Menos de 200 millas para que finalice la etapa y todos pendientes de qué sucederá en la aproximación final a la ciudad bretona. Aunque el cansancio hace mella en toda la flota, el barco español tiene los cartuchos prendidos y todo ello a pesar de que desde a bordo dicen que “la paliza que nos ha dado el golfo de Vizcaya ha sido para el recuerdo”.