General
El crucero monotipo Melges 32 se deja querer por su alto rendimiento y excelentes prestaciones de navegación, lo que unido a unos costes contenidos son la clave de su éxito en nuestro país y en sudamerica.Por Pn
Navegación
Agilidad y velocidad
Podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que este monotipo se va consolidando en nuestro país como uno de los más populares y “guapos” en su género; apto para tripulaciones de cinco personas o de hasta ocho sin superar nunca los 629 kg totales que marca la clase. El Melges 32 es un velero rápido, de muy sencillo manejo y de respuestas inmediatas. El tacto a la caña de carbono es muy sensible gracias a un sistema de cojinetes que facilita un control absoluto en ceñidas y punteos; esto permite un gobierno divertido y fácil.
Claramente orientado a los rumbos abiertos, en las pruebas de navegación obtuvimos registros de entre 14 y 15 nudos con facilidad, llegando a puntas incluso de 18. En la ceñida se defiende sin problemas, con velocidades entre los 6,5 y 6,7 nudos, estimaciones propias de los barcos de 40 pies.
Su carena de líneas planas busca y facilita el planeo, destacando en su diseño también una manga de 3m que permite un buen apoyo lateral en las escoras, así como un plano vélico muy potente, tanto por la superficie de su mayor como por la del foque (105%) y sus tres asimétricos permitidos. La profunda quilla de 2,13m con un torpedo final de plomo de 778 kg y una gran pala compensada de 2m permiten convertir la presión del viento en velocidad.
Las posibilidades de trimaje de la mayor durante la ceñida nos permiten sacar gran rendimiento, así como la comedida barra de escota y la existencia de un “cunningham” accionable desde el piano del “roof”. La posición centrada del carro del foque favorece un mejor ángulo de ataque del viento y el back-stay se puede accionar desde la posición de trimmer de mayor a través de un reenvío de popa. El botalón de carbono se saca y repliega gracias a un aparejillo interno que se acciona desde el exterior por una apertura en la pared de la caseta.
Habitabilidad
Funcionalidad
Su vocación regatera y de velocidad condiciona un interior en el que todo está a la vista, y donde un solo tripulante se hará cargo de las velas, arriándolas desde la escotilla de proa para luego estibarlas dentro. El sistema de velas suspendidas que incorpora el Melges 32 permite alojar las velas delicadas -como los asimétricos- más eficientemente, evitando que se rasguen o se mojen al contactar con la superficie de cubierta.
El minimamparo de proa separa el tirante textil que sujeta por debajo de la cubierta, neutralizando la fuerza del stay que debe soportar la presión, como toda la jarcia en general. El gato hidráulico que hay (Enerpac) además de los efectos del backstay mecánico, separa el palo de la carlinga y lo hace subir. El casco aguanta bien esta presión pues posee un contramolde instalado exclusivamente en las zonas de los mamparos lo que evita la torsión longitudinal.
El botalón del Melges 32, que se apoya en un único punto, se instala a estribor y a través de una sencilla desmultiplicación se extrae mediante un cabo sin fin desde la pared de entrada de la caseta y por deslizamiento. En esta parte central, en el través, se han ubicado unos bancos en fibra inclinados y adosados a las paredes que ofrecen una mínima comodidad para sentarse y descansar. El sistema desmontable de quilla retráctil se sitúa en la entrada al interior y actúa como peldaño de acceso. A cada lado de su tapa está el trapecio para izar la fina quilla.
En la aleta de estribor bajo la bañera encontramos el cuadro eléctrico y la bomba de achique con una válvula de tres vías para achicar el agua por zonas. En la crujía está el depósito del motor fueraborda que se iza mediante un balancín, quedando el habitáculo totalmente estanco gracias a una tapa que cierra el orificio en la carena.
Con respecto a la cubierta de exterior destaca por ser despejada de elementos superfluos, con unos pasillos anchos y cómodos. La regala en molde, de pequeña altura, llega al límite de donde se sienta la tripulación para hacer banda. Los escoteros están en su justa medida.
Balance
Personalidad propia
Ideado para obtener un alto rendimiento en competición, el Melges 32 es un crucero ligero de grandes atractivos; los principales son que con un presupuesto no demasiado elevado tenemos un velero de excelentes prestaciones deportivas, de poco mantenimiento y apto para cualquier aficionado con un poco de habilidad y ambición competitiva. También es destacable su facilidad para ser transportado en un remolque basculante por carretera y, en caso de largas distancias, mediante un container de 40 pies gracias a su quilla retráctil y a su palo desmontable. El barco se arma en dos horas rápida y sencillamente.
Obviamente no está destinado al crucero de placer y por ello su habitabilidad se sacrifica a favor de su rendimiento en navegación. Algunos regatistas procedentes del Platú 25 o del J80 que han probado este modelo le dan un nivel superior en sus prestaciones deportivas, una opción perfecta para aquellos que prefieren tener un solo barco consagrado a la competición.
Reconocido como clase por la ISAF, el Melges 32 suele presentar todos los años su particular calendario de regatas y se estima que por unos 150.000 € más el barco, una tripulación de ocho personas podrá entrar dentro de este Circuito.