Perseverancia, atención, confianza y quizá un poco de buena suerte han sido necesarias esta semana para descifrar cada role de viento en el campo de regatas. Pese a garantizar un gran espectáculo a los múltiples espectadores que se acercaron a la playa o salieron al mar, el recorrido costero dispuesto para la última jornada entre La Napoule y las islas Lérins, pasada la Croisette, supuso un duro esfuerzo para las setenta y nueve embarcaciones clásicas participantes en esta 37ª edición de las Régates Royales. El viento ligero del este de no más de ocho nudos que llegó a descender en algunos momentos hasta tan sólo 4 nudos de intensidad, obligó a la flota a acercarse lo máximo posible a la costa para buscar la más mínima brisa. En estas agotadoras condiciones, el trabajo de los tácticos fue clave para evitar cualquier bordo, trasluchada o maniobra innecesaria.
Éste es un juego que Mariska conoce muy bien y que le permitió liderar esta manga final durante todo el recorrido, imponiéndose al Clase J Shamrock en tiempo real y acumulando un increíble margen en compensado. Pero esta victoria en la última prueba no bastó a Mariska para arrebatarle a Moonbeam IV la victoria general. Así, Monnbeam IV, gracias a sus brillantes resultados en las tres primeras pruebas, se llevaba el oro en la división de los Big Boats, por delante de su hermano mayor Moonbeam of Fife y con Mariska en tercera posición.
También ha sido una regata muy reñida entre las embarcaciones de Época Cangreja, ya que Marigold, el “más antiguo de los clásicos” necesitaba ganar la última manga para llevarse el título general, pero las condiciones no eran las que necesitaba esta unidad diseñada por Charles Nicholson, que al final terminó en séptima posición en esta última prueba. Finalmente Marigold se las arregló para hacerse con la victoria general, empatado a puntos con Tilly XV, gracias a las dos victorias en las dos primeras pruebas y con el tercer puesto para Chinook.
En el grupo de Clásicos, antes de la última prueba la situación también era incierta, con tres embarcaciones aspirando a la victoria final. Ganbare fue el vencedor de la última prueba. pero gracias a dos primeros puestos, Ea superaba a Sagittarius en la tabla general mientras Naif subía a la tercera plaza del podio.
Entre las embarcaciones de Época Marconi menores de 15 metros, el California 32 italiano Cholita, se llevaba la regata gracias a una brillante actuación con tres victorias en las cuatro pruebas disputadas. El Suizo 8MI Carron II, particularmente diestro con viento ligero, trató de dar lo mejor de sí para hacer con la victoria pero tuvo que conformarse con una segunda plaza, siendo el broce para Jalina.
Cuando uno navega a bordo de un barco que ha pertenecido a un presidente de los Estados Unidos, parece que es posible superar cualquier obstáculo. Este es el caso de Manitou, el yawl de Sparkman & Stephens que, pese un decepcionante quinto puesto en la manga costera, finalizó dos puntos por delante de Skylark de 1937 y a tres de Leonore, con el NY 40 Rowdy cuarto de la general.
En la categoría Espíritu de Tradición Helisara, la embarcación que fuera propiedad del famoso director de orquesta Herbert von Karajan, se quedaba a sólo un paso de la cima del podio, en el que el oro era para Freya 2003 y el australiano 12 MI Kookaburra III se hacía con el bronce. Y finalmente, Pitch era el vencedor de la clase Tofinou, con Pippa segundo y Nirvana II en tercera posición.
Schmidt se corona rey de los Dragones
Los Dragones diputaron el sábado su última prueba en la que el alemán Michaël Schmidt (M3) y su tripulación comenzaron con margen suficiente para llevarse la oro de forma segura. A pesar de terminar quinto en esta última manga, Schmidt se hizo con la victoria general, seguido de Yvan Bradbury (Blue Haze) y Gavia Wilkinson-Cox (Jerboa).