La ría de Navia (Asturias) fue testigo del regreso a la motonáutica de élite de uno de nuestros grandes campeones, Miguel Ángel Betancor García, que después de 12 años nos deleitó con su presencia a finales de julio en el Campeonato del Mundo de Motonáutica Reina Letizia en la categoría T-850. Entre los participantes se registraron pilotos de cinco países en un total de 15 embarcaciones que completaron cuatro mangas en el circuito habilitado en el estuario naviego.
Una vez más, el piloto del mítico 111 logró el título de campeón del Mundo en la citada categoría T-850 a sus 61 años de edad, logrando un hito histórico pues además de conquistar la Pole venció en las cuatro mangas disputadas. “No veas cómo va el pajarito”, decía Paco Ríos, piloto que logró la segunda posición en el mundial y al que une una gran amistad y un profundo respeto por Miguel Betancor, y es que cuando Paco se iniciaba en la motonáutica, Miguel Ángel ya era toda una leyenda de este deporte.
La prueba fue organizada por la Escudería Navia Motor Club, donde la gran batalla deportiva se produjo entre el portugués Pedro Fortuna, en la categoría HR-850, y el español Miguel Ángel Betancor, perteneciente a la escudería Majoni Canarias, en la de T-850. Navia, precisamente, es una localidad protagonista de algunos de los triunfos y récords que conquistara en épocas pasadas el deportista de La Isleta.
Medalla al Mérito Deportivo
A nivel internacional Miguel Ángell Betancor ha dado grandes éxitos, triunfos y alegrías al deporte español en general, lo que fue recompensado en 1994 con la Medalla de la Real Orden del Mérito Deportivo, que es la más alta distinción que se otorga en el deporte en España. El piloto grancanario siempre destacó por su gran capacidad para adaptarse a la evolución de las distintas categorías de la motonautica, donde él ha competido en las modalidades T-550, T-750, T-850, HR-850, Fórmula 1 de motonáutica, e incluso en la Offshore V-24, atesorando un palmarés lleno de triunfos y títulos.
Logró por dos veces ser Campeón del Mundo de T-750, en 1988 y 1990; Subcampeón del Mundo de T-750, en 1991; Subcampeón de Europa de T-550, en 1995; Campeón de Europa de T-850, en 1996; dos títulos de Campeón Continental; 15 veces Campeón de España, también corrió en la categoría de Fórmula 1 de Motonáutica, realizando excelentes clasificaciones en la general -perdió una gran oportunidad en el Campeonato del Mundo F1 por avería- y, por último, en el año 2000 también participó en el Campeonato Internacional en la clase 1 de Offshore V-24.
No olvidamos en esta sucesión de éxitos, la gran cantidad de victorias en distintos Grandes Premios Internacionales así como nacionales en otras pruebas.
El gran canario paseó el nombre de España y Las Canarias durante las competiciones por casi todo el mundo cuando competía con grandes éxitos en las distintas modalidades náuticas.
Un grave accidente
En su trayectoria deportiva Miguel Ángel Betancor cuenta con dos sucesos que forman “la otra cara” de su carrera. El primero, cuando perdió toda posibilidad de luchar por el Mundial de Fórmula 1 de Motonáutica debido a averías en su máquina que le obligaron a retirarse; y el segundo, sin duda alguna el más grave, cuando en plena carrera un accidente estuvo a punto de costarle la vida. Fue en la bahía de Londres, cuando se disputaba el Campeonato del Mundo de Fórmula 1 de Motonáutica en 1990. Miguel Ángel lideraba la carrera, pero en la recta final de la misma su embarcación sufrió un grave accidente tras el cual Miguel Angel quedó atrapado debajo de la misma, en el agua y sin conocimiento. Afortunadamente pudo superar ese mal trance, se recuperó en su totalidad, y sin temor a nada ni a nadie volvió a la alta competición a los mandos de una nueva embarcación náutica.
Sabido es que Miguel Ángel es un personaje épico dentro del mundo de la motonáutica, todo coraje y siempre a todo gas. Ni los grandes entendidos, críticos o simpatizantes a este deporte ponen en duda que Miguel Ángel Betancor sigue siendo uno de los grandes pilotos de esta modalidad deportiva y de los más laureados a nivel nacional.
El grancanario puede presumir de ser un excelente competidor y brillante deportista, y un apasionado de sus barcos, pues aún conserva varias de las embarcaciones con las que ha logrado sus triunfos, como son: un Fórmula 1 de motonáutica; la T-550, T-750 y T-850, las cuales aún están en perfecto estado y listas para competir.
Todas estas embarcaciones se encuentran en el local que la Escudería Majoni Canarias tiene en el barrio capitalino de La Isleta, precisamente junto a su empresa Náutica Motor, concesionario oficial de la marca Yamaha. Allí, Miguel Ángel Betancor desempeña en la actualidad su actividad laboral junto a su hija Ivonne Betancor, que también fue campeona de España en la categoría T-550. Sin duda, una familia de auténticos campeones que traspasan sus conocimientos y pasión por la competición al servicio de sus clientes.