Por primera vez desde que zarparon desde América el domingo, los barcos de la IMOCA Ocean Masters Nueva York to Barcelona Race han podido izar sus spinnakers, ya que el viento ha rolado del través a su popa.
Durante la noche los cuatro IMOCA 60 pasaron el extremo oriental de la puesta de seguridad. El Safran de Marc Guillemot y Morgan Lagravière lo hicieron a las 22:55 UTC, 1 hora y 55 minutos antes que el Hugo Boss, quien a su vez precedió al Neutrogena y al GAES Centros Auditivos, ambos codo con codo unas millas más atrás.
Así, los participantes han dejado atrás la amenaza que suponían los icebergs, que está temporada han descendido un poco más al sur de lo habitual. Ninguno de ellos llegó a verlos, pese a detectar algún cambio brusco de la temperatura del agua.
La flota navega ya libre de restricciones, con todo el Atlántico disponible para elegir la ruta más rápida. A las 10:30 UTC, el líder Safran navegaba a 1.829 millas del estrecho de Gibraltar, su próximo “waypoint” que antes les exigirá negociar el anticiclón de las Azores, interpuesto en su camino.
Los barcos ahora deben negociar una cuña anticiclónica, a modo de barrera sin viento, situada en su proa. Los primeros efectos ya se han dejado notar, comprimiendo la flota en un nuevo efecto acordeón. Para los perseguidores ha sido una música celestial. El Hugo Boss ha disminuido su desventaja de 32 a 20 millas, mientras que la pareja de baile GAES Centros Auditivos y Neutrógena han recortado 20 millas a sus predecesores.
La estrategia recuperará su protagonismo con el role del viento del suroeste al oeste, antes de una posterior transición al componente norte. Además, su menor intensidad requerirá la máxima concentración de los patrones.
“El viento que nos rodea es muy inestable y flojo, pero las cosas van bien”, comentaba esta mañana Marc Guillemot desde el Safran. “Las condiciones son agradables, con mar plana, pero hay que estar muy atentos debido a la inestabilidad del viento. Hemos entrado en una zona abierta, sin restricciones de paso, aunque para ser honesto, la puerta de seguridad no nos afectó, pues la ruta idónea no nos llevaba por allí”.
Mientras las anteriores previsiones estimaban que la regata iba a ser una “carrera de caballos” hasta Gibraltar, la información meteorológica actualizada indica que será mucho más táctica, con una interesante guerra de trasluchadas para jugar los sucesivos roles previstos.
Preparado para este escenario, el Neutrogena se ha ido situando más al norte que sus rivales. “Esta es la baza que quisimos jugar, librar justo la puerta de seguridad y dejarnos caer hacia el norte, buscando que el actual sotavento nos de opciones cuando role más a nuestra popa, ya sea trasluchando y quedar a barlovento de ellos, u orzando para acelerar con un rumbo más rápido”, comentaba Guillermo Altadill. De momento el Neutrogena está navegando con toda la mayor gracias a las condiciones más suaves de viento, pero esperan a que haya menos humedad para poder repara la vela dañada-
Desde el Hugo Boss, Pepe Ribes informaba que navegaban con 15 nudos de viento: “Estamos intentando atrapar al Safran, pero por detrás los otros dos barcos tendrán más opciones. En estas condiciones de poco viento y empopada nunca he navegado con este barco, será una buena oportunidad gracias a la referencia del Safran”.
La corriente del Golfo
Este gigantesco río lleno de meandros de agua tibia se origina en Florida, desde donde fluye hacia el norte por la costa este de los Estados Unidos, Canadá y Terranova antes de adentrase en el océano Atlántico. Dado el enorme volumen de agua que contiene (se dice que más que el contenido de todos los ríos del mundo juntos) su velocidad de circulación es enorme, a veces de hasta 4 nudos.
La naturaleza aparentemente arbitraria del flujo de la corriente del Golfo se debe a los remolinos. A medida que el agua tibia sube hacia el norte y entra en contacto con el agua más fría, sus capas exteriores chocan entre sí y dan pie a la formación de estos torbellinos y remolinos que pueden ayudar o dificultar sobre la superficie.
Los tripulantes de los barcos saben fácilmente si están o no en la corriente del Golfo. Aparte de que afecta a su movimiento, la temperatura del agua puede llegar a ser 10 grados más alta que el agua circundante.
Afortunadamente hoy en día el movimiento de la corriente del Golfo está lejos de ser impredecible. Los satélites con cámaras térmicas pueden capturar fotos desde el espacio, mostrando la trayectoria de la corriente del Golfo y, en particular, las imágenes psicodélicas de sus remolinos. Recibir información acerca de estos remolinos en tiempo real permite a los competidores jugarla a su favor, buscando potenciales beneficios de velocidad.
A bordo de Hugo Boss, Pepe Ribes dijo que han tratado de sacar el máximo partido de los remolinos, pero ayer no pudieron hacerlo al estar su ruta condicionada por la puerta de seguridad. “Hemos tenido 1,5 nudos a favor, aunque ahora tenemos un nudo en contra, pero no hay nada que podamos hacer sobre eso, tenemos que seguir recto”.
Desde el GAES Centros Auditivos, Gerard Marín dijo que estaban luchando con el “juego” de la Corriente del Golfo. “Sin duda, notamos que el barco va más rápido o más lento en diferentes momentos”.
En la crónica del video de hoy nos muestran un interesante experimento de cómo preparar la comida liolifilizada