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Pero este patrón pionero ha estado en todas y cada una de las salidas de la Vendée Globe desde entonces, a veces negando que volvería a participar. Una vez que sus dos hijas crecieron, teniendo ahora sus propias carreras, y con menos responsabilidades a nivel empresarial, hace cuatro años, cuando caminaba por el pantalán en medio de la agitación, ya observaba a la flota buscando los pequeños detalles, cualquier aparato o instalación que le podría gustar para el IMOCA que ya había diseñado y estaba construyendo para competir en esta edición 2016-2017.
Desde el pasado mes de septiembre Fa es un habitual de Les Sables d’Olonne. De hecho llegó con su Spirit of Hungary, diseñado por él mismo, con un aparejo de fortuna –13 metros de tubos de hierro creando un mástil- procedente de Madeira, después de tener que retirarse de la pasada Transat Jacques Vabre.
El nuevo aparejo de Fa fue construido originalmente para el BT de Sébastien Josse pero éste no lo usó porque fue considerado 40 kg más pesado de lo reglado. Fa lo ha recortado 80 cm para que cumpla la regla IMOCA. Ahora, después de dos navegaciones transatlánticas y meses de preparación, este veterano está listo para salir con total confianza en su barco.
“Este palo es mucho mejor que el anterior y tengo todas las velas nuevas de Doyle Sails New Zealand. Tienen una buena forma y encajan el aparejo muy bien”, dice Fa.
“Echando la vista atrás, todo ha cambiado en la regata pero la pasión es la misma. He estado en todas las salidas pero es realmente diferente cuando estás en el ‘meollo’. Estoy muy feliz de estar aquí. Disfruto mucho con el barco. Siempre ha sido difícil estar aquí y no pensar en volver a hacerlo. Siempre lo eché de menos. Pero en 2011 y 2012 sabía que estaría de vuelta, con menos responsabilidades en casa y buenas ofertas de carbono para el barco. El diseño ya estaba en marcha. Vi los barcos y también muchas cosas interesantes e innovadoras pero nada que realmente me hiciese tener un favorito”.
“Éramos aventureros y no patrones profesionales como ahora. Navegábamos ciegos. No sabíamos nada. Mirabas el tiempo y leías las nubes. Si supiésemos dónde estaba la borrasca, la alta presión y la ruta que estábamos haciendo… Era mucho así. Y por supuesto los barcos son mucho más rápidos ahora”.
“Así que lo prefiero mucho más ahora. Sin duda. Me encanta el rendimiento de estos barcos y la vida a bordo es mucho más agradable. Mi primera circunnavegación fue con una carta de papel y un sextante. Si tuviese que hacer eso de nuevo, no lo haría. No lo haría de nuevo. Me gusta este nivel técnico, con barcos con alta tecnología e información meteorológica muy detallada. Me encanta y no lo haría de otra manera”.
“Aprecio lo que aprendí en los tiempos, digamos, clásicos y ese aprendizaje perdura durante siglos. Pero sin duda me gusta el nivel de ahora, me gusta la complejidad. El barco es rápido, sensible y fácil de llevar, responde a lo que le pido”.
Habiendo diseñado y construido la mayor parte de su barco él mismo, Fa no lo cambiaría por ningún otro IMOCA de los que están amarrados en Port Olona.
“Algunos de ellos están demasiado lejos de mí. No creo que los ‘foils’ estén realmente testeados para tan larga distancia. Si construyese un nuevo barco haría este mismo pero mucho más ligero”.
Y Fa está, una vez más, disfrutando del reconocimiento y respeto de los visitantes de la Vendée Globe en Les Sables. “Fatiga un poco pero es increíble e inspirador ver a miles y miles de personas en el pantalán cada hora”, concluye.