La tercera etapa de la Volvo Ocean Race arrancó este domingo desde Ciudad del Cabo con unas condiciones esplendorosas para la flota del desafío por equipos más duro del mundo del deporte.
Un viento imponente con picos superiores a los 25 nudos despidió a los siete barcos, que tienen por delante un maratón de 6.500 millas hasta Melbourne (Australia), donde está previsto que llegue en unos 16 días.
Las primeras millas que completó la flota a las faldas de la espectacular Table Mountain sudafricana fueron una nueva demostración del genial momento a todos los niveles que atraviesa el MAPFRE, actual líder de la competición.
El equipo español, tras salir a la estela del Dongfeng, acertó al apostar por el J0, la única vela que se estrena en la presente edición de la regata, y se situó en primera posición con una cómoda ventaja al enfilar el temido Océano Sur.
Antes de adentrarse en la batalla oceánica, Xabi Fernández, patrón del MAPFRE, admitía que la escala en Ciudad del Cabo les dio una oportunidad muy necesaria para recargar energías. “Después de la primera etapa larga (Lisboa a Ciudad del Cabo), siempre es importante estar al frente de la tabla”, dijo. “Estamos felices como equipo. Tuvimos una buena parada. El barco está en excelente estado y el equipo también, así que estamos listos para partir”.
Xabi destaca la importancia de esta Etapa 3. “Esta tercera etapa va a ser importante. Todas lo son, pero ésta quizás lo sea todavía más. Puntúa doble, por lo que puede empezar a haber ya diferencias en la flota, y por otro lado vamos al océano Sur, donde sabemos que las cosas se complican”, comenzaba explicando el patrón. “Es importante intentar mantener el equilibrio entre apretar mucho para intentar ganar la etapa y mantener también el barco de una pieza. Anteriormente en las etapas del Sur es donde ha habido un mayor porcentaje de problemas, así que no hay que quedarse atrás porque luego es muy difícil recuperar, pero también hay que tener cuidado”.
Además, lo que está en juego es aún más importante, ya que es la primera etapa con doble puntuación. El ganador de la Etapa 3 acumulará 15 puntos (7 x 2 = 14 más una bonificación de 1 punto).
El navegante Joan Vila, por su parte, reconocía que hay posibilidades de que el MAPFRE pase tanto la Nochebuena como la Navidad en plena regata. “No sabemos si pasaremos la Navidad en el océano. Según nuestros cálculos de ahora mismo parece que la etapa durará unos 15 o 16 días, así que podríamos llegar a Australia el día de Navidad si todo va bien o un día después”, afirmaba Vila.
Desde las filas del Vestas 11th Hour Racing, el navegante Simon Fisher prevé una etapa muy dura. “Vamos a tener un inicio muy completo, con las condiciones duras típicas del Océano Sur; va a ser una etapa intensa en general. Podría haber mucho viento durante la primera semana, tendremos velocidades muy altas”, coincidía Charles Caudrelier, patrón del Dongfeng Race Team. “Creo que va a ser una etapa fantástica”.
La ruta de la Etapa 3 va a llevar a la flota hasta los Cuarenta Rugientes, la zona al sur del paralelo 40 donde las borrascas rodean la Antártida, sin encontrar ningún tipo de obstáculos en tierra. Las olas imponentes, los vientos muy poderosos y las temperaturas heladas son una característica diaria en esta parte del globo terráqueo.
“Debemos recordar que el invierno acaba de pasar en el hemisferio sur, por lo que el agua todavía está muy fría“, recuerda el veterano Bouwe Bekking, patrón del Team Brunel.
“Creo que lo más aterrador es que las borrascas siguen siendo fortísimas… la fuerza que tienen los vientos es enorme. Y, por supuesto, las temperaturas del agua -con suerte con los límites del hielo no veremos icebergs-, que está solo unos grados por encima del punto de congelación. Lo hemos experimentado en el pasado… Cuando hicimos esta etapa en los viejos tiempo esta era la etapa en la que aparecían los mayores daños en la flota. Los barcos de hoy son más fuertes que antes, pero aun