El anticiclón situado sobre Menorca amenazaba en la mañana de este viernes con dejar en blanco la segunda jornada de la XI Copa del Rey de barcos clásicos, sin embargo, la paciencia de la flota fue recompensada con un Levante que despertó pasadas las dos de la tarde y sopló por encima de los 10 nudos. El resultado fue una regata espectacular para todas las clases, con momentos de auténtica emoción, como el paso de los Big Boats por la Isla del Aire o la impresionante llegada en la rada del puerto mahonés con viento de popa y todos los spinnakers desplegados.
Los Big Boats realizaron un recorrido largo, de 27,7 millas, en vista de que el viento no amainaba y había muchas ganas de sacarse la espina de la primera jornada. En esta clase asistimos a una lucha memorable entre Moonbeam y Mariquita, que navegaron juntos prácticamente toda la prueba. El resto de categorías (Época, Clásicos y Espíritu de Tradición) completaron una travesía de 17,3 millas. El viento de Levante fue de menos a más, desde los seis nudos justos de la salida hasta los 13 que registraba el anemómetro a las cinco de la tarde.
BIG BOATS, intenso duelo Mariquita-Moonbeam
El espectáculo ofrecido este viernes por los Big Boats Mariquita (1911), de 34 metros de eslora, y Moonbeam (1914), de 35, será recordado durante muchos años por las personas que siguieron la regata desde el mar o desde la costa. Navegaron prácticamente juntos desde la salida y llegaron al puerto de Mahón separados por menos de cuatro minutos tras recorrer 27 millas náuticas. Ambos izaron todo el trapo disponible para no ceder ni un metro al rival. El Moonbeam, que se ha convertido en la gran atracción de la Copa del Rey Panerai con motivo de su centenario, terminó imponiéndose por 10 minutos en tiempo compensado a pesar de que el Mariquita, último superviviente de la clase 19 Metros Internacional, fue el primero en mostrar su imponente silueta accediendo a la rada mahonesa, una escena que sólo es capaz de ofrecer la Copa del Rey Panerai.
Mikael Creach, patrón del Moonbeam 4: “Ha sido una regata increíble. Hemos mantenido un match race de casi 4 horas con el Mariquita, que al final ha perdido en el último tramo. Esto es casi imposible que ocurra hasta el final de la regata. Ha sido duro, aunque las condiciones de viento eran un poco suaves para nuestro barco“.
Lamentablemente a última hora de la noche del viernes conocíamos que el Moonbeam había sido descalificado.
El Moonbeam IV (1914) ha sido descalificado por el jurado y ha perdido el liderato de la XI Copa del Rey Panerai en la clase Big Boat. La decisión ha sido adoptada a raíz de una protesta presentada por su principal rival, el Mariquita (1911), después de que el Moonbeam no haya respetado una preferencia de paso. El incidente, de acuerdo con la declaración del Mariquita, se ha producido unos 30 segundos antes del bocinazo de salida. El jurado ha aceptado la versión del perjudicado por la maniobra ilegal y ha optado por descalificar al Moonbeam IV, que ha hecho uso de motor para salir del rumbo de colisión.
El Mariquita, patroneado por George Newman, recupera de este modo el liderato de la prueba con dos puntos, seguido del Halloween, de Michel Cotter, y el Moonbeam IV, de MIkael Creach, ambos con siete puntos.
Mariquita y Moonbeam, de 33 y 35 metros de eslora, respectivamente, han mantenido un duelo espectacular durante toda la regata. Sin embargo, la suerte ya estaba echa antes del inicio de la regata debido a la maniobra ilegal del Moonbeam IV
Entreprise gana en Época Marconi
Albert Kusak y su tripulación del Enterprise (1939) llegaba a Mahón como favorito, pero en la primera regata resultó muy penalizado por la escasa intensidad del viento. Este viernes, en cambio, fue otra cosa. Navegó casi siempre en cabeza de la flota y se acabó imponiendo en tiempo real y en compensado, con dos minutos sobre el inglés Skylark (1937), de Tara Getty, y tres respecto al Sirius (1936), del italiano Paolo Zaninoni, que, no obstante, conserva el liderato. El yawl del Real Club Náutico de Palma, ganador de la última edición de la regata Illes Balears Clàssics, se coloca segundo, a un sólo punto del Sirius y empatado con el Skylark. El Sonata (1937), de Jordi Cabau, que hoy fue cuarto y ocupa esta misma plaza en la general, mantiene intactas sus opciones de triunfo en la clase Época Marconi.
Bernardí Mata, proa del Entreprise: “Ha sido una regata muy técnica. Nosotros hemos regateado muy bien y la suerte nos ha acompañado al elegir navegar por fuera, cuando el resto ha optado por el interior del campo de regatas. Este buena elección táctica nos ha dado la victoria. Mañana nos lo jugamos todo”.
Época Cangreja para Chinook
Chinook es un diseño de N.G. Herreshoff de 1916 que se ha propuesto ganar el Trofeo Panerai Classic Yacht Challenge en la clase Época. Todo apunta a que no encontrará rival en las pruebas que restan al circuito. La superioridad que muestra en el campo de regatas es aplastante. Hoy volvió a ganar en tiempo real y en compensado, con una ventaja de cuatro minutos sobre el Marigan (1898), de Tim Liesenhoff, y es ya virtual ganador de la Copa del Rey Panerai, en gran parte gracias al descalabro sufrido ayer por el resto de sus adversarios, que no consiguieron cruzar la línea de llegada dentro del tiempo límite. Marigan, Ilex (1899), de Germán Ruiz, y Kelpie of Falmouth (1928) navegaron a un buen nivel, pero siempre en la estela del Chinook, cuyo registro de 02:45:22 para una distancia de más de 17 millas, frente a las tres horas y dos minutos que necesitó el Kelpie, demuestra que compite a un nivel superior en la clase que reúne a los barcos más antiguos de la flota.
Tim Liesenhoff, armador del Marigan: “Ha sido una regata muy dura por los cambios de viento que nos han obligado a desplegar muchas velas. Para nosotros quedar segundos en la Copa del Rey Panerai será ganar. No tenemos más opciones por el fuera de tiempo de la jornada de ayer”.
Yanira y Namib comparten liderato en Clásicos
El Namib (1967), patroneado por el italiano Davide Besana, se colocó al frente de los Clásicos después de que el Jurado decidiera descalificar al Bufeo Blanco (1963) en la regata del pasado jueves, cuando fue primero. Este fallo, basado en que el barco de Giuseppe Marino compitió con un rating no actualizado en la prueba inaugural, dio un gran vuelvo a la general. El Yanira (1954), una embarcación clásica de 17 metros que ha encontrado los recursos para su supervivencia en el sector del chárter y que es patroneada con destreza por Andrés de León, que hoy fue segunda, comparte liderato empatada a puntos con el Namib, seguida del Emeraude (1975). El Stella Polare (1965), de la Marina Italiana, cruzó la línea de llegada, situada en el interior del puerto, pero tuvo que conformarse con la tercera posición, cediendo diez minutos en compensando al Bufeo Blanco.
Pietro Bianchi, armador del Namib: “Es una sorpresa estar primeros en estas circunstancias, pero hay que acatar las órdenes del comité. En el mar no hemos sido los primeros nunca, así que tendremos que luchar para mantener esta posición. Todo dependerá del viento, si hay poco viento podemos ganar la regata. Si sube el viento y tenemos muchas olas, el Yanira o el Emeraude tendrán más posibilidades de ganar”.
Calima líder en Espíritu de Tradición
El Calima (1970), de Javier Pujol, apunta también a un récord. Ganador de la Copa del Rey Panerai entre los años 2003 y 2011, está a un sólo paso de recuperar su corona. Se ha adjudicado las dos regatas disputadas hasta el momento y, aunque sólo dos puntos lo separan del Lohegrin (1974), de Francisco Bacquelaine, navega siempre en cabeza y con una ventaja suficiente como para estar confiado. El pasado jueves fue el más rápido de toda la flota y hoy completó la travesía de 17 millas para la clase Espíritu de Tradición en 02:46:57, muy lejos de su principal adversario, al que superó en tres minutos tras la corrección de tiempos. Pas Encore (2005) y Tichiy Don (1981) han perdido toda posibilidad de inquietar al líder.