Es interesante ver los problemas que se ponen de relieve en los diferentes congresos náuticos, jornadas o encuentros profesionales del sector a los que acudimos. Recientemente hemos detectado cómo los concesionarios y gestores trabajan en el interés de resolver problemas o compartir ideas para hacer funcionar mejor el negocio y la industria náutica.
Sean sesiones aburridas o no, todos toman notas y se miran para aprender uno del otro, asintiendo o desautorizando al ponente que, a pesar de su voluntad, no da pie con bola y todos lo notan.
Los expertos en gestión nos explican cómo optimizar los recursos y ser más eficientes; los de marketing cómo superar el modelo tradicional y apostar por el marketing digital; y desde operaciones destacan la importancia de la formación de los empleados y el servicio al cliente.
Al final todo son un conjunto de diagramas con un relato convincente que, puede ser más o menos ameno y, por momentos, según el ponente, divertido. Pero, en resumen, al concesionario lo que le interesa es atraer flota.
Las ideas pueden ser inspiradísimas, servir para compartir mejores prácticas, mejorar la industria. Pero, si vienen 75 millones de visitantes, al sector náutico le interesa que visiten museos, sí; que ocupen buenos hoteles y gasten en buena gastronomía, pero por supuesto, también que usen el barco y utilicen nuestros puertos y dársenas.
De momento estamos empachados del turismo de sol y playa.
En los años en que era posible, sonaba mucho el hacer una semana de navegación por Turquía o por las islas griegas, era lo más. Recuerdo pasear por el salón de Dusseldorf y salir convencido de que tenía que hacer una semana de navegación por Croacia, Grecia o Turquía. Aún recibo spam de una empresa de chárter a la que, en un mal momento, les di mi email.
¿Tan difícil es que, un alemán que vaya al Salón Dusseldorf, salga con la cabeza llena de que ha de “navegar el Camino de Santiago”?
Pensamos que esto es posible. Sin duda tenemos opciones y una interesante oferta para que la inmensa flota europea del Atlántico se atreva a hacer “la ruta de Colón” y se pierda una semana navegando entre las Islas Canarias. Es posible conseguir que todo visitante que entre en el Salón de Paris de 2017 salga con la cabeza llena de Colón, Navegación, Atlántico, Canarias.
Y lo mismo con otros destinos reconocidos: Costa Brava, Costa del Sol, Cartagena, Baleares… Lo que necesitamos es movilizar flota. Y si no hay flota nacional se ha de buscar de otras banderas.
Jaume Prats