¿Quién no se ha perdido alguna vez en el silencioso mundo de los acuarios? Visitarlos es un viaje a la fantasía y la imaginación, es un regalo para nuestra mente que busca entender cómo sería vivir en un entorno tan aparentemente apacible, pero con todos los peligros que la madre naturaleza ha destinado a ese medio.
Los acuarios nos abren las puertas al mundo submarino de una forma cercana y casi táctil. Nos permite conocer especies que de otra forma solo podríamos ver por televisión, o bien realizando inmersiones al alcance de muy pocos.
En Okinawa, Japón, hemos descubierto uno de los acuarios más grandes del mundo. El tanque principal denominado “Kuroshi Sea”, contiene unos 7500 metros cúbicos de agua y está compuesto por uno de los paneles de acrílico más grandes del mundo, el cual mide 8.2 x 22.5 metros, con 60 cm de grosor. Este tanque contiene en su mayoría tiburones y mantas raya gigantes.
En total dispone de 77 tanques de exhibición y es uno de los pocos acuarios del mundo donde se puede ver el impresionante tiburón ballena en cautividad, hasta tres ejemplares nadando en cautividad.
El Churaumi es el primer acuario que consiguió el nacimiento del primer bebé de manta raya en cautiverio, después de un período de gestación de 374 días. Posterior a este hecho se han logrado múltiples reproducciones con éxito de mantas raya, las crían mientras son muy jóvenes y luego las devuelven con sus padres lo que ha llevado al acuario a tener en la actualidad hasta cinco ejemplares de esta bonita especie.
Japón nos queda muy lejos, pero este video nos permite dar un agradable paseo bajo el mar.
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