La patronal mayoritaria del sector, ANADE, considera aceptables las cifras, -similares a las del año pasado registradas de junio a septiembre- aunque advierte que no se han recuperado los niveles anteriores a la crisis. La asociación reivindica su papel en el desarrollo turístico y afirma que la alta fiscalidad ralentiza la recuperación del sector y resta competitividad a los puertos de Baleares, generando mayor estacionalidad del sector.
Por islas, Menorca es la que acusa una caída más importante de la ocupación de amarres situándose por debajo de la media de las islas con un 72,5%. La isla también es la que sufre mayor estacionalidad. En el polo opuesto, Ibiza es la que registra los datos de ocupación media más elevados con un 86,2%, seguida de Mallorca, con un 85% y de Formentera, que roza el 80% (79,5%) de ocupación media durante la temporada.
El mes de agosto es el que obtiene mejores datos en todas las Islas, con el conjunto de las marinas y puertos deportivos con el 90% de sus amarres ocupados, llegando al 95% en el caso de Formentera. Julio, con un 82,5% de ocupación media, es el segundo mejor mes para los puertos deportivos de Baleares, que iniciaron la temporada en junio al 73% de su capacidad, ocho puntos por debajo de la media registrada para el conjunto de la temporada. ANADE llama la atención también sobre el desequilibrio entre islas en el inicio de temporada. Mientras Ibiza registraba un 90% de ocupación, Menorca se encontraba al 60% de su capacidad y Formentera al 73%. Los puertos de Mallorca, por su parte, arrancaron la temporada con el 85% de sus amarres disponibles ocupados.
La previsión de ocupación para el mes de septiembre es de un 80% para el conjunto del archipiélago. Según los datos, Menorca y Formentera sufrirán el mayor descenso de amarres ocupados, volviendo a los mismos niveles del mes de junio (Menorca, un 60%, Formentera, un 70%). También se espera un descenso brusco de la ocupación en Ibiza, donde la temporada comenzó antes que en el resto de islas. Mallorca registrará en septiembre su nivel de ocupación más bajo, un 80%.
Desde ANADE, que trabaja en un estudio para determinar el impacto socioeconómico real de estas instalaciones, reivindican el papel de las marinas y puertos deportivos como motor del desarrollo turístico y abogan por trabajar junto a la administración y el resto de empresas y asociaciones relacionadas con el sector para suprimir toda una serie de impuestos que no gravan en ningún otro país competidor del Mediterráneo (Francia, Italia, Grecia), como pasa con el tipo de IVA, el impuesto de matriculación (aunque en vías de solución, pero aún es un escollo) y la tasa de señalización marítima.
Desde la asociación se indica que avanzar en esta línea de trabajo, unido a la ampliación del plazo de las concesiones prevista en la nueva Ley de Puertos aprobada por el Ejecutivo balear, abriría la posibilidad de que Baleares cuente realmente con una oferta turístico-náutica competitiva a nivel europeo y con unas infraestructuras y servicios de calidad. Aunque añade que todas las ampliaciones, nuevos puertos o modificaciones de la flota de amarres que se proyecten deben ir siempre respaldados por un estudio económico que justifique la falta de amarres y la necesidad de habilitar más para cada zona en concreto, para garantizar el equilibrio económico entre las instalaciones existentes