“Lo que más me preocupa de la tormenta tropical no es el viento, es el estado de la mar. Tendremos olas de entre 6 y 7 metros, y viento de popa, de cola, de 30 nudos. Nosotros iremos a 25 nudos de velocidad, de cara contra olas de ese tamaño. Complicado“. Bouwe Bekking se refería en estos términos a la situación en la que previsiblemente se verán envueltos los barcos de la Volvo Ocean Race en la noche del jueves al viernes. Iker Martínez también advertía: “son muy peligrosas. Hay que ser muy prudentes porque puede llegar a haber viento muy fuerte. Se podrían llegar a marcar grandes diferencias tanto por la marinería del equipo como porque pueda haber alguna rotura”.
Así están las cosas en la regata Volvo Ocean Race. Vientos de hasta 70 nudos y olas de 7 metros podrían esperar a la flota, que actualmente lidera MAPFRE, en la noche del jueves al viernes, cuando pasen por la isla de Reunión, en el océano Indico. Intentar navegar la tormenta, esperando que no sea tan fuerte, o evitarla yendo al Este, que alargaría considerablemente la etapa, es la decisión que tendrán que tomar esta misma noche.
Gonzalo Infante, director de meteorología de Volvo Ocean Race, ha asegurado que esta tormenta podría provocar vientos de hasta 70 nudos en el peor de los casos.
Los siete barcos de la Volvo Ocean Race se dirigen en estos momentos hacia el E-NE, más agrupados a causa de la bajada de viento de las últimas horas, con MAPFRE en primer lugar, seguido de Abu Dhabi Ocean Racing, con quien hace horas que se va alternando el liderato. Team SCA cierra la flota a 18 millas del primero, y como el resto de equipos, es posible que se pregunte. ¿Se desarrollará la depresión tropical en una tormenta? ¿Podría llegar a ser un ciclón? Gonzalo Infante ha dicho: “Si se queda en una tormenta tropical, entonces tendrán vientos de entre 30 y 50 nudos, pero las rachas podrían llegar a ser 40% más fuertes”, y luego añadía, “los barcos lo pueden soportar, la pregunta es si tu equipo también”.
Toca ahora decidir si es mejor navegar la tormenta o dejarla pasar, continuando hacia el Este. “Lo segundo podría significar llegar hasta una semana más tarde a Abu Dhabi”, señala Infante. Lo contrario, meterse en el sistema, esperando que no sea tan fuerte. “En cualquier caso, no es una broma”, puntualizaba. Podría catapultarles hacia Abu Dhabi, pero provocar también roturas en el barco. “Yo creo que optarán por ir a por ella y usar los ángulos más favorables, con viento de popa, al Oeste de la misma”, señala Infante. También se podría dar el caso de que se quedara en una simple depresión. Aun así, los nervios están a flor de piel.