LP Design UK presenta el Project Iceberg, un explorer inspirado en la robustez de los barcos de trabajo. Su propio nombre, Project Iceberg, encierra su esencia: solidez, fuerza y una determinación inquebrantable para enfrentarse a los elementos.
Desde su poderosa proa y sus proporciones inspiradas en los remolcadores, hasta los amplios ventanales de su imponente estructura vertical, pintada de forma llamativa, cada elemento de este superyate de 220 pies expresa su carácter decidido, rompiendo esquemas y priorizando la funcionalidad sobre el lujo ostentoso.
“A lo largo de mi carrera, he estado a bordo de algunos de los superyates más lujosos, pero fueron las experiencias en barcos de trabajo las que definieron mi visión de cómo debería ser un verdadero explorer”, explica Richard Liebowitz, fundador de LP Design UK. “Las pruebas de navegación en el mar del Norte a bordo del potente remolcador de 100 metros Oceanic, o el viaje al Polo Norte en un antiguo buque de investigación sísmica, tuvieron un impacto mucho más profundo que cualquier experiencia vivida en yates de lujo. De ahí surge la inspiración para Project Iceberg.”
Lo que distingue este proyecto de otros explorer es el enfoque Luxury Lite: al priorizar la sustancia sobre la opulencia, el yate se mantiene fiel a su esencia exploradora.
Esta filosofía abre las puertas a una estrategia de construcción altamente eficiente, que podría combinar la experiencia de un astillero comercial con la especialización de un equipo de diseñadores de interiores.
Gracias a una cuidadosa optimización de los acabados, el costo por GT sería equivalente a dos tercios del promedio de los superyates más lujosos, sin renunciar a los elementos esenciales e indispensables para las largas travesías. Las especificaciones reflejan esta visión: sistemas fiables, un diseño funcional y elecciones estéticas enfocadas en la sustancia en lugar de la mera apariencia. Porque lo que realmente importa es la experiencia: la navegación, la exploración de lugares remotos y las inolvidables aventuras que un viaje puede ofrecer.
Diseñado para armadores en búsqueda de experiencias auténticas
El último proyecto del estudio británico está dirigido a armadores que buscan la seguridad de un Explorer construido por astilleros con una sólida trayectoria en la fabricación de buques diseñados para los entornos más extremos. “Creo que muchos armadores se sienten más atraídos por una experiencia auténtica que por los excesos de ciertos superyates”, resume Richard Liebowitz.
El equipo de diseño ha recurrido a la vasta experiencia de capitanes y tripulaciones que han desarrollado su carrera en barcos de trabajo, integrando cuidadosamente estas soluciones probadas y adaptándolas para crear un yate que combine funcionalidad y fiabilidad.
No es sorprendente que la filosofía de diseño de Project Iceberg esté enfocada en la seguridad, un aspecto imprescindible para las embarcaciones destinadas a operar en aguas remotas. “La seguridad es fundamental”, subraya Liebowitz. “Cuando estás en medio del océano, a miles de millas de cualquier ayuda o de tierra firme, solo puedes confiar en tu barco y en tu tripulación. ¿Es capaz de afrontar un viaje prolongado e inesperado? ¿Hay suficientes repuestos y combustible? Y, igual de importante, ¿tiene la tripulación las competencias adecuadas para enfrentar problemas imprevistos?”
En lugar de seguir la tendencia moderna de construir yates cada vez más grandes, cuyas dimensiones a menudo dificultan la exploración, el tamaño y las especificaciones técnicas de Project Iceberg han sido optimizados para permitir al armador llegar a destinos remotos e inexplorados, los verdaderos escenarios de la aventura. El Explorer ha sido diseñado para ser construido bajo la clasificación Lloyd’s +100A1 y en conformidad con la certificación 1D Ice Class, lo que lo hace apto para la navegación en condiciones de hielo ligero. Esto abre un mundo de posibilidades para cruceros en altas latitudes, garantizando la máxima fiabilidad tanto en los pasos polares como en climas tropicales.
Un sistema de propulsión híbrido
En cuanto al sistema de propulsión, el lema es eficiencia: aprovechar al máximo la potencia disponible. Tras una evaluación exhaustiva, se ha optado por un sistema híbrido diésel-eléctrico, que ofrece un funcionamiento silencioso y una gran flexibilidad.
Una característica distintiva del sistema es la adopción de los Azipods. A diferencia de las tradicionales líneas de ejes, estas unidades de propulsión pueden girar 360 grados, permitiendo un control preciso del empuje. Combinadas con la hélice de proa, permiten al yate mantener su posición sin necesidad de desplegar anclas físicas, una ventaja clave cuando se opera en entornos marinos protegidos, donde el anclaje podría dañar el lecho marino.
Este enfoque equilibrado, que combina tecnología avanzada con soluciones marítimas comprobadas, garantiza que Project Iceberg ofrezca tanto la eficiencia como el funcionamiento de bajo impacto que demandan los armadores de hoy.
Un diseño que celebra la técnica
En claro contraste con el diseño más convencional de los yates, donde los elementos técnicos suelen ocultarse para preservar líneas estilizadas y una estética refinada, Project Iceberg adopta un enfoque audaz y sin artificios. Los aspectos técnicos no se disimulan, sino que se destacan: grúas, escaleras y accesorios de cubierta permanecen a la vista y aportan carácter a la embarcación.
En el corazón de este diseño distintivo se encuentra una de las características más imponentes de Project Iceberg: una estructura vertical pintada de naranja que alberga un espectacular atrio acristalado. Este elemento, deliberadamente icónico, actúa como el punto focal visual del superyate, haciéndolo inmediatamente reconocible. Desde este atrio se accede al sundeck, que cuenta con un parapeto panorámico, y al puente piscina completamente equipado, que incluye un área de bar ideal para momentos de relajación. Este puente alberga dos piscinas separadas, cada una con temperatura regulable, permitiendo a los huéspedes elegir entre aguas refrescantes o más templadas según sus preferencias.
Más hacia la popa, se encuentran dos sistemas de escape Clean Exhaust Tier 3, que cumplen con los estándares ambientales más estrictos en cuanto a emisiones. Los gases de escape son extraídos desde la sala de máquinas a través del recorrido vertical más directo, garantizando una solución eficiente, segura y lógica.
El proyecto también incluye un helipuerto, diseñado para soportar aeronaves de hasta 8 toneladas y cumpliendo con la normativa CAP 437. Además de facilitar las operaciones aéreas, el helipuerto cumple una doble función: albergar los dos tenders principales del yate, que miden 10,4 metros y 8,5 metros, respectivamente.
En la proa, la cubierta refleja el compromiso de Project Iceberg con la navegación en mar abierto. Los huéspedes encontrarán asientos integrados, diseñados para resistir la fuerza de las olas que impactarán la cubierta en caso de mar agitado. Lejos de ser un mero elemento estético, esta característica destaca la meticulosa atención a la navegabilidad y la seguridad.
Como explica Richard: “Viviendo en un puerto lleno de buques comerciales y militares, siempre me ha impresionado la construcción práctica y enfocada de estas embarcaciones. Sus sistemas y detalles robustos están diseñados con un propósito claro, y quisimos adoptar la misma filosofía para Project Iceberg. Este yate no pretende ser algo que no es. Es una auténtica máquina oceánica, diseñada para la exploración real.”
Optimización de la distribución de los espacios
Uno de los aspectos más significativos en el desarrollo del complejo diseño de ocho cubiertas de Project Iceberg es la optimización de los recorridos para huéspedes y tripulación. No solo se ha considerado cómo se desplazan dentro del yate, sino también cómo disfrutan sus momentos de descanso, interactúan, trabajan y se divierten.
La distribución de los espacios ha sido diseñada para crear entornos envolventes que respondan a los deseos y necesidades de las personas a bordo. El arquitecto y diseñador Liebowitz explica: “Por muy elegantes que sean los muebles, un espacio solo puede considerarse exitoso si invita a las personas a detenerse, relacionarse y sentirse cómodas. A bordo de muchos superyates, he notado que la disposición de los elementos no siempre es la ideal. A veces, las sillas están demasiado separadas; otras, la iluminación no permite leer cómodamente el menú del chef. Para captar estos elementos intangibles del buen diseño, aquellos que no aparecen en los manuales, se necesita una gran intuición.”
El diseño de interiores se inspira en la tradición marítima, recuperando detalles que han sido en gran parte olvidados en el diseño de los yates modernos. Un ejemplo de ello es la instalación de prismas de iluminación, que permiten el paso de luz natural al interior. Los pasamanos integrados en las mesas mejoran la seguridad y la funcionalidad, mientras que la barra del salón principal añade un toque de elegancia atemporal.
El buen funcionamiento de un yate depende de su tripulación, y Project Iceberg ha sido diseñado pensando en su bienestar. Ofrece cabinas confortables y privadas, además de una zona dedicada al fitness, asegurando que quienes trabajan a bordo también tengan espacios para relajarse y recargar energías.
Un yate diseñado para mirar hacia el exterior
Project Iceberg ha sido diseñado para conectar a los huéspedes con el entorno en todo momento. Numerosos puntos de observación están integrados a lo largo de la embarcación. En los cuatro puentes superiores se encuentran una zona de solárium, un puente portugués, un área de bar, dos piscinas, un parapeto panorámico y una cubierta de observación con un espacio para comidas al aire libre. Para quienes prefieren la comodidad sin renunciar a las vistas, el lounge de observación en la proa ofrece un panorama espectacular.
Este espacio, gracias a sus amplios ventanales, ofrece una panorámica de 180 grados. Aquí, los huéspedes pueden elegir entre elegantes sofás para contemplar el horizonte o mesas privadas para conversaciones más íntimas. Los asientos fijos, de alta calidad y equipados con amortiguadores hidráulicos, garantizan estabilidad y confort incluso en aguas agitadas. Diversos puntos de luz para lectura completan el ambiente, creando un espacio acogedor y funcional.
Este salón también ha sido diseñado para facilitar una de las actividades más significativas a bordo: antes de la cena, al final del día, los huéspedes pueden reunirse para recibir una breve introducción sobre su próximo destino, gracias a una presentación impartida por una guía experta. Project Iceberg crea un espacio para estos momentos de descubrimiento, convirtiéndolos en una parte esencial del ritmo diario de la vida a bordo.
Las raíces de la línea EXO
Project Iceberg es la última creación de la línea EXO, que sigue una filosofía de diseño iniciada con el M/Y STEEL, un explorer yacht de 55 metros (180 pies) diseñado por LP Design UK y construido por el astillero Pendennis. El superyate Steel dio origen a la serie de Explorers EXO. Con Project Iceberg, la identidad de la línea ha tomado un rumbo distinto, alejándose del estilo de los superyates modernos para adoptar la estética y funcionalidad de un verdadero buque oceánico
Especificaciones técnicas
Eslora total: 67 m
Manga máxima: 5.40 m
Calado: 4 m
Tonelaje bruto: 1900 GT
Velocidad de crucero: 15 nudos
Autonomía: hasta 5000 nm
Clasificación: Lloyds +100A1, MVA LY3, 1D ice class, IMP/ISP
Construcción: Casco de acero, superestructura de aluminio
Motorización: Sistema de propulsión híbrido diésel-eléctrico
Sistema de escape:Tier-3
Propulsión: Azimutale Azipod con hélice de 6 palas
Estabilizadores: Quantum Zero Speed de 4 aletas
Capacidad de combustible: 185,000 litros
Capacidad de agua dulce: 50,000 litros
Capacidad de huéspedes: 12 personas
Alojamiento para la tripulación:15 + Capitán