ayudará a comprobar cómodamente todo el proceso de la maniobra de fondeo.
La habitabilidad interior es más grande de lo que cabría esperar en una embarcación de esta eslora. En la cubierta principal llama la atención la importancia otorgada a la cocina, dispuesta en “L” y colindante a la puerta de acceso y a la apertura en vertical antes mencionada. Idónea para la extracción natural de los humos y olores así como para poder servir hacia el exterior como en una cocina americana. En la banda opuesta, a babor, se ha dispuesto de un salón con un sofá en “C” y una gran mesa fija, con uno de sus extremos adecuadamente recortado para respetar la holgura del pasillo que da acceso al puesto de gobierno y a la escalerilla que conduce a la cubierta inferior de la acomodación. La mesa, graduable en altura, permite crear una cama más de emergencia para ese invitado inesperado. El puesto de gobierno es colindante con el gran set que compone una gran cocina bellamente realizada en madera de tonos claros, color Haya. Una cocina, por cierto, muy bien equipada con horno,cocina de gas de dos fuegos y armarios y cajones para la estiba de menaje y abastos.
Descendemos a la acomodación que ofrece un buen asidero de agarre. A nuestra derecha se ofrece un lavabo de uso común completo con ducha a aparte y de doble acceso. El segundo acceso es el que da al camarote de proa, actuando, si se quiere, como lavabo privado. Un camarote de proa con cama doble central que tiene la gracia de estar al nivel de las grandes ventanas de las amuras, pudiendo curiosear sin ser visto el exterior. Existe un gran armario a la izquierda de los pies de mesa. La cama está elevada y se accede a ella por los laterales. El cabecero exhibe sencillez bien realizada cumpliendo con su cometido. La entrada de luz es excelente tanto por las bandas como por el techo, aún habiendo parte de las colchonetas tapando las cristaleras fijas del techo. La estiba se complementa con dos grandes cajones muy profundos bajo la cama
El segundo camarote se encuentra a la izquierda del pasillo y ofrece un banco doble donde vestirse en su entrada. En un nivel inferior muy profundo, se ha dispuesto de una cama doble con magníficas vistas a través de la ventana fija lateral. Junto a la puerta de acceso no podía saltar un gran armario ropero.
Balance
Parker Monaco 110, compendio de oficio y ambición
Probamos la primera unidad #1 destinada al largo periplo que debe hacer todo barco para darse a conocer en los principales salones de Europa. Por tanto, Olivier Kaczmarek, responsable del astillero el día de nuestro test nos cuenta que hay algunos detalles que serán modificados. Francamente son mejoras para nota que no vamos a desvelar ya que son auténticos matices a lo existente.
La Parker Monaco 110 es atractiva y luce mucho. Atractiva porque se la dota de dos motores fueraborda cosa, de momento, no muy habitual en este segmento de eslora. Y muy atractiva, ya no solo por su belleza exterior, con esa roda en forma “pico de loro”, si no también por lo sorprendente de un banco en la bañera que se convierte en solario sobre una superficie, en principio “muerta” como es la tapa que disimula los dos fuerabordas. Un banco que además, mediante un raíl, permite agrandar el área disponible en bañera. Ingenioso y bien realizado sin complicaciones. La salida por el lateral derecho gracias al portón existente es otro destello así como la salida al exterior desde el pesto de gobierno.
Nos encanta esta embarcación que, sin duda, es una muestra de la mayoría de edad de un astillero con ambición y mucho oficio acumulado y que Náutic Luis, su importador para España, le da la importancia que se merece de promoción.