“Un mundo sin compromiso” es el concepto que el astillero Numarine ha querido trasladar a su último yate, el Numarine 70 Fly que ha querido optimizar de todas las formas posibles la vida a bordo tratando de atender todas las necesidades del armador.
El uso extensivo de acristalamiento en todo el exterior se traduce en un diseño verdaderamente radical que sirve para ofrecer una estética innovadora al mismo tiempo que baña de luz natural los interiores del yate. El resultado es un barco que enfatiza la experiencia sensorial del espacio para conectarnos con el entorno del yate.
La configuración del salón es altamente sociable, con un bar/cocina semiabierto, comedor independiente y la disposición de una zona de descanso de lujo todo combinado para que cada momento a bordo sea disfrutado sin reservas.
El alojamiento consta de tres cabinas con baño privado equipadas con “literas divididas” que pueden ser fácilmente unidas o separadas favoreciendo la máxima flexibilidad a la hora de acoger a los huéspedes.
El camarote principal a toda manga ofrece un espacio propio de yates mucho más grandes, lujosamente equipado con armarios, tocador, sofá, y un gran cuarto de baño con una espaciosa cabina de ducha y dos lavabos.
En el exterior, la popa está equipada con abundantes asientos y espacio de ocio así como con un comedor en bañera que acentúa el propósito del astillero de socializar el barco al máximo. El flybridge ofrece asientos en toda la superficie, un wet-bar completo y un amplio espacio para tumbonas, permitiendo al mismo tiempo almacenar una grúa o jet-ski.