General
Río Ibérica es la importadora de las semirrígidas italianas Marlin Boat. Probamos la 24 SR presentada en el Salón de Génova 2018 y premiada en el certamen en su segmento de eslora. Pocas veces se optar a probar una semirrígida de proa abierta “bow-rider”. Constatamos que estamos ante una embarcación de calidad, muy bien realizada, con una línea bella, sorprendiéndonos el nivel de sus prestaciones que muy bien pudiera participar en competiciones y raids. En el varadero, echamos un vistazo a su carena… ¡y lo comprendemos todo!
Texto, fotos y clip testimonial: Erik Tarrés Lenneryd
Con un gran sabor de boca nos fuimos de Empuriabrava, Girona tras haber hecho “trastadas” con la Marlin Boat 24 SR. Con la potencia mínima instalada según astillero creemos que más bien debiera ser la máxima potencia aconsejable. Oficialmente la potencíam máxima instalable es de 300 Hp. Un placer de embarcación realizada con mucho atino existiendo su versión con motor fueraborda.
Navegación
Marlín Boat 24 SR, prestaciones insopechadas bien disimuladas
Con un Mercruiser 4.5L V6 DTS de 250 Hp y hélices Bravo3, con una transmisión de cola, las cuatro personas a bordo alcanzamos los 40,4 nudos de velocidad a 5.200 revoluciones por minuto y un consumo de 77 L/h. Más que suficiente para una embarcación de apenas posee 6,6 m de eslora total y 1.050 kg de desplazamiento. Enseguida percibimos de lo fino de su casco ya que en apenas 4 segundos se pone en planeo y tarda solo 15 seg. totales en llegar a su velocidad máxima. Nos sorprende que apenas modifique su asentamiento entre el pre-planeo y el planeo. Ya en puerto nos percatamos de que su casco está concebido como los de competición, es decir, con un step o peldaño que contribuye al famoso rodillo de agua espumosa que confiere menos esfuerzo en el planeo (¡mayor rendimiento, con menos potencia necesaria!) y por unos redanes estratégicamente bien colocados a lo largo de su carena. La forma de “v” en el espejo de popa es considerable, pero el clásico hundimiento en el agua queda claramente compensado con el poder sustentador de los mencionados redanes.
Una velocidad punta que debe ser bien administrada en cada entrega de potencia si no queremos correr riesgos tontamente. Su velocidad de crucero la establecemos fácilmente en los 25,4 nudos a 3.500 vueltas con un consumo contenido de 33 L/h. La transmisión sterndrive o cola de Mercruiser con unas poderosas hélices Bravo III, hace que la sensación de reserva de potencia, una vez se está ya “muy arriba” o a régimen alto, se perciba claramente, lo que fomenta el pilotaje deportivo dando un gran placer. Las viradas a alta velocidad son un gustazo por su agarre y la escasa escora. La estabilidad es pasmosa y muy segura.A contraola, ligeramente amurados y alta velocidad, el pantocazo es muy suave. Todo el conjunto da la sensación de ofrecer una estructura fuerte y contundente en contraposición con lo que que notamos en sus 6,6 m de eslora que navegan con una inusual ligereza, como una pluma.
Desde el puesto de gobierno el pilotaje es muy placentero, perfectamente sentados tras el eficaz parabrisas cortavientos en una butaca necesariamente envolvente y ajustable en distancia y altura. La posición con la base abatida y los pies colocados en el reposapiés, permite una mejor visión del exterior igualmente segura y cómoda e igualmente gozosa.
Sentados en el banco de popa, con un respaldo ideal en altura e inclinación para navegar rápidos, echamos en falta un par de asideros en las planas brazolas sin rugosidad antiderrapante de las bandas. No debemos conformar con el asidero central de la apertura del motor que irremediablemente debemos compartir entre dos.
En una embarcación bow-rider o de proa abierta, es obligado sentarse al navegar a moderada velocidad para comprobar la confortabilidad de los dos bancos estilo “chaise-longue”, en especial su respaldo. Sin ser ser incómodo por su corto respaldo, no es tan cómodo como el respaldo del banco de la bañera.
Habitabilidad
Marlin Boat 24 SR, habitabilidad muy medida y acertada
La habitabilidad de la 24 SR de Marlin Boat, digamos que es la ideal para una embarcación de estas dimensiones. Se le ha sacado mucho jugo a las tres zonas claramente definidas para la vida social. Lo más extraordinario nos parece que es la proa abierta, algo inusual en una embarcación semirrígida y habitual en las lanchas de norteamericanas deportivas de eslora corta. Una proa abierta que posee cofres para la estiba bajo todas las áreas en las que nos pidamos sentar y una castillo de proa, muy comedido y hasta bonito y bien integrado en la convergencia de los flotadores en la proa, que, por cierto, tienen un diámetro de 52 cm de diámetro y sólo tocan el agua en sus 8/10 finales. El castillo posee una roldana escamoteable para la línea en cabo del fondeo o, incluso, de cadena y ofrece dos buenas cornamusas. En esta zona se puede montar una mesilla para el aperitivo insertando su pie en el injerto de la pared. Una serie de postizos/añadidos permite montar un solario en toda el área de la proa.
A popa, el otro solario permanente es bastante grande con un respaldo de 4 posiciones que contribuye a engrandecerlo y crear un oportuno reposacabezas. La plataforma de baño nos es para nada pequeña y la escalerilla telescópica está estibada bajo una tapa en la crujía. La escalerilla posee un oportuno asidero para subir por ella sin dificultad. El solario está montado encima de la tapa del motor. A Er. existe un pequeño pasillo que une la plataforma de baño con la bañera. En la banda contraria se haya la ducha.
La bañera posee un indudable atractivo gracias a la posibilidad de crear, gracias a unas bases suplementarias opcionales, un “chaise-longue” aprovechando que el respaldo del asiento del copiloto se abate. Las brazolas recogen muy bien el banco de popa que es por donde se accede a la gran, ordenada y profunda cámara del motor. En ellas están las necesarias cornamusas y los “intakes” de refrigeración de la cámara del motor.
El puesto de gobierno es amplio, con un interesante reposabrazos junto a la palanca del gas. El parabrisas está reseguido por un gran tubo de acero inoxidable muy agradable al agarre en caso de pilotar de pie y acompañados. El asiento del copiloto es generoso en dimensiones pero no lo suficiente para dos escondiendo un buen cofre que bien pudiera alojar una pequeña nevera portátil tipo “igloo”. Enfrente el palier posee una guantera con dos reposabrazos y un contundente asidero.
Balance
Marlin Boat 24 SR. Cerquita de la excelencia
Es una lástima que por las dichosas políticas de contención de costes dejen de suministrar o se suministren parcialmente, lo que probablemente sea peor, determinados elementos que debieran estar con la dotación standard de la embarcación. Hablamos de los pistones de gas que ayudan a cerrar o lavnatar las tapas de los cofres de estiba, que por cierto, la 24 SR de Marlin Boat tiene por doquier. Nos referimos a las que debieran estar en las tapa de la proa y en la del banco de copiloto y no sólo en el gran cofre del suelo en el pasillo o en la tapa de la caja del motor. El hecho de que sólo se haya puesto en determinados sitios, acentúa esta sensación de “ahorro” por parte del astillero.
Precisamente esta voluntad de ahorro hace que tampoco se suministre un sistema de cierre del pasillo que bloquee la circulación del flujo de aire por la velocidad y hasta agua de según que circunstancias de navegación nos podamos encontrar. Creemos que a veces es necesario poder optar a cerrar el pasillo para un mayor protección del puesto de gobierno y la bañera, aunque ese cierre solo represente un 10% o incluso menos en el uso habitual de la embarcación.
Son esos detalles los que distinguen la calidad de la excelencia a pesar de que los acabados, tanto en los tapizados como en los excelentes desmoldes reflejados en el gelcoat, sean magníficos. Otros detalles para alcanzar la cercana excelencia de esta 24 pies, es la creación especifica de lugares donde estibar y trincar bien los añadidos que conforman el solario de proa o del “chaise-longue” de la bañera. Pero no simplemente para eso. La misma mesa de proa, instalable también en la bañera, debiera poderse trincar bien en algún sitio específico. Nosotros abogamos por la cámara del motor que tiene mucho espacio sobrante.
Entendemos que la modularidad actual de los barcos es una ventaja interesante y un incentivo de venta que ofrece una gran polivalencia y disfrute. Una polivalencia que puede ser, sin embargo, un infierno para aquél que deba montar o sacar los añadidos y que acabará por no hacerlo o amontonándolo todo en cualquier sitio y de cualquier manera, hipotecando así parte de la excepcional capacidad de estiba de la Marlin Boat 24 SR. Por cierto, ¡nos encanta el coqueto y recatado bimini en textil de malla!
El PVP de la unidad montada es de 71.700€ y no tributa el molesto +12 % del llamado “impuesto de matriculación”.