Efectos de la legislación europea en la industria náutica
En 1994 se adoptó la Directiva europea sobre las embarcaciones de recreo (Directiva 94/25/CE) que ha permitido la armonización a nivel europeo de los requisitos de seguridad para las embarcaciones de recreo con esloras hasta los 24 metros.
Dicha directiva fue modificada en 2003 (Directiva 2003/44/CE) con la adición de nuevos requisitos de tipo medioambiental relativos a la reducción de los niveles de emisiones de gases y contaminación acústica de los motores marinos, y la inclusión de las motos acuáticas en el ámbito de aplicación de la directiva y está en constante revisión.
Durante su vigencia, la Directiva sobre las embarcaciones de recreo ha determinado el desarrollo a nivel internacional, de más de 60 normas armonizadas EN-ISO, aplicables a las embarcaciones y a las motos acuáticas
La consecuencia directa es la creación de un mercado único europeo para las embarcaciones de recreo, facilitando las condiciones para el comercio, la competencia y los intercambios intraeuropeos.
Uno de los efectos de la crisis financiera sobre el sector náutico ha sido el desplazamiento de la demanda, lo que es habitual para los productos que no son de primera necesidad.
Hoy la industria náutica europea tiene un problema severo de demanda. No obstante, ha reaccionado ante la crisis adoptando las medidas para encontrar nuevos mercados fuera de los tradicionales (Europa, Norteamérica, Australia/Nueva Zelanda), invertir en nuevos modelos y nuevas tecnologías para proponer productos innovadores, reducir los costes de producción y defender así su posición de líder mundial.
Los precios actuales de las embarcaciones nuevas resultan algo más competitivos que en el pasado para los consumidores europeos, salvo para los ciudadanos españoles.
Desgraciadamente, el sistema bancario ya no acepta el valor de las embarcaciones de recreo como garantía para la financiación, ante el temor de una caída considerable de su valor. El leasing, muy popular en el sector náutico, también ha entrado en crisis.
La vigilancia del mercado parece hoy muy insatisfactoria a nivel de cada uno de los Estados.
Numerosas embarcaciones de recreo no conformes a los parámetros europeos de ruido y emisiones son importadas y vendidas en Europa, con banderas europeas, sin que los importadores se vean controlados por las autoridades responsables de la vigilancia del mercado, dando lugar a una competencia desleal.
A nivel estatal la reactivación del mercado, y del sector, debe pasar por armonizar la tributación de la legislación española a los estándares europeos.
Jaume Prats
Ba Advocats