El Real Club Mediterráneo de Málaga presentaba recientemente su nueva Marina Seca dotada con un novedoso sistema que permite transportar los barcos con facilidad desde el agua a sus estanterías.
Miguel Marqués de Torres, comodoro y capitán de vela del Real Club Mediterráneo y Eugenio Magni, director comercial de Magni, empresa italiana especializada en la fabricación de máquinas telescópicas, presentaban el sistema haciendo una demostración de su funcionamiento.
La marina seca tendrá capacidad para 112 embarcaciones a motor de hasta 8 m de eslora y 3.000 kilos que se disponen en un hangar con estanterías. Para gestionar estas embarcaciones se ha adquirido un toro que permite al armador que su barco sea puesto en el agua para salir a navegar en pocos minutos. La máquina que se ocupa del movimiento de los barcos está diseñada específicamente para este tipo de maniobras por el fabricante italiano.
El sistema de almacenaje consiste en estanterías situadas en cuatro niveles. El vehículo, fabricado por Magni específicamente para transportar barcos al agua, puede manejar embarcaciones de hasta 10 m de eslora, 5 toneladas de peso y alcanzar los 14 metros. Mediante un mecanismo de brazos telescópicos permite acomodar la mayor parte de la quilla del barco en el chasis de la máquina.
La elevación de la cabina de este vehículo, que se sitúa a 3 m del suelo, facilita una excelente visibilidad durante la liberación y la recogida de la embarcación del agua y también mirar por encima durante el transporte, al mantener el barco en una posición inferior, asegurando así mucha más estabilidad.
El complejo lo completa una grúa de 12 toneladas, que ofrece servicio de limpieza de casco, patente, imprimación y lijado, ánodos…
La marina seca se gestiona en régimen de alquiler anual y estará operativa los 365 días al año. Asimismo se ha puesto a disposición del armador un paquete básico que incluye 60 movimientos dobles, izada y botadura, o 120 individuales anuales.
El Real Club Mediterráneo inauguró hace menos de un año su nuevo puerto, que se sitúa al final del dique de Levante. En agua cuenta con 113 amarres de hasta 15 metros de eslora, dispuestos en unos modernos pantalanes, pilotados al fondo y con sistemas de finger, que facilita las maniobras de amarre y separación de barcos. Cuando el complejo esté acabado dará cabida a un total 225 embarcaciones.