General
De la mano de Estupenda Náutica hemos probado el Marítimo 59 del astillero australiano Maritimo Yachts. Este barco ha sido concebido por el expropietario de Riviera Yachts, Bill Carry-Cotter, que ha querido iniciar su proyecto personal con un modelo que aúna toda su experiencia y el sello personal. Este modelo se presentó por primera vez en el Cannes Yachting Festival de 2017.
Textos, fotos y clip testimonial: Erik Tarrés Lenneryd
La propuesta de Estupenda Náutica, ubicada en el nuevo puerto barcelonés Marina Vela, es la de un barco típicamente australiano a juzgar por sus líneas. De corte clásico y, desde luego muy comedido en la aplicación de algún destello estilístico actual, no amaga una línea atemporal, eterna y rezuma calidad allí donde se pose la mirada. Desde Luego la experiencia de su creador es claramente visible. Una propuesta que no toma ningún tipo de riesgo creativo, basado en lo que tradicionalmente ha funcionado y que destaca, sin duda, allí por donde navegue.
Navegación
Marítimo 59, navegando con aplomo y solvencia
Realizamos nuestro test en un día sin viento, encalmado pero con algo de resaca de mar de fondo. Los 30.000 kg de desplazamiento de esta unidad “full equiped”, unidad #5 de este modelo, están propulsados por dos motores Volvo Penta D13 de 800 caballos cada uno que impulsan a este 18 m a una velocidad máxima de 26,5 kn de velocidad a un régimen de 2.370 r.p.m. Establecemos su velocidad de crucero “alegre” en las 1.150 r.p.m., esto es a 22,9 kn. Su transmisión es mediante eje directo y el casco no presenta túneles evolutivos. Tecnología clásico.
Según comprobamos, la velocidad óptima en el consumo la establecemos en las 1.800 r.p.m. ya que es el consumo de litro x milla más bajo entrados ya en planeo: concretamente 9,53 L/Nm con un consumo de 161 L/h.
El comportamiento del M59 es el de una navegación que transmite seguridad a los tripulantes como consecuencia del gran aplomo que posee por su desplazamiento. Un desplazamiento al que aún hubiéramos tenido que sumar unos cuantos kilos más ya que sólo llevamos 1.400 L de carburante de los 4.400 máximos, lo que ofrece una gran autonomía en distancia y energética, y sólo 400 L de agua de los 700 que puede cargar.
Con toda la carga y los registros alcanzados nos da que pensar que probablemente no nos moleste tener algo más de potencia… ¡aunque sea sólo para lograr 5 nudos más de velocidad! ¿Qué puede importar esto en un presupuesto de un barco de alto nivel?
Un aplomo que sumado a las ventajas de un casco con una marcada forma de “V” hace que la navegación sea extremadamente confortable. Entendemos que con algo de mar, estas características sumadas al efecto apartaaguas de sus bellas amuras , van a minimizar al máximo cualquier temporal de tarde o una mar ya formada. Con el ligero mar de fondo existente experimentamos como la carena del casco trabaja de lo lindo “abriendo” con suavidad el agua. Desde luego percibimos una calidad de navegación muy agradable.
Virando bruscamente la altura de sobreestructura no afecta a la escora. Una escora totalmente controlada que, según nuestra percepción cutánea, es debido a que su centro de gravedad (metacentro) es curiosamente bajo. No se percibe apenas la clásica vibración de una transmisión de ejes sobre dos palas de timón que, a nuestro entender, pueden parecer pequeñas ya que los cambios de rumbo no son excesivamente inmediatos.
Habitabilidad
Maritimo 59, vida a bordo de primera para ausentarse lejos, lejos,…!
Nos llama la atención el trabajo realizado para alcanzar una habitabilidad excepcional. A la gran disponibilidad de espacio abierto desaprovechado en donde se halla el solario de proa, se añade el set de la B&Q en su gran plataforma de baño hidráulica. Desde aquí se acede a un garaje que tiene por objeto la estiba de grandes y medianos pertrechos. A ello hay que sumar la gran bañera con una mesa fija en forma de luna y una auténtica terraza donde poner tumbonas sobre el voladizo que protege la dicha bañera y en el que también existe un banco desde donde perder la vista en el horizonte. Los pasillos laterales son amplios y profundos al paso.
El acceso a la cubierta principal de su interior es espectacular. Con un sistema que puede dejar la entrada abierta de par en par, nos encontramos con una cocina completa en formato isla. La decoración en general se basa en lacados muy “glossy” en maderas oscuras, en contra de las tendencias actuales de tonos más claros.
A la izquierda se encuentra una escalera que nos conduce al sobrepuente o flyingbridge que, como ya se ha advertido está totalmente cerrado ofreciendo unas magníficas vistas 360º. En él está el único puesto de gobierno junto a un saloncito “de estar” muy coqueto que, en un momento dado, puede servir para alejarnos del mundanal ruido que pueda haber en la cubierta principal. El área posee un techo corredero para la ventilación. Desde aquí hay una excelente salida al “balcón” disponible sobre el voladizo.
En el recorrido que nos lleva de la cocina de la cubierta principal al acceso a la acomodación, nos encontramos con un inusualmente grande salón. Dos grandes sofás en firma de “C” abierta se enfrentan con una mesa fija en altura y de doble ala frente al sofá de Er. Quizás puedan reunirse en esta área entre 10 y 12 personas.
La acomodación posee tres camarotes. El de proa con acceso directo a un lavabo con ducha a parte compartido, un camarote a estribor con dos camas individuales y un gran camarote central en la parte más ancha del barco con una cama doble en diagonal y lavabo con ducha separada privado. En este camarote, sin duda el del armador, la cama está orientada hacia el set de tres ventanas verticales practicables por lo que se puede ver razonablemente bien el paisaje desde la misma. Nos llama poderosamente la atención el office situado a una altura superio al de la cama. Office que bien pudiera usarse como tocador. Sin duda un lugar de privilegio para gestionar asuntos personales o profesionales. En todos los camarotes se dispone de grandes armarios y taquillas para la estiba de ropa y enseres personales.
Los camarotes son holgados en su volumen por lo que la vida a bordo puede prolongarse semanas o meses con toda comodidad. El astillero usa muy hábilmente el efecto óptico de los espejos contribuyendo a que el espacio de, aún más, sensación de amplitud.
Balance
M59, ¡déjenme hacer a mí!
Al poco de dejar Riviera Yachts, astillero de referencia en la náutica australiana y mundial, Mr. Bill Carry-Cotter ya había creado, con los mejores y más fieles profesionales y técnicos de Riviera Yachts, Marítimo Yachts. Un proyecto personal en el que podía llevar a cabo sus diseños e ideas más personales, al parecer según intuimos, sin cabida en los rígidos estudios de mercado que Riviera Yachts parece manejar e interpretar bien.
En la actualidad Marítimo Yachts posee tres gamas en su portfolio. La gama M-Series con los M70, M64, M59, M54 y M51, gama que se distingue por su sobrepuente cerrado con parabrisas de visión frontal, la S-series con los S70, S59, S54 y S51 de sobreestructura de un sólo nivel y la próxima XSerie aún en desarrollo sin un modelo aún botado (X60).
Qué duda cabe que el proyecto del Sr. Bill Carry-Cotter se fundamenta, esencialmente en desarrollar los interiores y la acomodación. Nos encantan. En el M59 sí hemos visto destellos creativos interesantes destilados desde esa gran experiencia. Una evolución personal que, a priori, se basa sobre una línea exterior muy conocida y, por qué no, reconocida y de éxito en el mercado. Líneas exteriores atemporales, algunos les llamaran clásicos, que no parecen querer evolucionar con una mínima toma de riesgo.
Qué duda cabe que lo clásico vende, y se revende mejor. Lo clásico perdura pero probablemente se hubiera podido ser valiente también en el exterior introduciendo un halo de modernidad a este brillante modelo, sin duda de gran calidad y extraordinariamente marinero.